One Shots Joseph Quinn|Eddie Munson (Parte 2)

Las Vegas|Joseph Quinn

Joe se detuvo en el pasillo de licores del supermercado, mirando detenidamente cada botella que había ahí. Después de dar vueltas en el auto de su padre, decidió que ya era hora de volver a casa; no sin antes conseguir algo de alcohol.

Aún no podía creer que después de tres meses hayas decidió enviarle los papeles de divorcio, definitivamente no los firmaría ahora, ¿o sí? Fue ahí que varias dudas comenzaron a surgir, ¿debía fírmalos? ¿Qué pasa si no lo hacía? Tendrías que seguir casada con él hasta que por fin te dejarás ver, solo así él firmaría esos estúpidos papeles.

—¿Joseph? —Escuchó una voz femenina llamándolo por su nombre, volteó y se relajó un poco, se había molestado de nuevo él solo. Miró a la chica un momento, no parecía recordarla de nada.

—Hola—Saludó él confundido, ¿la conocía o solo era una fan?

—¿No me recuerdas? —La chica sonrió coqueta, acercándose a él; y por el rostro lleno de intriga de Joe se dio cuenta que no la recordaba—Soy Megan, la hija de los Miller. Mis padres se llevan muy bien con tus padres. —Explicó ella.

—Oh, cierto —Asintió Joe, recordándola vagamente—Lo lamento, he tenido muchas cosas en la cabeza últimamente. —Se disculpó él.

—Si, lo entiendo. —Asintió ella—Hace poco vi unas fotografías tuyas en una premier, tu novia es muy afortunada—Mencionó ella y Joe recordó las fotos de aquella premier, las cuales anduvieron navegando por el internet de todo el mundo, pero había decidido ignorarlas por completo.

—Um, bueno—Joe rascó su nuca con nerviosismo—Ya no es mi novia, así que ya no es tan afortunada—Intentó bromear, pero solo logro que se deprimiera más al mencionarlo, totalmente contraria a la reacción de la chica, quien sonrió coqueta.

—¿En serio? No puedo creer que alguien deje ir a Joseph Quinn tan fácilmente. —Mencionó ella y Joe sonrió cortésmente, no tenía idea de que responder a eso—Tenía entendido que te habías mudado a Nueva York. —Continuó ella.

—Oh, sí—Asintió Joe, por fin se había decidido por una botella; tomándola del estante que estaba frente a él—Pero estoy pensando en volver a Londres—Mintió. No tenía idea de que iba a hacer; ahora mismo en su cabeza solo rondaba la misma pregunta, ¿qué pasa si no firmaba aquellos papeles de divorcio?

—Me alegra oír eso—Sonrió ella de nuevo mientras aleteaba sus largas pestañas hacía Joe—Sabes, mi madre estuvo hablando sobre visitar a tus padres, tal vez en estos días te lleves una sorpresa—.

—Oh, claro—Asintió él—Sabes que siempre son bienvenidos en casa—.

—Le diré a mi madre que hagamos una visita mañana, ¿que te parece? —Cuestionó ella.

—Um, claro—Joe sonrió a boca cerrada.

—Espero verte ahí—Terminó ella, mientras le guiñaba un ojo.

Joe no le presto mucha atención a lo que mencionó la chica, pero definitivamente había estado coqueteando con él. Debía admitir que vagamente la recordaba, recordaba más a sus padres que a la misma chica; pero lo dejó pasar. Tal vez ni siquiera era en serio.

Volvió a casa, entrando con rapidez mientras dejaba su abrigo a un lado y los zapatos al otro. Dejó la bolsa donde traía sus compras en el suelo, al lado de él.

—Joseph, ¿donde has estado? —Preguntó su madre, quien se encontraba en la sala de estar junto a su esposo y Wesley.

—¿Donde están los papeles? —Preguntó directamente.

—Debes dejar de leer eso, Joe—Mencionó su madre en tono preocupado.

—No, mamá—Negó él—No entiendes—.