Dos Almas Afines

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En mi cabeza desde aquella mañana he estado reproduciendo una misma canción, me apareció en mi Spotify y creo que es una buena muy buena, me ayudó mucho para agarrar fuerzas para salir de mi casa, «Hold the Line» de TOTO. Dioses, que buena canción, algo en ella me llenaba de energía. Tal vez debí habérmela puesto en loop durante toda la competencia para estar viviendo constantemente una escena épica de acción.

Pero ahora me encontraba en un cubículo, y aquella canción se reproducía de una manera lejana, como si yo estuviese en los baños de una discoteca, ahogada en penas escuchando aquella canción como un recuerdo... Vaya, eso sonó muy específico. No sé de dónde salió eso.

Oh, pero claro creo que primero debo explicarles cómo es que terminé aquí. Regresemos un poco en el tiempo.

―¡¡Del curso de héroes ella es, Izuku Midoriya!!

Caminé hasta el centro del área de combate. Allá afuera podía dudar lo que quisiera, pero aquí no. ¡Aquí tenía que ser fuerte! Estaba lista para lo que fuera que viniese.

―Contra... ¡Lo siento mucho pero no has destacado en nada aún! ¡De los estudios generales, Shinso Hitoshi!

Arrugué mi cara un segundo, esa no fue una buena presentación. Miré hacia la cabina de comentaristas, pensando que Present Mic pudo haberlo hecho mejor. Pero ahora sabía su nombre.

―... Shinso Hitoshi ―recité su nombre como un encanto. Era un chico peculiar, no en un mal sentido pero sí que era inusual.

Nos indicaron cuales eran las reglas, que se podía permitir, que no; cuando era válido renunciar y que Cementoss estaría vigilando para que ninguno resultase herido de gravedad; me alegraba saber que ahora si podríamos contar con Recovery Girl. No es que estuviese ya contemplando que huesos quebrarme pero era reconfortante saber que no quedaré inválida por siempre.

Miré hacia las gradas hacia donde estaban mis amigos viéndome, Kacchan a pesar de estar sentado de forma aislada, a su lado tenía a Kaminari. No pude evitar sonreír, Kacchan había hecho amigos.

―Oye.

Me llamó Shinso en un tono brusco.

―Que el combate ya empezó ¿Acaso piensas seguir jugando a la porrista infantil todo el día? Pensé que serías alguien más seria.

Solté un respingo de sorpresa, todavía tenía algo presente la información que me proporcionó Ojiro durante el descanso, así que lo primero que hice fue hacer una reverencia insistente. ¡No lo estoy subestimando en lo absoluto!

―Hmp. Así que ese mono ya te lo dijo ¿no? Te dijo lo que puedo hacer.

Mis labios estaban sellados ¡De mi no tendrás ni una palabra!

―Nos dijeron que podíamos rendirnos pero ¿No crees que el rendirse es solo para los que no merecen estar aquí? Significa que su determinación no fue lo suficientemente fuerte para estar de pie en este escenario. Ese mono... no merecía llegar a la última fase.

Una vena saltó en mi cien, apreté los dientes y corrí para atacar de frente, tengo que tener cuidado de no lastimarlo ¡Debo hacerlo cuidadosamente! Ya he inmovilizado a varias personas antes ¡Con él podría hacer lo mismo!

Pero no esperé que él supiese maniobrarme a mí ¡¿Qué...!? Ocupó mi propia fuerza para someter mis brazos detrás de mi espalda, forcejeé pero no quería hacerlo tan fuerte ¡No quiero lastimarlo!

―Empezamos este desafío con movimientos de defensa personal, parece que ambos quieren tener sus reservas del otro, aunque Midoriya dió la iniciativa, pareciese que Shinso está en control de la situación ―comentó el profesor Aizawa, más que dar un entretenido monólogo le gustaba más describir lo que veía. Dentro de mí me rehuse a pensar que Shinso era el que tenía el control, aunque es difícil negarlo estando atrapada en su agarre.

My Heroine Academia IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora