°•☆ Donde Jimin es un típico omega que sólo se dedica a su esposo y a sus hijos.
Pero su sueño de una familia feliz se rompe cuando ve que ha estado luchando por un amor que ha estado roto desde hace mucho, mucho tiempo. ☆•°
ADAPTACIÓN AUTORI...
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La sigulente semana no fue mejor que la primera, Jungkook insistía en que Yejun volviera al colegio, pero sentía que su palabra iba perdiendo fuerza en aquella casa, hasta el punto en que ya nada giraba entorno a él. Jimin se la pasaba consolando a su hijo, acunándolo entre sus brazos y susurrándole que jamás le dejaría. Jisung tampoco parecía querer separarse de Yejun, y, por otro lado, Jeongsan también se vio muy afectado por lo ocurrido, y Jungkook pudo jurar que en más de una ocasión le descubrió lanzándole miradas acusadoras.
El alfa tuvo la sensación de que todos formaron un nido alrededor de Yejun y él pasó a ser completamente ignorado.
Desde que Jimin le gritó que no le daría ningún otro cachorro que Jungkook no osó tocar el tema otra vez. Sin embargo, nadie le quitaría razón cuando dijo que todo aquello fue culpa de su omega por permitir que Yejun siguiera en el club de taekwondo.
Pero pronto se dio cuenta que tendria que lidiar con algo más. Esa noche, cuando llegó de trabajar lo vio, y su temperamento empeoró, oliendo unas feromonas dulces de omega nada más poner un pie dentro la casa.
La amiga de Jimin.
Chaewon no tuvo noticias de Jimin por varios días preocupada porque le hubiese ocurrido algo malo, le llamó un día para saber de él, pero no esperaba escuchar algo tan horrible como que marcaron al pequeño cachorro, Yejun.
Sin pensarlo dos veces, esa misma tarde se presentó en casa de Jimin. Ni siquiera podía imaginarse el tormento por el que estaría pasando su amigo y el propio Yejun. De pie frente a la puerta, su corazón se encogió cuando la figura de Jimin apareció delante de sus ojos, viéndose como alguien que había envejecido muchos años en muy pocos días.
Chaewon notó enseguida las feromonas de tristeza y abatiniento, estaban por toda la casa.
-Disculpa si está un poco sucio todo -dijo Jimin, acompañándola hasta el comedor.
Ella no le dio importancia, pero en su opinión, la casa se veía limpia. Tomó asiento en el sofá, al lado de Jimin, quién no pudo ni esbozar una débil sonrisa.
-¿Cómo está tu pequeño? -preguntó Chaewon.
-Tiene pesadillas por las noches, y la marca no deja de dolerle -respondió con un suspiro pesado-. Se culpa por lo sucedido y apenas sale de su cuarto. Está siendo muy duro para él.
Chaewon le cogió la mano y se la estrechó, haciéndole ver con ese pequeño gesto que estaba a su lado.
-¿Y tú, cómo te sientes? Si necesitas cualquier cosa, solo tienes que pedírmelo. Quiero ayudarte en lo que sea.
Jimin tragó duro, sus ojos perdidos en algún punto que Chaewon no lograba encontrar. Hubo un silencio largo, pesado y doloroso. El omega luchaba consigo mismo, recordando reiteradamente las crueles palabras de Jungkook. El sentimiento de culpa era demasiado abrumador.