En la mesa del bar había bebidas de todo tipo, Tessa evitó todo lo que debía evitar, así que tomo una copa de alguna bebida rosa. Le dio un trago, tenía un sabor exquisito. Había comenzado a bailar sola y bebía copa tras copa, como si de agua se tratase, estaba feliz, había olvidado el porque habían ido a la fiesta, solo quería bailar y dejarse llevar por aquella repentina ola de euforia que le había comenzado. Un joven se le acercó.
— Buenas noches, bella dama — La saludó — ¿Quisiera permitirme el honor de este baile?
Tessa miró a Max, había dejado de bailar con la joven y ambos estaban hablando con los Clearsthron, no le importaba de que estarían hablando, pero si se sintió traicionada por sus amigos, en fin, no les prestaría atención. Vio que señalaron el lugar donde Tessa se encontraba. Max la miró, sus miradas se cruzaron por un momento, pero ella la desvió y le sonrió cariñosamente al joven que la tenía abrazada.
— Claro — Aceptó tomando un trago de su copa.
Baile tras baile, bebida tras bebida, había comenzado a sentirse un poco mareada, pero no le dio importancia, quería olvidar todo, quería bailar hasta que sus piernas no le dieran más. De vez en cuando miraba a Max, él la miraba fijamente, pero sin soltar a la rubia.
El joven con el que estaba bailando se detuvo, la tomo de la mano y la aparto de la pista de baile. Tessa lo siguió involuntariamente, la llevo al bosque, donde la tomo por la nuca y, delicadamente, le echó la cabeza hacía un lado, Tessa cedió sin oponer resistencia alguna, de su boca brotaron un par de colmillos, esto no le importo, por alguna extraña razón deseaba que la mordiera. El chico primero le dio un dulce beso en el cuello, se saboreo los labios y los volvió a posar en su cuello, listo para morder, pero antes de poder hacerlo se deshizo en polvo. Tessa quedó estupefacta. Max le había lanzado unos de los puñales que habían bendecido antes de salir de casa al vampiro.
— ¡¿En qué demonios estabas pensando?! — Estaba muy enfadado.
— Yo n-no...po-po-podía resistirme... — Dijo confundida, por lo que acababa de ocurrir.
Sentía un dolor punzante en la cabeza, estaba mareada al borde del vomito, pero se contuvo, no pensaba vomitar y mucho menos en ese momento que Max la estaba regañando.
— ¡CLARO QUE NO PODÍAS RESISTIRTE! ¡ESE VAMPIRO TE TENIA EN UN TRANCE! — Le estaba gritando Max — ¡TE DIJE CLARAMENTE QUE NO ANDUVIERAS SOLA! ¡¿Y QUE ES LO PRIMERO QUE HACES?! ANDAR SOLA POR TODA LA FIESTA Y LANZARTE A LOS BRAZOS DEL PRIMERO QUE SE TE ATRAVIESA EN EL CAMINÓ...
Tessa le soltó cachetada tan fuerte que le dejo la mano marcada en el rostro.
— ¡A MI ME RESPETAS Y NO ME ESTES GRITANDO! — Estaba muy enfadada, y el dolor de cabeza se intensificaba — ¡TU NO ERES QUIEN, PARA PROHIBIRME ALGO! POR QUÉ NO VAS Y SIGUES BAILANDO CON TU NOVIESITA, Y ME DEJAS A MI EN PAZ, DE UNA MALDITA VEZ...— Al decir eso último, Tessa se maldijo. "imbécil, tenías que decir justamente eso" pero ya no podía retractarse, así que lo miró a los ojos directamente.
No fue hasta entonces que se dio cuenta que los demás chicos también estaban ahí, el ambiente se había tornado incomodo, ellos no sabían a donde mirar. A ella ya no le importaba lo que ellos pensaran o lo que podrían llegar a deducir, lo único que quería era alejarse de Max, quería regresar a la fiesta y seguir bailando.
— Chicos — Cassandra hablo — Siento entrometerme, pero creó que será mejor irnos antes de que... — Hizo silencio repentinamente.
— Demasiado tarde — Thalía señalaba al montón de vampiros que habían llegado de la nada y los tenían rodeados.
Eran quince contra cinco, eso no era muy justo. Estaban metidos en un enorme problema, los vampiros empezaron a atacarlos, ellos intentaban defenderse, pero eran demasiados y ella no era de mucha ayuda, aunque se defendía como podía, su dolor de cabeza no la dejaba pensar ni actuar a voluntad, Un vampiro trató de llevársela, pero Max hizo volar una daga hasta su corazón e inmediatamente se deshizo en polvo. Tessa había comenzado a alucinar, en vez de polvo vio pequeñas luces de colores que volaban por todos lados, parpadeo varias veces, las luces desaparecieron. Mientras los chicos intentaban, en vano, acabar con la pelea, Thalía les hizo ceñas para que se acercaran a ella, cuando estuvieron espaldas unos con los otros, Thalía creo un remolino de aire sobre sus cabezas y lanzo la botella de agua vendía destapada. El agua bendita se esparció sin control sobre sus cabezas llegando a alcanzar a la mayoría de los vampiros, estos inmediatamente se dispersaron.
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Luna Sangrienta
FantasyTiempos oscuros se acercan. Muchas verdades saldrán a la luz, y un misterioso secreto será revelado.