𝐔𝐍 𝐀𝐓𝐀𝐉𝐎 𝐇𝐀𝐂𝐈𝐀 𝐄𝐋 𝐀𝐌𝐎𝐑 - 𝐉𝐀𝐘𝐖𝐎𝐍/𝐉𝐀𝐊𝐄𝐇𝐎𝐎𝐍

MÍO

— Esperate ¿cómo?

— Sí, o sea — Eunha le puso enfrente los boletos — compré boletos para ir a la feria — le dió uno y Jay lo tomó.

— ¿Cómo? ¿No era gratis? — recordó la feria que solía ponerse por su colonia los días festivos.

— Ay, que ocurrente eres — río y Jay solo sonreía confundido — me cambio y nos vamos ¿sí?

— Chale — Jay se quedó mirando el boleto — aprecio el detalle y todo reina pero es que- — alzó la vista y Eunha ya no estaba. Quería decirle que no podía, pero el hecho de que ella ya había pagado su entrada lo detuvo, no quería ser grosero ni mucho menos ser maleducado.

Jungwon y sus abuelos solo veían la escena desde la cocina, Jay había llegado al apartamento a petición de la pareja. Ellos solo murmuraban sobrero lo lindos que se veían su nieta y Jay. Jungwon estaba algo harto de la situación, pero no podía decir nada, se limitaba a solo escuchar.

— Wonnie — la voz de su abuela lo sacó de sus pensamientos — vete a arreglar, andale.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Vas a ir con tu hermana a la feria, para que la cuides.

Jungwon se iba a negar, no quería ser "mal tercio" aunque las cosas no eran de esa manera. Se quedó pensando y no tenía nada de malo, quizá así podría de cierta manera podría asegurarse que su hermana no hiciera algo o intentara algo con Jay, de igual forma no estaba tan contento con él en este momento.

Jungwon asintió y subió a su cuarto. Inmediatamente tomó el teléfono y marcó el número de su mejor amigo, Sunghoon, en lo que esperaba una respuesta jugaba y enroscaba el cableado del teléfono fijo. Finalmente obtuvo respuesta, y pidió que por favor viniera, que no quería estar solo con su novio y su hermana dado que terminaría siendo bastante incómodo y que no tenía de otra puesto que sus abuelos le pidieron ese gran favor. Su mejor amigo entendió de inmediato, conocía a Jungwon y claramente accedió y le dijo que no tardaba en llegar, siempre se habían apoyado mutuamente, este caso no sería la excepción..

Dieron las 3 de la tarde Jungwon termino de arreglarse, esta vez demoró más tiempo puesto que durante todo el rato se la pasó viendose al espejo, cambiando su camiseta, o incluso todo el conjunto de ropa que llevaba puesto, no se sentía bien, no le gustaba como se veía. Al ver el reloj de la pared se dió cuenta que ya debía irse, rápidamente tomó la ropa que le desagradaba menos, se vistió y bajó a la sala. Sus abuelos al parecer se habían ido a trabajar porque había mucho silencio en el lugar y Jay seguía sentado en la sala esperando tal y como lo dejó Eunha.

El mayor al ver a Jungwon entrar a la habitación sonrió, se levantó del sillón y se acercó a él rápidamente sin apartarle la mirada.

— Buenas... — tomó al menor de las manos y lo miró fijamente, hace algunos días que no habían estado así de cerca dado que siempre estaba Eunha de por medio — pensé que habías salido.