°•☆ Donde Jimin es un típico omega que sólo se dedica a su esposo y a sus hijos.
Pero su sueño de una familia feliz se rompe cuando ve que ha estado luchando por un amor que ha estado roto desde hace mucho, mucho tiempo. ☆•°
ADAPTACIÓN AUTORI...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jisung llegó llorando dos días después.
Jimin estaba cortándole las puntas del cabello a Yejun cuando la puerta de entrada fue abierta estrepitosamente, y un descontrolado y sollozante Jisung apareció, con Jeongsan detrás. De forma inmediata, el omega mayor dejó las tijeras a un lado y fue hacia su cachorro, agarrándolo de las mejillas, Jisung lo abrazó por la cintura, pegándose a él como si tuviera cinco años.
-Sungie -le dijo, su voz tan preocupada-, ¿qué pasó, cariño?
Jisung lloró con más fuerza y Jeongsan bajó la vista, culpable. Yejun movió las manos sobre su regazo, luciendo temeroso.
-Fue Hyunwoo -explicó San-, las clases terminaron y yo fui al baño, y Hyunwoo lo aprovechó para acorralarlo.
El omega sorbió por su nariz y Jimin le hizo un gesto a Jeongsan para que fuera al baño a buscar papel higiénico. Luego, Jimin llevó a su hijo al sillón, sentándolo a su lado, y quitó el rastro de lágrimas de su rostro con suavidad, usando sus dedos
-Me... me di-dijo que que estaba harto de que yo lo ignorara -hipó el omega-, y... y que más me valia que volviera con él porque... porque si no, iba a... a enojarse mucho y me pegaría...
-Oh Sungie -murmuró Jimin, agarrando a su hijo de la nuca y empujándolo contra su hombro, oyendo su llanto aumentado.
Jeongsan apareció y le entregó el papel higiénico pero Jimin dejó que su hijo llorara un rato más contra su cuello, encima de su glándula de feromonas. Recordaba que cada vez que cualquiera de sus cachorros se sentía mal, dejar que olisquearan esa zona los calmaba más rápido. No importaba si su playera quedaba empapada en lágrimas y mocos.
Una vez Jisung pareció calmarse un poco más, Jimin lo soltó. El omega se alejó unos centimetros.
-No lo quiero -le dijo, su voz temblando-, no... no quiero e-estar con él, nunca más. Yo... yo le dije eso, y él me dijo que que no importaba, que cuando me marcara, lo... lo volvería a querer. I-incluso sugirió que debía hacer lo... lo que Lee hizo con Yejun.
-¡Hyunwoo es horrible! -soltó Yejun, poniéndose de pie a pesar del corte irregular de sus puntas-. ¡Lo voy a patear!
-Estuve a punto de golpearlo -dijo San, su voz baja-, pero... pero no quería meterme en problemas, quizás papá volvería a enojarse por eso...
Jimin sabía que era cierto, así que en el fondo de su corazón, agradeció que su hijo mayor no hubiera perdido los estribos. Aunque también sentía muchas ganas de que le hubiera dado un golpe.
Santo dios, ¿cómo Hyunwoo era capaz de eso? Jimin lo invitó varias veces a su hogar, lo conocía desde pequeño, e incluso meses atrás se acostumbró a que seria su yerno en el futuro. ¿Cómo era posible que ahora... ahora actuara de esa forma tan horrible y odiosa? Jimin sintió la amargura golpeándolo porque sabía que el alfa sólo estaba mostrando su verdadera cara.