Luna Sangrienta

capitulo 23

Antes de irse paso por cada una de las habitaciones, despidiéndose de cada uno de ellos en silencio, le dio un tierno beso a Max. Empleo el hechizo que la haría parecerse a la Halia, lo había aprendido de Batzel. Salió por la parte trasera de la casa sin mirar atrás, su plan estaba en marcha. Se adentró en la oscuridad del bosque donde ya la esperaba Juliam. mitad del bosque se consiguió con Juliam que por primera vez no le hizo nada, claro tenía el aspecto de Halia. Y él estaba interesado era en Theresa. La condujo hacia la cabaña de las Anderson donde estaba la mujer esperándola y le sonreía muy amablemente.

— Mi pequeña — Se acercó y la abrazó — Te he esperado tanto tiempo.

— H- hola — Dijo temblorosa — Me-me alegra por fin conocerte.

— Tenemos mucho de qué hablar — Miro hacia la ventana — Pero primero, debes tomar algo caliente el frío de la noche te puede hacer daño.

Rouse enserio parecía una madre amable y cariñosa que se había encontrado con su hija pérdida, Tessa le recibió la bebida, cuando le dio un sorbo comenzó a sentirse mareada, hasta que cayó en el regazo de Rouse.

Los Clearsthon despertaron confundidos. se reunieron en el pasillo y se dieron cuánta que a todos les había pasado exactamente lo mismo, fueron a la habitación de Halia corriendo, pero ella no se encontraba ahí, luego fueron a la habitación de Theresa, la vieron dormida en la cama, se acercaron lentamente y para sorpresa de ellos. Era Halia. La chica que también estaba despertando de su sueño y los miraba confundida.

— ¿Dónde está Theresa? — Pregunto Cassandra asustada.

— Ella... Ella — La chica suspiro — Ella estaba aquí conmigo — Estaba intentando recordar — Me dijo que todo estaría bien, que intentará conversar con ustedes dos — dijo señalando a Thalía y Gabriel — para que todo se arreglará, también me dijo no me preocupara por nada, que Max me protegería y que Cassandra era la mejor persona que conocía... Luego me dormí.

Sobre la mesa de noche también había dejado una pequeña nota.

"Los quiero"

— ¡MALDICIÓN! — Dijo Max a gritos arrugando el pequeño papel — NO, NO NOS ESTABA TRAICIONANDO — Miro a Cassandra muy fríamente — ESTABA TOMANDO TODO POR SU CUENTA. TRATA DE PROTEGERNOS.

Cassandra estaba pasmada, se sentía demasiado mal por haber dudado de ella.

— ¿Ahora que carajos vamos a hacer? — Thalía estaba alterada, no se dejaba de caminar por toda la habitación

— Lo único que podemos hacer ahora — Suspiró Gabriel — Debemos ir por ella.

— ¿Pero a dónde?

— El claro... — Cassandra por fin había comprendido su visión — No entiendo — estaba confundida — No podía ver el futuro de Tessa... — Abrió los ojos como platos — Claro, estaba viendo el futuro de Rouse. Tessa se disfrazó de Halia, por eso la ví en los brazos de Juliam — Miro a todos — Es hora de irnos, busquen todo lo necesario, no tenemos tiempo que perder.

Tomaron sus cosas y salieron a la noche oscura en busca de su amiga.

Tessa estaba en un claro, en medio de este había una especie de mesa hecha de piedra, Tessa imagino que sería la mesa del sacrificio. Intento moverse, pero estaba inmovilizada, Rouse estaba preparando unas cosas para el ritual. Siguió buscando y vio lo que realmente quería ver. Kat y Marcus estaban suspendidos en el aire totalmente inconscientes.

— Oh, que bueno que ya despertaste hija mía — Rouse se acercó a ella, sus ojos eran rojos como el fuego y su voz pretendía aparentar amor — Lo siento, tenía que inmovilizarte, no podía correr el riesgo de que despertarás y quisieras correr. Oh mi pequeña y tierna Hanya.