Soy un ganador y no un perdedor, así soy yo...
Jay y Jake son despedidos de su trabajo por dos "niños fresas", mismos que terminaron robando su corazón.
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- ¿De qué hablas wey? - Lo miró confuso. ¿Acaso a su amigo le había gustado un de esos niños...
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— ¡Ya cállate y déjame en paz! — le gritó aún sin querer mirarlo, estaba sumamente ofendido.
— Órale, neta, neta Soobin, con que a esas vamos ¿verdad? ¡Me lo tas jurando? ¿Segurote?— preguntó ya molesto y todo.
— Ajá, vete por tu lado y yo por el mío, adema- — no pudo seguir, pues sintió como unas manos lo tomaban de la cintura y de la espalda — . ¡¿Pero qué crees que estás haciendo!? — se removía — . Que me quites las manos de encima te digo — Yeonjun solo escondía su rostro detrás de la espalda de su novio y se quedaron en silencio.
— Que lo sueltes hombre — Beomgyu se acercó a ellos.
— ¡No te metas! — le gritaron los dos al unísono, cosa que hizo retroceder al chico y siguieron abrazados, o algo así. Solía estar acostumbrado a los regaños de Yeonjun, pero si era con Soobin pues era mejor no jugarle al vivo.
Al ver que ya ninguno de los dos se gritaba entre sí Jake decidió interferir.
— Ahora sí ya que estamos todos un poquito más calmados — dio un paso enfrente — ¿pueden decirnos qué pasó? — miró al más alto — . O al menos ¿puedes explicarle a Yeonjun porqué estás así ora con él? — debían hablar entre ellos, era lo mejor, pero aún así él también quería saber qué había pasado, tal y como todos en la habitación. No era que fuera chismoso, pero todos querían saber porque se habían puesto así.
Yeonjun se separó un poco de Soobin para verlo a la cara y escuchar atentamente qué fue lo que hizo mal.
— Le invitó a unas chavas unos esquites en el mercado — dijo al fin, en tono bajito, pero audible.
Todos se quedaron con los ojos bien abiertos, miradas los apuntaban a ambos.
— ¿Y ya? ¿Nada más por eso? — preguntó Heeseung intrigado y sin poder creerlo. Soobin lo fulminó con la mirada, lo que le faltaba ahora era que sus amigos estuvieran del lado de Yeonjun.
— Rey, eso te lo puedo explicar, te lo juro-
— ¿Ah sí? ¿También me puedes explicar por qué fingiste no verme cuando estabas con ellas? — Yeonjun abrió la boca para defenderse pero no pudo. — Y no me vengas con el cuentito de "no te vi". Me dejaste ahí como menso mientras estaban hable y hable, riéndote de quien sabe que con ellas.
— Ya, ahora ¿me dejas explicarte? — Soobin asintió levemente cruzándose de brazos.
— A ver con que cuento me sales.
Los presentes nada más se quedaban callados, tanto los que conocían a Soobin de más tiempo como los que no estaban a la expectativa de que sucedería.
— Les compré los elotes porque cuando iba de camino a recogerte a la tienda de tu mamá pues choqué con ellas, entonces pues les regué sus esquites en plena calle. Tonces pus por eso se los repuse hombre. Y lo segundo, no te hablé ni nada porque tu jefecita le debe a la mamá de una de esas dos, si te veía ahí luego luego te iba a reclamar porque no le han pagado. No quería que te reclamara ahí entre todita esa gente.
