26. Dentro de mí.

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Camil eligió una comedia romántica mientras yo servía las palomitas.

Me acerqué al sofá con la fuente en la mano, la coloqué sobre la mesa y lo miré. Quería sentarme en su regazo y ver la película sobre sus piernas, pero me sentía muy tímido para dar ese paso.

El alfa me observó tibiamente, jaló de mi remera atrayéndome hacia él. Me sentó sobre sus piernas y me acuné en su pecho con una gran sonrisa.


La historia lejos de ser aburrida o similar a todas las comedias románticas, tenía una trama profunda y un poco melancólica, me incorporé sobre las piernas del alfa inclinándome hacia delante a la espera del momento del beso que sería determinante para el desarrollo del conflicto y cuando lo hice, sentí como la erección del alfa crecía debajo de mí. No lo pensé y acomodé mis muslos para no aplastar el miembro, pero ese movimiento lo hizo proferir un pequeño gemido y acto seguido, Camil me apartó de su regazo y salió corriendo hacia el baño.

Cuando regresó se acomodó en el sofá pero a una distancia considerable de mí, yo sentí su lejanía pero comprendí que tal vez se sintiera avergonzado por haberse excitado con una escena de besos. Podía entenderlo era una buena película y los protagonistas tenían una química increíble, hasta yo mismo me sentí dentro de la historia.

Presioné el botón para que la película continuara y me sumergí nuevamente en la trama. A la media hora concluyó, dejándome completamente satisfecho con el final.

- ¡Me encantó! – le dije. – Tiene una trama muy buena. ¿No te pareció así?

- Sí. – Respondió Camil.

- ¿Qué fue lo que más te gustó?

- No lo sé, creo que la actriz. – me señaló.

- Es realmente bella y talentosa.

- No me refiero a eso, solo digo que la conozco y eso me impidió seguir la historia.

- ¿La conoces?

- Si, somos viejos conocidos.

Me dio curiosidad que empleara la palabra "conocidos" en lugar de la palabra "amigos".

- ¿Siguen en contacto? – pregunté retirando las palomitas que habían caído de la mesa.

- Así es, ella elige nuestras tiendas para vestirse. Es una gran clienta.

- Tal vez debería hacer lo mismo... ahora que soy tu novio falso.

- ¡Eres bienvenido! Mañana podrías acompañarme al trabajo y desde allí, partimos a una de las tiendas. Podríamos almorzar juntos e ir al cine después.

- ¡Sí, claro! – le dije pero enseguida lo pensé. – Mejor no voy... no quiero esparcir rumores. Mis padres aún no lo saben y no quiero que lo descubran de esa manera.

- Podemos ir a hablar con ellos. – sugirió el alfa.

- Lo estuve pensando y creo que el mejor camino es no decirles nada. Mantener el secreto. Jamás les presenté a alguien, no quiero presentar a un novio que no es real.

Esperé por el apoyo de Camil, pero él dijo:

- Entiendo... ya tengo que irme.

- ¡¿Qué?! Espera es muy tarde puedes quedarte a dormir.

- Preferiría irme, mis hombres me esperan afuera, no quiero que duerman en los autos. No sería cortés.

- Entiendo. – me lamenté.

CORONA DE SANGRE (Parte 1: "Sin Omega")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora