Soy un ganador y no un perdedor, así soy yo...
Jay y Jake son despedidos de su trabajo por dos "niños fresas", mismos que terminaron robando su corazón.
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- ¿De qué hablas wey? - Lo miró confuso. ¿Acaso a su amigo le había gustado un de esos niños...
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//03: 30 PM// Domingo
Sunoo, Jungwon y Sunghoon se encontraban en la fonda de Doña Carmen, solo que este último estaba molesto porque había prometido no volver a estar en ese lugar, pero Jake no estaba ahí así que se quedaría ahí. Además, le gustaba estar con sus amigos y los otros dos chicos.
Y debía de admitir que también le gustaba como lo trataba la mamá de Jay y Ni-Ki, se sentía cómodo a su lado, cosa que no pasaba con sus padres a la hora de comer.
Le generaba risa como Doña Carmen le insistía a él y a sus dos amigos comer más tortilla porque estaban muy ñangos y flacos. Por eso mismo se encontraba comiendo junto a los demás.
Jay seguía comiendo lo que su mamá le había servido, pero sabía que Jake no iba a llegar por Sunghoon. Porque ya había pasado una semana y ninguno de los dos chicos se había visto nuevamente desde la última vez que los encerraron.
La mayor sorpresa de Jay fue cuando vio como el Jake se asoma para verlos y por ser uno de los únicos, ya que solo habían dos mesas más con solo dos o tres personas cada una, fue más fácil que Jake visualizará a sus amigos y sobre todo a Sunghoon.
Pero tan pronto como Jake lo vio decidió salir del lugar y mejor hacerse de comer en su casa, cuando dio los primeros dos pasos sintió una mano sobre sus hombros.
Al girarse vio que se trataba de su amigo, Jay, pero no le había hablado tanto porque sabía que él y Ni-Ki habían sido parte de lo que habían hecho.
— A ver, Jake, ya. ¿Qué pedo contigo? ¿Qué mosca te picó o qué? — lo soltó.
— No me pica nada, Jay. ¿Ta bien? He estado ocupado.
— ¿Ocupado en que cabrón?
— ¿Tengo qué responderte todo? Como hartas de veras.
— ¿Ves? Nada más fíjate cómo me estás hablando ahorita — Jay reclamo, tenía razón, debía calmarse.
— Dispensa carnal, es que — giró para ver a los chicos de la fonda— al rato nos vemos cuando no estés con esos weyes ¿va? — se dispuso a seguir su camino.
— Na, na, Jake. Ya, wey, cálmate — intentó razonar con su amigo, lo detuvo — . ¿Es por Sunghoon? Literalmente no te habla para nada, no ha hecho nada pa que estés así.
— ¿¡Neta me estas diciendo que nada?! Wey, te recuerdo que por su culpa me llamaban joto y me hacían albur por cualquier cosa, que me echaran pleito a cada rato ¿neta no me hizo nada? ¿Qué? Ese problema lo causo él y no me lo vas a negar.
— Eres tú quien también está exagerando, Jake. Arreglamos todo, ya no te molestan
— Sí, después de una verguiza que nos dieron — respondió sarcásticamente.
