36 | Aquí empieza la verdadera historia

7 1 0
                                    

Mía

No, no, no, ahora no.

Levanté la mirada, Nick estaba frente a la puerta. Eider intentó levantarse y se recompuso con una cara de terror que solo me hizo querer explotar en carcajadas.

Así que todo este tiempo el odio que tenían entre ellos frente a los demás no era más que excusas para no admitir que se gustan.

— Una razón para que no te mate —las palabras que salían de Nick iban directo an Eider—, ¡ya!

Hipócrita.

— No hice nada —dijo al segundo pero Nick lo miró entrecerrando sus ojos cada vez más y el castaño siguió explicándose—, o sea si hice, me caí, pero no para estar encima de Mía, solo lo estaba, ¿sabes?, ay no lo sé, golpéame ya.

Clara entró a la habitación viéndonos a todos con pánico.

— ¡¿Qué carajos haces aquí?! —le preguntó a Nick.

— ¡No lo sé!, ¡aparentemente viendo a mi mejor amigo con mi... con Mía!

— ¡¿Qué hace él aquí?! —voltee hacia Clara preguntándole por Eider.

— ¡No lo sé! —me respondió.

— ¡¿No sabes que hace él aquí y estaban haciendo Dios sabe que cosas?! —me preguntó Nick.

— ¡¿A ti que te importa?!

— ¡Por Aidan pregunto!, ¡el pobre no merece esto! —respondió entre gritos.

— Pero a ti ni te cae bien —dijo Eider.

— Tu callate, traidor —dijo Nick señalándolo.

— ¡Que no hice nada! —se defendió.

— ¡Está sin camisa! —dijo Nick haciendo una mueca de molestia mientras descansaba bruscamente su brazo contra la puerta.

Bajé la mirada a mi sostén de color blanco liso.

— ¡Debiste decirme que estaría aquí! —tomé la toalla por la que Eider había resbalado y me la puse rápidamente encima del pecho.

— ¡Lo siento!

— Tu y yo vamos a hablar —dijo Nick mirando a Eider.

Ambos salieron de la habitación y quedamos solo Cara y yo dentro. No pude evitarlo y explote en carcajadas, se supone que estos dos se odiaban, no sé qué los habrá llevado a quedar en esta situación pero los únicos que negaban gustarse eran ellos mismos.

— Me alegra haber tenido razón —dije recordando todas las veces que lo insinué—, pero, ¿qué hacía Nicholas aquí?

— No lo sé, esto es tan... absurdo —se rió en voz baja—. Lo siento por no avisarte, no quería que nadie supiera, Eider me confunde.

— Cuando estés preparada lo hablaremos, mientras tanto necesito algo para vestirme.

Clara me ayudó buscando una camisa y al ya estar lista bajé las escaleras para dejarla cambiarse. Me encontré a Leah comiendo una bolsa de frituras en el comedor, me senté a su lado mientras tomaba unas cuantas papas de la bolsa.

— ¿A qué ha venido Nick? —pregunté.

— Quería hablar con Eider, le dije que probablemente estaba arriba pero hace poco los dos salieron, aunque pensándolo bien Eider iba en toalla.

No más preguntas.

— ¿Dónde está Fede? —cambié de tema rápidamente.

— Ha venido una chica, fueron al patio hace unos minutos, su nombre era...

Más allá del veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora