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Miguel O'hara

Estaba nervioso, habían pasado días desde la última vez que la vi, y todo era por mensaje, a veces nos contestabamos, ya que el trabajo de ambos era algo ajetreado.

Cuando entre de nuevo al bar, no pude evitar traer a mi mente nuestro primer encuentro, deseaba tanto verla, y cuando camine un poco más adentro, la vi, sentada en la barra, con ese vestido, ese malditamente hermoso vestido azul, qué tenía un hermoso encaje en la espalda, no tan pronunciado, pero lo suficientemente hermoso para hacer volar mi mente.

Me acerque sigilosamente, mi corazón dio un vuelco cuando pude percibir la fragancia qué llevaba.

—¿Esta ocupado este asiento? — la llame de manera relajada, aunque no era lo mismo para mi corazón

—Adelante— ella sonrió en cuanto supo que era yo, se inclino un poco hacia mi, dejándome ver, el hermoso collar qué le regale.

—Veo que esta sola esta noche, ¿Le molesta si la acompaño? — Sugerí, de manera muy tranquila

—Mmmh me gustaría, pero estoy esperando a alguien— Ella volteo completamente hacia mi, dejándome verla de arriba abajo

—¿Y puedo saber quien es el afortunado? — nuestra distancia era cada vez menos

—Un hombre, qué me debe un contrato y espero pueda hacerme pasar una noche agradable— ella se inclino hacia mi, y no pude evitar ver su pecho.

—Debe ser un hombre afortunado, porque justo también estoy esperando a una mujer hermosa y muy asombrosa, ya que le debo un contrato— podía sentir nuestras respiraciones chocar

—Mmmh quizas el destino quiere que nos conozcamos bajo las circunstancias — Ambos estábamos lo suficientemente cerca

—Te extrañe _____—dije

—Yo también Miguel — y nos besamos

Las emociones acumuladas en mi corazón salieron a flote, sin duda la había extrañado tanto, y parece que ella no era diferente a mi, su beso era profundo, casi igual como el mio, no quería que nos detuvieramos, pero el aire era necesario.

—Te ves hermosa — no podía pensar en otra cosa

—Gracias, tu estas muy guapo en ese traje Miguel— Ella me sonríe, con un hermoso tono rojo bajo sus pómulos.

—Vayamos a una mesa— Sugerí

—Te sigo — tome su mano, para ir juntos a una mesa, pese a ser amplia, no nos separamos.

La música en vivo fue empezada un poco antes de lo previsto, y cuando estoy con ella, algo dentro de mi cambia.

—¿Quieres bailar? — le extendí mi mano, para tomar la suya

—¿Ahora bailas? — levanto una ceja, mirándome con asombro

—Solo si es contigo — ella sonrió y tomo mi mano.

Ella sujeto mi cuello, y yo su cintura, la pegue a mi, no quería distancia, quería estar junto a ella, y no parecía ser el único, ella recargo su cabeza sobre mi pecho, y yo simplemente sonreí, y acaricie su cabello con mi mentón.

Nos sumergimos tanto de nuestro momento que la música, cambio en varias ocasiones, pero ninguna apago nuestro momento.

—Siguiente pregunta y quiero que seas honesto— aún bailando, teníamos una conversación

—Adelante — mi mano acariciaba sutilmente su cintura

—¿Cómo y cuándo fue que te empecé a gustar? — dijo, y era para mi una pregunta difícil de responder, sobretodo si era ella quien la hacia

—No estoy seguro— evadí

—Ay vamos, claro que sabes, o bueno ¿Qué fue lo que hice para llamar tu atención? — cambio su pregunta, era astuta

—¿Estas segura qué quieres saber? — pegue su cuerpo al mio, haciendo que nuestra conversación sea un secreto entre nosotros

—Sabes que si— y ella pego su cuerpo también al mio.

—Bueno.... —pensé un poco lo que diría, porque sabía desde que momento ella captó mi atención— Due después de nuestra segunda reunión, yo comencé a pensar en ti con frecuencia, pero tengo un recuerdo muy vivido—ella aun me observaba atenta— Te había visto, en el campus, sentada junto a un árbol, estabas leyendo un libro, y de repente un perro se acercó a ti con alegría, tu lo miraste con ternura y la imagen de ti en ese instante no se borra de mi memoria, cuando lo recuerdo, la genuidad que demostrabas, me era cada vez más fascinante — suspire, realmente pasaban muchas cosas por mi cabeza en ese momento y cuando era universitario

—Vaya... — pude notar un sonrojo en sus oídos— Eso es muy lindo, no sé que decir — aún con ese sonrojo, me sonríe, tan hermosa.

—De verdad que, no se exactamente que fue lo que me atrajo, pero lo que sea que haya sido, me alegra que aun siga vivo, porque al día de hoy, no he dejado de estar enamorado de ti— La mire fijamente, para que no dudará de mis palabras, ella desató un hermoso sonrojo en sus mejillas y oídos haciéndome amarla más

—Miguel... —No me pude resistir, sus labios eran tentadores, cuando los unimos, me sabían a gloria infinita.

La música hacia eco, y mi corazón martillaba contra mi pecho, apostando qué incluso ella podría oírlo, la maldita falta de aire nos hizo separarnos, no hubo palabras solo un sentimiento de por medio. Seguimos bailando un rato más, y una pregunta surgió en mi

—_____ ¿Puedo hacerte una pregunta? — acariciaba su cabello con mi mentón

—Claro que si— su voz se oía relajada, amaba qué se sintiera a gusto en mks brazos

—¿Puedo saber también qué te atrajo de mi? — mi curiosidad no pude mantenerla a raya

—Pues... — la oí suspirar— En uno de nuestros almuerzos, recuerdo haber ido con ustedes a una cafetería, y Peter había ordenado por todos, y había pedido un pastel de mora, yo era alérgica, y cuando lo dije, tu tuviste la cortesía de comerlo por mi, aún sin conocerme, y creo que eso fue el comienzo— lo dijo como si de un preciado recuerdo se tratase, porque yo no lo recordaba, no pude evitarlo

Tome su mejilla, haciendo que alzará su mirada a mi, y la bese, como si mi vida dependiera tanto de ella como lo era el oxígeno, y ella me correspondía del mismo modo, haciendo danzar nuestros labios sobre los del otro.

En este momento, era él hombre más afortunado del mundo.

Sé Que Te Amo { Miguel O'hara × Tú} [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora