My Heroine Academia II

Nada es lo que Parece

¿Alguna vez has considerado la idea de hacer daño por una causa más grande que tú? Cuando has presenciado lo peor del ser humano, simplemente tu cable de la cordura se rompe como una fina hebra que ha luchado por mantenerse, y crees que erradicar este mal, es la única salida.

Las protestas, los discursos frente a los civiles, las denuncias ya no son suficientes para eliminar esa mancha negra que envenena nuestra sociedad, creo que nunca ha habido alguien como yo antes. Pero tenía que hacerlo, así que decidí ser ese "alguien" y tomar el rol en mis manos.

He matado gente, soy un asesino sí.

Ya no hay nada que me sorprenda, estoy consciente del castigo que me espera una vez que me atrapen. Pero mientras ande libre, mi trabajo será purgar este mundo de cucarachas vestidos en trajes ridículos y capas.

Mi nombre es Stain, el asesino de héroes. Stain.

Estábamos en la estación principal de Tokio, la más grande de todas, nos sentíamos incluso como en un aeropuerto, todos llevábamos nuestro uniforme y nuestros maletines donde cargamos nuestros trajes. Como éramos un grupo grande y nuestras caras ya habían salido en televisión la gente se detenía a vernos. El profesor Aizawa nos había escoltado hasta la estación en donde comenzaría nuestra misión como practicantes.

Todos recibimos la dirección a la cual debíamos de llegar, yo iba hacia la prefectura de Yamanashi que estaba a poco más de media hora de aquí en tren bala.

一Muy bien escuchen todos, a partir de aquí nos separaremos. Escuchen a sus superiores, no hagan nada que perjudique su imagen o la de la escuela, pórtense bien y controlen lo que sale de su boca. Eso último va para ti Bakugo.

Kacchan va a tener un mal rato, el 90% de lo que sale de su boca son groserías; chasqueó la lengua y soltó una maldición en voz baja. Él iría con Best Jeanist, uno de los héroes que encabezan la lista top de Héroes en Japón ¡Todo un privilegio! Y lo mejor es que él no tendría que viajar tanto como nosotros porque se ubica en Tokio.

一¡Sí, profe! 一exclamó entusiasta Ashido.

一Dilo bien, se dice «sí, señor».

一Aw, sí señor.

一Bien, váyanse para que agarren con tiempo el tren.

Nos dispersamos y busqué rápidamente a Iida con quien no he podido hablar con franqueza desde nuestra "brillante" idea para hacerlo hablar de sus sentimientos, él caminó sin ver hacia atrás así que me apresuré para alcanzarlo, Uraraka pensó lo mismo y apretó paso para tratar de hablar.

Solo queríamos hacerle saber.

一Iida 一habló Uraraka.一 ¡Iida, espera!

El chico se detuvo de golpe, pero no volteaba a vernos, me tragué mis nervios y dije:

一Iida, perdonanos cuando el otro día intentamos hacerte hablar con nuestras tontas ideas, en lugar de simplemente pedirte que hablaras con nosotras.

Uraraka asintió, me consta que ella ha estado muerta de preocupación y quisiera que Iida supiera que estamos ahí para él.

一No fueron tontas ideas, realmente las considere 一respondió él en automático, no sentía nada genuino en su voz.一 Siento haberlas preocupado pero en serio... Yo estoy bien.

A este punto no sé qué decirle para poder ayudarlo, porque una vez en su semblante percibí algo... ominoso. Una sensación en mi estomago me quiso advertir pero no hice caso.