°•☆ Donde Jimin es un típico omega que sólo se dedica a su esposo y a sus hijos.
Pero su sueño de una familia feliz se rompe cuando ve que ha estado luchando por un amor que ha estado roto desde hace mucho, mucho tiempo. ☆•°
ADAPTACIÓN AUTORI...
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El viaje hacia Los Ángeles duraba cerca de seis horas, pero la diferencia horaria entre una ciudad y otra era de tres horas.
-Es todo un lío -barboteó Jisung, mirando a Jeongsan con el ceño fruncido-, o sea, ¿llegaremos...?
-A la una de la tarde, idiota -dijo Jeongsan, concentrado mientras jugaba en la antigua consola que dejaron en Corea y que Jungkook les llevó en ese viaje-. ¿Cómo siquiera vas a aprobar este año?
-El idiota eres tú -Jisung lo miró con mala cara-. ¡Dame la consola, llevas jugando una hora y me toca a mí!
-¡Quítate! -se quejó Jeongsan cuando el omega trató de quitarle el objeto-. ¡No he perdido, por lo que no debo pasártela todavía! ¡No es mi culpa que seas pésimo jugando!
-¿Quieren callarse? -regañó Jimin en un susurro bajo-. Les voy a quitar esa consola si siguen peleando.
Jisung se cruzó de brazos y Jeongsan le sacó la lengua. Jimin rodó los ojos, cruzándose de brazos.
-No seas malo con ellos -le dijo Jungkook, que llevaba a una dormida Misoo en brazos-, tú sabes cómo son...
-¿Quieres que me enfade contigo también? -replicó Jimin, y Jungkook decidió cerrar su boca.
El resto del viaje transcurrió con calma. Jimin terminó quedándose dormido poco después y, cuando despertó, su cabeza estaba apoyada en el hombro de Jungkook, que estaba jugando en su celular. Aunque eso no fue lo que lo preocupó, sino el hecho de que Jeongsan le estaba mirando con el ceño ligeramente fruncido. Jimin miró hacia otra parte, como si no se hubiera dado cuenta.
A las una y media de la tarde, estaban ya caminando hacia la salida del aeropuerto, aunque se detuvieron porque Jisung quiso ir al baño. Jimin aprovechó de ir también, y Jeongsan decidió girarse hacia Jungkook una vez quedaron a solas (y Misoo no contaba, porque estaba dormitando todavía).
-Te estás sobrepasando -dijo Jeongsan con tono helado.
Jungkook lo observó, un poco sorprendido por esas palabras. No fue tanto el frío comportamiento, pues si bien Jeongsan ahora parecía tolerar su presencia un poco mejor, eso no significaba que ellos hablaran demasiado. Su hijo, más bien, se inclinaba por ignorarlo y hablarle sólo lo estrictamente necesario. Hubo un ligero acercamiento por el regalo que le hizo el día anterior y haber ido a verlo a su presentación, pero más allá de eso, Jeongsan fingía que él no estaba. Esa mañana, por ejemplo, sólo lo saludó con una inclinación de su cabeza y no le había hablado en el resto del viaje.
-¿Jeongsan? -preguntó con tono precavido.
-Te estás sobrepasando -repitió Jeongsan-, tú y mamá no son nada, pero le sigues tratando como si estuvieran en una relación romántica. Eso no está bien.
