[A]
—Hey, tórtolos. La jaula ya se abrió, pueden dejar de besar... al demonio, bésense si quieren—carraspea Percy, incómodo.
Me encuentro en una posición comprometedora: enrollada casi como una sanguijuela sobre Nico, quien no me da más opción tampoco sosteniéndome por mis omóplatos con sus manos.
El beso podría resultar repulsivo en cualquier otra ocasión, pero ahora quiero que el momento se alargue.
Cuando por fin me separo, Nico toma una gran bocanada de aire. Me sonríe.
—Creí que me ahogarías—se queja con la respiración entrecortada.
Bueno, no es ningún don Juan como dijo Percy.
—Qué lento eres—murmuro con una sonrisa tonta bien reprimida.
Él también sonríe, aunque muy pronto nos invade una profunda incomodidad.
¿Y ahora qué?
—Supongo que ahora es cuando me sueltas—digo en voz baja, evadiendo su mirada.
—Ah, sí, sí—me suelta y carraspea, enterrando sus manos en sus bolsillos.
—Entonces...
—Entonces...
—¿DLR?[1] —Me aventuro en preguntar.
—¿Qué?
—Que si definimos la relación.
Nico lanza una fuerte, casi histérica, carcajada al viento, por lo que todos nos miran otra vez. Lo fulmino con la mirada.
Él pasa su largo brazo por mi cabeza y me revuelve cariñosamente el cabello.
—Eres rara—me dice a modo de despedida, y luego se va.
Me quedo parada en mi sitio con el rostro ceñudo. ¿Qué se supone que significa eso?
—Eris va a pagar muy caro esto, cariño. Muy, muy, muy, muuuuuuy caro. ¿Entiendes?—Afrodita le grita a Annabeth, a lo que ésta rueda los ojos.
—Sí, sí. Ve y vuela hasta el Olimpo. Luego dinos dónde encontrar a Niké.
Afrodita se sobresalta.
—¿Niké? ¿La diosa de la Victoria?
—La misma—todos parecen algo exasperados.
—De acuerdo, héroes. Pienso que son un par de consentidos malcriados, pero ya vuelvo.
En un parpadeo una nubecilla de polvillo rosa sustituye a Afrodita.
—Ni siquiera dijo gracias—murmura Jason.
Nos sentamos en pequeños círculos, asignándonos un rol para cuidar la puerta, aunque después de un rato Thalia se levanta, llena de energía.
—Me he cansado de esperar, además... ya sólo quedan pocos fantasmas. Como dijo Afrodita, se están yendo. Iré a patear traseros.
Me sorprendo cuando Nico se levanta también.
—Te ayudaré.
Thalia le da una mirada furiosa, por lo que estoy pasmada debido a la ceguera de mis amigos al no ver algo entre ellos. Por otro lado, me asaltan los celos. ¿Qué se supone que trata de hacer Nico?
—Ni hablar. Quédate con Aimee, a lo mejor le da frío.
—Trae un abrigo—por lo visto, Nico también ignora su intento de riña.
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Hijo de Hades; Nico di Angelo.
FanfictionDonde Nico, el único hijo de Hades, no puede decidir de quién se enamorará. Sólo sucede. Nota descriptiva adicional: es toda una frenética historia cliché, en opinión de la escritora.