Luna Sangrienta

Capitulo 20

— Tessa — Thalía había entrado a la biblioteca — ¿Qué sucede?

— Nada — Se limpio las lágrimas y sonrió — No es nada, solo...

— En cuanto digas que te entró una basurita en el ojo... — Dijo Thalía fingiendo seriedad — Te haré llorar de verdad.

Tessa se río y se sorbió la nariz.

— ¿No te habías ido a dormir? — Le preguntó cambiando el tema.

— Si, pero no puedo dormir — Se encogió de hombros y se sentó junto a ella. — Pero no me cambien es tema ¿Qué tienes? — Exigió saber.

— Kat y Marcus... — Se mordió el labio.

— Ellos estarán bien —Thalía estaba intentando animarla — Háblame de ellos.

— ¿Por qué mejor no lo vez ti misma? — Le tendió la mano.

— ¿Segura? — La había tomado por sorpresa.

— Totalmente Lía — Tessa le sonrió.

Thalía le devolvió la sonrisa.

— ¿Vienes? — Le preguntó amablemente.

Tessa se acordó cuando fue con Thalía por accidente. Le entró escalofríos.

— Creó que paso. — Dijo arrugando la nariz y negando con la cabeza — No es muy agradables ser fantasma.

— Te acostumbras.

Thalía sonrió, le tomó la mano, la primera vez que lo había hecho, había sido muy brusca, pero esta vez fue más delicada. Tessa vio como los ojos grises de la joven se nublaban y la vista se le perdía, se imaginó a Thalía hurgando en su mente. Pero esta vez no le incómodo. Luego de un rato, Thalía volvió en sí, soltando a Tessa.

— ¡wow! — Exclamó Thalía — Si que son unos buenos amigos...

— Los mejores — Luego agregó — y ustedes no se quedan atrás.

— Después de todo esto, por favor no te apartes — La tomó de la mano nuevamente — Ya eres parte de nosotros.

Tessa sonrió, realmente su relación había cambiado mucho, para bien.

— ¿Cómo hicieron para salir de la casa sin que nadie los viera? Creí que el glamour de las hadas — Al mencionar a las hadas se estremeció — Se había terminado anoche.

— Sí, se terminó — Afirmó Thalía — Pero está mañana, mientras dormías, le mandamos un mensaje instantáneo a nuestros padres, y pedimos permiso para ir al pueblo, no nos pueden tener encerrados día y noche. Y aceptaron.

Cassandra entró en la biblioteca, seguida por los chicos.

— No puedo dormir, estoy muy impaciente es mejor que nos vayamos ya, tenemos muchas cosas que hacer — Suspiró — Espero y consigamos algo.

Tessa se dio cuenta que Cassandra estaba algo distante con ella, no le hablaba más de lo necesario, ni siquiera la miraba directamente.

No habían logrado conseguir la dirección de aquella familia, así que pasaron todo el resto del día intentando dar con ella, pero, por más que intentaban, no lograban nada. Ya frustrados y de regreso en casa, siguieron la búsqueda, revisaba los directorios, la lista de visitantes una y otra vez, pero nada, estaban en un callejón sin salida. Tessa se había colocado la cadenita e intentaba sacarle alguna información, pero lo único que precia hacer, era iluminarse al contacto con la piel.

Frustrados, estresados y exhaustos lo chicos decidieron tomarse un momento para descansar e ir a comer algo. Mientras comían todo estaba en un silencio sepulcral, ni siquiera se miraban. Tessa frustrada con todo esto empezó a pensar en Halia, en lo poco que sabía de ella. suspiro cerro los ojos y se dio un pequeño masaje en la cien para ver si así despejaba un poco su mente y pensaba mejor, debía haber algo que se les haya escapado.

"Al abrirlos, se encontró en una pequeña calle del mundo simple, iba caminando y saludaba a vecinos que ella no conocía. Al final de su camino llegó a una pequeña casa color beige, con un modesto jardín lleno de lindas flores. Dentro de la casa, saludo a los que parecían ser sus padres y hermanos, que no le dieron importancia a su llegada, de hecho, la ignoraron. Tessa estaba confundida, no sabía dónde se encontraba, ni que había ocurrido, pero decidió seguir para saber de quien se trataba. Subió corriendo unas pequeñas escaleras y entró a una hermosa habitación decorada al estilo gótico, tenía muchas cosas, incluida la bandera del país donde se encontraba, Tessa no comprendía que hacía en la mente de una persona de otro país. Se quitó la mochila y la puso sobre la cama, reviso su celular, para luego mirarse al espejo, Tessa reconoció inmediatamente a la chica reflejada, estaba sorprendida, no lo podía creer, estaba en la mente de Halia. la había encontrado. La chica se sentó en su cama y abrió un cuaderno que tenía marcado el nombre y la dirección de Agatha Thompson."

Tessa volvió en sí y se dio cuenta que todos la estaban observando inquietos. Tessa sonrió triunfante y por fin se rompió el silencio en la mesa.

— Se dónde está — Dijo, mirando de uno en uno a los Clearsthon.

— ¿Qué? — Preguntaron sorprendidos.

— ¿Te puedes explicar? — Gabriel le hacia la pregunta muy confundido.

Tessa les explico lo que vio, sin embargo, no sabía cómo explicarles por qué lo vio.

— Espera, ¿cómo es posible eso? — Preguntó Cassandra que, por primera vez en todo el día, la miraba directamente a ella — No es posible que hayas entrado en la mente de alguien con la cual no has tenido contacto alguna vez en tu vida. Además, no se supone que ella estaba aquí.

— Yo estoy más sorprendida que ustedes, créanme — Tessa ya se estaba levantando de la mesa — Pero luego buscaremos una explicación a eso. Necesitamos irnos ya.

todos se pusieron de pie, sin pedir más explicaciones, decidieron que iban a viajar atreves de un portal, así sería más rápido y seguro, para que sus padres no se enterasen que habían dejado el pueblo para ir al mundo simple.

El portal los arrojo en un estacionamiento, a unas cuantas calles de la casa que estaban buscando. todavía no sabían que iban a hacer, pero decidieron avanzar de acuerdo a como se dieran las cosas, también decidieron que solo las chicas entrarían, ya que ellas contaban con los poderes necesarios para averiguar si estaban en lo cierto. mientras que Max prepararía el portal de regreso y Gabriel Creaba una ilusión en toda la casa, esta iba a dar la impresión a los vecinos que la casa estaba vacía, por si alguien le daba por visitar.

— Max — Gabriel llamó su atención después que las chicas se fueran — Sobre Theresa...

— No pasa nada entre nosotros — Dijo a la defensiva.

— ¿No? — Preguntó cruzándose de brazos — Eso no fue lo que vi en la biblioteca — Max quería hablar, pero Gabriel lo detuvo — Escúchame, sé que sientes algo por ella — Aclaro su garganta — Desde que la conocí tuve una conexión con ella, siento que debo protegerla, del mismo modo que lo hago con Cassi y Thalía, la veo como una hermana — Luego confesó — Al principio sí. No te lo negaré. Creí que me gustaba, pero, con el pasar de los días, me dí cuenta que no es así. Solo la veo como hermana y no me gustaría que sufriera. — Lo miró de forma amenazante — Si no sientes nada por ella, y yo estoy equivocado, que no creo que sea el caso, déjala tranquila. — Le advirtió — Pero, si estoy en lo correcto, no la hagas sufrir.

— Jamás le haría daño, te lo prometo — Con esto último murió la conversación.