°•☆ Donde Jimin es un típico omega que sólo se dedica a su esposo y a sus hijos.
Pero su sueño de una familia feliz se rompe cuando ve que ha estado luchando por un amor que ha estado roto desde hace mucho, mucho tiempo. ☆•°
ADAPTACIÓN AUTORI...
este capítulo es algo lento y muy centrado en las emociones y pensamientos de Kook y Jimin, para que lo tengan en cuenta uwu
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La llegada de Hyerim a la sección donde Jungkook trabajaba fue toda una revolución.
Mientras almorzaba, el alfa escuchó los murmullos de sus compañeros, todos dirigiéndole miradas poco discretas a la omega, que estaba en la fila para servirse la comida. Cuando Jungkook la vio, pensó que era una mujer bonita, con esa sonrisa tímida y ojos brillantes, el cabello rubio y corto en un peinado estiloso.
—¿Tendrá alfa? —preguntó Sehun, que estaba casado desde hace tres años.
—No lo creo, no le sentí aroma a ningún alfa —contestó Hwitaek, bebiendo el agua de su vaso—. Además, que haya entrado a trabajar aquí...
—¿Hay algún problema con eso, Hwitaek? —consultó Jungkook, enarcando una ceja.
—¡Claro que no, señor Jeon! —se apresuró en decir el alfa con rapidez.
Jungkook no cambió la expresión de su rostro. Él se desempeñaba como jefe de publicidad de los productos tecnológicos que la empresa producía, encargándose de toda esa sección y dos semanas atrás le habían comunicado la llegada de Hyerim, que salió de la universidad con honores de la carrera de marketing y publicidad. Habían decidido contratarla para dar una mejor imagen de la empresa, siendo todo un hito al ser la primera omega en trabajar allí, y por supuesto que le habían consultado a él si le gustaría tenerla en su sección. A Jungkook, si era sincero, realmente no le importaba siempre y cuando hiciera bien qsu trabajo.
Antes de la llegada de ella, él fue muy claro y enfatizó con sus trabajadores: no quería que la molestaran, acosaran o intimidaran. Hyerim iba estrictamente a trabajar con ellos, y ante el primer reclamo que ella le hiciera respecto a sus compañeros, él tomaría cartas en el asunto.
—Si bien no soy tu jefe principal —le dijo Jungkook el día antes de que ella llegara oficialmente—, sí soy uno de tus superiores, así que si algún alfa de la empresa empieza a fastidiar, házmelo saber. Aquí no tolero comportamientos cavernícolas, señorita Jeon.
—Muchas gracias, Jeon-nim —dijo ella con una sonrisa ligera.
Le había echado un ojo durante esos días, esperando no tener que intervenir y, para su fortuna, no fue así. Los trabajadores la miraban mucho, sí, y también buscaban cualquier excusa para hablarle, pero al menos no estaban sobre ella todo el tiempo ni la perseguían hasta incomodarla.
—¿Va a viajar pronto, señor Jeon? —preguntó Sehun para cambiar de tema.
—En un mes más —dijo Jungkook—, es el celo de mi omega y el cumpleaños de mis cachorros mayores.
