Soy un ganador y no un perdedor, así soy yo...
Jay y Jake son despedidos de su trabajo por dos "niños fresas", mismos que terminaron robando su corazón.
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- ¿De qué hablas wey? - Lo miró confuso. ¿Acaso a su amigo le había gustado un de esos niños...
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— E-eunha — Jungwon separó su cuerpo rápidamente del de Jay.
Jay seguía en silencio, pero con la mirada gacha, se sentía nervioso y asustado, mientras tanto Eunha seguía quieta, con los ojos bien abiertos. ¿Era verdad lo que había visto?
— Me mentiste — sus manos temblaban — , me mentiste — sus lágrimas comenzaban a correr — ¡eres un mentiroso!
— No-no — su hermano menor intentó acercarse a ella — , no, hermana — iba a posar una mano en su hombro, pero su hermana no se lo permitió.
— ¡Déjame! — salió corriendo hacia su habitación.
Nuevamente el menor intentó correr para lograr alcanzarla, pero la puerta fue fuertemente azotada enfrente de su cara, escuchando de inmediato el seguro de la puerta.
— Hermana, por favor, abreme — pedía Jungwon con lágrimas en su rostro — . Eunha, por favor — recargó su cabeza en la puerta.
— Wonnie — Jay se acercó a él, quería decir algo más, pero fue interrumpido cuando Jungwon lo comenzó a abrazar con fuerza, tratando de ahogar su llanto.
— Jay — sus lágrimas comenzaban a mojar la ropa del más alto — , mi-...mi hermana.
— Calma chaparrito — frotaba su espalda, intentando controlar su llanto.
Junwon negó en repetidas ocasiones, tenía miedo, miedo de lo que podría decir su hermana sobre él, de que le diga a sus abuelos, que ahora su familia lo comience a tratar como si tuviera algo más. Que lo terminarán alejando de Jay, que lo insultaran.
— Vamos a tu cuarto, ¿va? — Jay comenzó a guiar a Jungwon al cuarto de este.
Jungwon arrastraba sus pies, sin ganas de nada. Sus ojos estaban hinchados y rojos de todo lo que había llorado, seguía sorbiendo su nariz o se limpiaba con su ropa.
Cayó acostado en su cama, e hizo su cuerpo bolita, su llanto nuevamente se volvió a hacer presente mientras que su cuerpo comenzaba a hacerse bolita. Jay con tan solo verlo sentía como se le partía el corazón.
Mordía sus labios con nerviosismo, miraba el cuerpo de Jungwon y luego la puerta. También se sentía asustado y con miedo, pero no podía imaginar cómo se podría sentir su novio, le recordaba por un momento a su hermano menor.
— Won, intenta calmarte — no sabía qué decir — , Eunha solo está sorprendida por lo que vió, pero ella no podría odiarte, neta. Se ve que te quiere un chorro.
— ¿De verdad? — preguntó como si fuese un niño pequeño, esperando poder confiar en las palabras que su mayor le decía.
— Lo juro — besó la mano de su menor — , ella te ama, ¿si? Solo deja que se calmen un poco las aguas para que puedas hablar con ella — comenzó a recostar su cuerpo para quedar más cerca de su contrario.
