°•☆ Donde Jimin es un típico omega que sólo se dedica a su esposo y a sus hijos.
Pero su sueño de una familia feliz se rompe cuando ve que ha estado luchando por un amor que ha estado roto desde hace mucho, mucho tiempo. ☆•°
ADAPTACIÓN AUTORI...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jisung se asomó por la ventana de Amber, que justo daba al patio, y vio a su mamá ir con Misoo hacia la pequeña casa. La niña iba saltando en la nieve, hundiéndose y riéndose con alegría, y Jimin parecía irla regañando. Sonrió levemente.
-Es increíble que tu mamá no le haya dicho a Jeongsan que viniera con nosotros -habló Amber, sacando un puñado de papas fritas del bol que llevó minutos atrás.
-Jeongsan tenía ensayo en su taller y se iba a quedar hasta tarde -respondió Jisung, volviendo a sentarse junto a ella y agarró el comando de la Play Station-. Además, mi mamá confía en mí.
Amber se rió, agarrando también su comando, y estuvieron jugando unos minutos en silencio Overwatch. Los últimos tres meses había mejorado mucho, considerando que nunca en su vida jugó ese tipo de videojuegos.
Corea era muy cerrada a que omegas desperdiciaran su tiempo con esos juegos. Recordaba que Hyunwoo tenía una Play, pero era porque él y Jaehyun eran alfas, era normal que les compraran esas cosas. Jisung jugó varias veces con Hyunwoo, pero como no tenía forma de practicar personalmente, sus habilidades de juego eran escasas.
Su papá les regaló a Jeongsan y él una consola, cuando tenían catorce años, pero era de esas pequeñas, que admitían sólo un jugador. Debían compartirla por eso mismo.
Sin embargo, en Estados Unidos...
Cuando llegaron allí y se instalaron, Amber lo invitó a jugar en su Play. Al inicio no quería, porque Jisung no quería relacionarse con ningún o ninguna alfa, pero su mamá lo empujó a aceptar. Mamá siempre les dejaba hacer lo que quisieran, siempre y cuando fueran responsables.
Amber casi se fue de espaldas cuando le dijo, en un coreano titubeante, que no sabía usar mucho el comando del juego. Ella tuvo paciencia para enseñarle, e incluso le dejaba ganar algunas partidas de juegos sencillos, animándolo a que tuviera más y más confianza. Ahora, Jisung podía competir contra otros jugadores sin problema en Overwatch.
-Es mejor que no viniera -continuó Jisung, sacando papas fritas y comiéndoselas-, está muy irritado con todo. Hasta pelea con Misoo.
-Debe ser su instinto sobreprotector -comentó Amber-, yo igual me preocupo por Thomas.
-Pero él exagera -se quejó Jisung-, cree que... ¡que es nuestro padre! Y nos trata como si Yejun y yo fuéramos niños pequeños que debe controlar. El otro día hizo llorar a Yejun cuando le preguntó a mamá si podía salir con Jackson a ver una película -hizo un mohín-. Yo igual tengo miedo de que otra cosa horrible le pueda pasar, pero no puedo tener siempre encerrado a Junie.
Amber no dijo algo por varios segundos, luciendo un poco pensativa. Jisung sentía que eso se lo estuvo guardando por mucho tiempo, y es que le era difícil hablarlo con su mamá. Jeongsan siempre estaba en casa, eran muy pocas las veces que los dejaba solos, e incluso empezaron los roces entre Jimin y su hijo mayor.