Capítulo 7 (+18)

1.8K 178 37
                                    

De alguna forma se las arreglaron para hacer que sus piernas respondieran y se apresuraron a salir de allí con todo el sigilo posible. Ni siquiera se atrevían a respirar, así que tan pronto como llegaron a la calle, ambos tomaron una gran bocanada de aire. Wooyoung buscó apoyo en la pared más próxima, tratando de borrar para siempre esa imagen de su cabeza.

Era la primera vez que presenciaba una escena así, aunque ya antes los había escuchado por accidente, pero esto le ganaba un millón de veces en niveles de incomodidad. Además, estaba avergonzado hasta el punto de no atreverse a mirar a Choi San. ¡Acababan de ver a su hermano cogiendo! Deseó que se lo tragara la tierra.

── Eh... d-deberíamos... irnos. ── La voz de San se escuchaba agitada, él también respiraba con dificultad luego de semejante espectáculo. Pero era mejor irse pronto en caso de que ellos se hubiesen dado cuenta que tenían público y salieran a reclamarles. La sola idea le hacía estremecerse. ¿Cómo iba a poder verlos a los ojos de ahora en adelante?

── S-sí, sí, vámonos. Es hora de... sí, comer, vámonos. ── Wooyoung no sabía hacia qué lado caminar, solo procuraba evitar la mirada de Choi San, así que se fue adelante, caminando rápido.

La casa de Wooyoung no estaba sino a dos lotes baldíos del taller, justo arriba de la de Seonghwa que vivía con su tío y con Hongjoong. Más que una casa era un pequeño apartamento en la azotea. La construcción era bastante angosta y debían subir por una escalera empinada ubicada a un costado. Parecía que ambos iban en modo automático, incluso pasaron por al lado de Hongjoong sin decirle nada, dejándolo un tanto indignado.

El peliazul se fue detrás de ellos, siguiéndolos hasta que todos entraron en la azotea.

── ¡Oigan! ¿Qué mierda les pasa? Parece como si hubieran visto a un muerto... Están pálidos.

Los dos se espabilaron enseguida, negando con ahínco, asegurándole que no habían visto nada. Su desespero fue tan sospechoso que Hongjoong no les creyó.

── Dejen de actuar como locos y díganme qué pasó. ¿De dónde vienen?

── Del taller.

── Del Centro.

Cada uno dio una respuesta diferente. Hongjoong entornó los ojos, se cruzó de brazos y con un gesto de la mano les pidió que lo intentaran de nuevo.

── Del Centro y después del taller. ── Esa vez respondieron al unísono. Parecían un par de estudiantes de pie frente a toda la clase siendo interrogados por su profesor sobre un tema que no habían estudiado.

── ¿Y entonces por qué se ven así? ── Insistió.

── ¿Así cómo, hyung? ¡Así nos vemos siempre!

── Wooyoungie... Eres muy malo mintiendo. Tú, Choi San, dime qué fue lo que pasó.

── Ehm... ── El pobre se veía peor que cuando le habían disparado. Por su frente le corrían en bajada un par de gotas de sudor y su garganta se había secado. Ahora sí estaba pálido por completo, y luchando porque se le ocurriera algo, una buena excusa para poder responder. ── Es que... La caminata hasta el Centro me hizo sentir mal, ¿sabes? Creo que... Ouch... Sí, me duele la herida. No me siento muy bien.

── ¡Sí! Yo... pensé que se iba a desmayar, así que me asusté y lo traje hasta aquí como pude. ¡Voy a ir por sus medicinas! ── El menor aprovechó la excusa para zafarse del interrogatorio y corrió hacia el interior de la casa, dejando al par detrás.

"Maldito traidor", le insultó mentalmente Choi San. Hongjoong se le acercó, tomó su brazo y lo puso encima de sus hombros para ayudarle a entrar.

── Eh, por cierto, Park Seonghwa te mandó unos pinchos de p ── ... Mierda. Se dio cuenta muy tarde de su error.

𝙎𝙩𝙧𝙚𝙚𝙩 𝙁𝙞𝙜𝙝𝙩𝙚𝙧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora