¡La Casa de Poder, U.A!

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El primer registro que se tuvo de los dones ocurrió en Qingqing, China. Un bebé que emitía luz propia. A partir de ahí, se comenzaron a manifestar personas con poderes particulares, debido a que todo esto comenzó más como un fenómeno inexplicable se consideró más como un don, o una particularidad. Aunque existen investigaciones para determinar qué fue lo que detonó este milagro todavía es una verdad desconocida.

Los dones fueron "rápidamente" aceptados en la sociedad, y la profesión de "héroe" surgió en un mundo dónde todavía no existían regulaciones adecuadas para mantener este caos. Fue así también que se determinó que en la actualidad el 80% de la población mundial posee un don. Aquellos héroes se dedican a salvar personas, evitar accidentes, auxiliar al que lo necesite.

¡Yo también quería ser un héroe tan genial como All Might! Sin embargo... tuve la desdicha de nacer sin un don, mi madre podía atraer objetos pequeños, mientras que mi padre... no conocía lo suficiente de él. Por mucho que intenté manifestar un don este nunca apareció, y fue así como comencé a llevar una vida aceptando un sueño que no estaba destinado a ser.

Pero el destino puede cambiar. Todo empezó cuando All Might me rescató de un villano, él vió algo en mí que juraba podía hacerme una heroína como siempre lo había soñado. Él me otorgó el One for All. Desde entonces me he dedicado a convertirme en una digna sucesora.

Me he roto los brazos, las piernas, los dedos, me impacté contra una señalética, caí encima de un árbol, me teletransportaron a una caída libre de cinco metros directo a un lago artificial, derroté villanos y he llorado. He llorado mucho...

Hasta ahora ha sido un camino difícil, no hay forma de cómo negarlo pero esta sensación de adrenalina en mi corazón me inspiraba mucho a continuar, nunca había estado tan segura de lo que había querido hasta ahora.

Esta historia continua, la historia de cómo me convertí en la heroína más fuerte.


Era un fin de semana resplandeciente, Musutafu lucía seguro gracias a los héroes de la zona. Y yo también he intentado hacer algo discreto por mi parte, me encontraba a mitad del barrio realizando mis estiramientos matutinos, mi celular se encontraba en el suelo reproduciendo la canción #45 de mi lista de reproducción: «It's about damn time».

Estaba apenas empezando a comprender las bases del One for All, pero sabía bien que había ciertas habilidades que tenía que pulir, como el correr, saltar, brincar, esquivar. Una vez acabo de estirar, guardé mi celular y me puse mis audífonos y comencé a correr, a escalar y brincar cuanto obstáculo haya en mi camino. Ya lo había mencionado antes, pero Musutafu sí tenía si uno que otro problema en mano. Me di cuenta cuando al trepar un pequeño local, justamente encontré al señor al que había temido tanto volver a encontrar.

―¿Estás buscando bronca conmigo, cabrón?

Ese sujeto... el mismo hombre dueño del perro que Kacchan y yo habíamos rescatado... bueno, básicamente secuestramos al perro sí, pero vaya que viendo esta escena, estoy agradecida de que hicimos algo. El sujeto estaba notoriamente ebrio a horas del día, con un temperamento igual o más agresivo que el de Kacchan.

El sujeto se encontraba intimidando a un civil que venía de paso. No podía permitir que avanzara más.

―¡N-no, para nada! ―chilló el civil alzando sus manos.

―¡Me miraste por arriba del hombro, pedazo de basura! ¿¡Creíste que no lo iba a notar!?

―¡No lo hice, no lo hice, lo juro!

Me bajé del techo en una voltereta y aterricé con mis dos pies en el suelo... tropecé un poco en el proceso, pero era algo que debía pulir. El sujeto ebrio y el civil se sorprendieron de verme... huh, creí haber sido sútil.

My Heroine Academia IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora