46 | Prestando amor

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Mía

— Entonces, ¿crees que está mintiendo? —la pregunta de Clara hace que Leah levante su cabeza del suelo y niega repetidamente.

Estábamos en casa de Leah, sus padres habían decidido alquilar una casa más cercana a Max después del incidente con Carlo, habían decidido quedarse por un tiempo más prolongado y eso no hacía más que aumentar mi felicidad.
Las paredes eran extremadamente largas haciendo un techo tan alto que en su habitación quizá podrían haber dos pisos, Leah estaba en el suelo pintando sus uñas de los pies mientras que Clara y yo esperábamos pacientemente a que secaran las de las manos.

— No, conozco a Nick desde que tengo memoria y él no haría este tipo de cosas — Se vuelve en su sitio quedando sentada sobre el suelo.

— Es que no tiene sentido, todo está perfectamente bien y de la nada puff aparece una tal Ely.

— Ni siquiera puedo preguntarle qué es lo que está pasando, no ha regresado y no ha contestado mis llamadas desde ayer —les digo acomodándome contra el colchón.

Era eso lo que más me preocupaba, Nick siempre contestaba el celular, jamás se tardaba más de unos minutos en devolver mis llamadas y ahora había desaparecido por casi un día entero.

¿Te preocupas por un día?

— Solo hay una manera de averiguarlo —dice Leah saltándo sobre la cama intentando no arruinar la pintura de sus pies.

— ¿Cómo?

— Te enviaré el número de la secretaria de Carlo, lo más probable es que ahora sea la secretaria de Nick —recibo su número y las tres sentadas en un pequeño círculo procedemos a darle al botón de llamar.

— ¿No debería esperar a que él regrese? —pregunto antes de que contesten la llamada.

— ¡Shh!

— Pero prefiero esperar a Nick...

— Calla.

Las primeras tonadas suenan haciendo que mi nerviosismo se incremente, mis manos temblaban pero ya no había marcha atrás, ¿qué tal si todo es producto de mi paranoia y lo estoy juzgando de mala manera?

— Empresas Blanco, hablas con Bridget Jones, ¿en qué le puedo ayudar? —responden del otro lado de la línea telefónica con una voz notablemente profesional.

— Hola, mi nombre es Mía, disculpa la molestia, quisiera comunicarme con Nicholas.

Clara me gesticula que le diga algo más pero no logro entenderla, Leah le hace una señal de silencio.

— Mucho gusto Mía mi nombre es Bridget, lamento informarte que el señor Nicholas no está disponible en este momento y tampoco lo estará en un promedio de tres días, me ha pedido puntualmente que nadie lo moleste pero puedo hacerte comunicar con el gerente o agendarte para su regreso.

— No te preocupes Bridget, no hace falta, ¿puedo hacerte una pregunta?

— Por supuesto.

Mi corazón latía tal fuerte que lo sentía en los oídos.

— ¿Nicholas ha ido a la oficina?

Más allá del veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora