°•☆ Donde Jimin es un típico omega que sólo se dedica a su esposo y a sus hijos.
Pero su sueño de una familia feliz se rompe cuando ve que ha estado luchando por un amor que ha estado roto desde hace mucho, mucho tiempo. ☆•°
ADAPTACIÓN AUTORI...
Autora:este capítulo fue extraño de escribir. Pasan muchas emociones, algunas más difíciles de comprender que otras. La escena final puede resultar un poco desgarradora, triste, esperanzadora... No lo sé. Qué difícil es definir esta historia.
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En el momento en que sintió los primeros rastros de celo aparecer en su cuerpo, se preguntó si es que su omega había decidido joderlo desde el regreso de Jungkook.
Jimin suspiró, encogiéndose en la cama y acurrucándose con las mantas, cerrando sus ojos y apretándolos con fuerza ante el nuevo calambre en su vientre. Horas atrás Jungkook le había avisado que ya iba a tomar el avión para viajar y, al despertar de su siesta, sintió el inicio del celo.
Había planificado ir a buscarlo al aeropuerto con los cachorros ya que, según lo conversado, iba a llegar a las nueve y media de la noche. Sin embargo, considerando cómo estaba la situación, al parecer, iban a tener que ir los niños solos.
Misoo estaba a un lado de la cama, en el suelo, jugando con su set de salón de té que Jungkook le regaló en su cumpleaños. Estaba rodeada de sus peluches favoritos y del gatito Cookie, que los últimos meses había crecido a un tamaño más mediano. Misoo fingía que Cookie podía beber té también, a pesar de que el gatito parecía realmente desconcertado.
—¿Quieres quedarte con papá unos días? —le murmuró Jimin en un suspiro algo adolorido.
—¡Sí! —afirmó la pequeña con entusiasmo—. ¿Nanos igual? —preguntó con curiosidad.
—Mmm... Quizás Jisung y Yejun van a querer —Jimin estiró su mano para acariciarle los cabellos a la niña, que se rió—, Jeongsan de seguro no.
—Uuuum —no parecía satisfecha con la última parte, pero al final, sólo asintió con la cabeza.
Sus hijos no tardaron el aparecer media hora después ya que habían terminado la jornada escolar del día. Jeongsan fue el primero en aparecer en el cuarto, yendo a sentarse al borde de la cama y soltando, de inmediato, sus feromonas alfas.
—¿Celo, mamá? —preguntó el alfa.
—Sí —volvió a suspirar Jimin al sentir el aroma cítrico de su hijo mayor—, ¿cómo estuvo hoy el colegio?
Jeongsan comenzó a platicarle lo que habían hecho y poco después aparecieron Jisung y Yejun, que se echaron a un lado suyo para conversarle como estaba haciendo el alfa. Incluso subieron a Misoo a la cama, que se acurrucó en los brazos de Jimin.
—Así que Jackson quiere conocer mejor a papá —terminó diciendo Yejun con entusiasmo—. ¿Crees que pedirá mi mano en matrimonio?
Mientras Jisung rodaba los ojos ante la pregunta, Jeongsan se atragantó con su saliva y Jimin soltó una risa ronca.