—Cariño, dejé la cena preparada en el horno—Tú madre te había atrapado escabulléndote por la noche en la cocina—No deberías aguantar hambre solo por no querer cenar con nosotros—.
—No estoy aguantando hambre—Respondiste, cerrando la refrigeradora para luego voltear a ver a tu madre—Solo quería una manzana—Mencionaste en tono serio.
—Sabes que solo queremos lo mejor para ti—Suspiró la mujer.
—Ir a una simple fiesta no tiene nada de malo—Respondiste—Ahora si me disculpas, iré a mi habitación a estudiar y luego a dormir mientras mi novio y mis amigos se divierten—Terminaste de hablar para luego apresurarte a subir a tu habitación. No querías escuchar la respuesta de tu madre.
Comiste la manzana muy pacientemente mientras terminabas uno de los proyectos de inglés que te había dejado uno de tus profesores. Cuando escuchaste la puerta de la habitación de tus padres cerrarse fue cuando decidiste cerrar la libreta con tus apuntes.
Tus padres no te detendrían esta vez, querías ir a esa simple fiesta. Solo beberías algo, bailarías con Andrew, charlarías un rato con algunos amigos y luego volverías a casa antes de que alguno de tus dos padres pusiera un pie fuera de la cama.
Era la primera vez que escaparías de casa, si algo salía mal culparías a Daniel y sus consejos. De eso no había dudas. No eras muy hábil en el arte de escapar así que la idea principal que tuviste fue sujetar un par de sábanas, creando una cuerda que se aferraría a tu cama y así pudieras lograr descender por la ventana de tu habitación.
Antes de acercarte a tu zona de escape, cerraste con pestillo la puerta de tu habitación. Las alturas no eran tu fuerte; desde un segundo piso todo se veía pequeño y eso logró ponerte algo nerviosa. Suspiraste profundamente y decidiste ignorar cualquier sentimiento de miedo. Tomaste con fuerza la cuerda de sábanas y empezaste por sacar una de tus piernas, seguida por la otra.
Con algo de dificultad y mientras maldecías, lograste descender lo suficiente como para saltar hacía el suelo. No tenias la más mínima idea de como volverías a subir por la ventana de nuevo, pero eso era algo de lo que te preocuparías cuando volvieras.
Suspiraste profundamente antes de prepararte para saltar, pero antes de que te dieras cuenta estabas en el suelo. Después de todo, de niña sí debiste ser parte de los niños scout para así aprender a hacer nudos que si funcionaran y no como el que habías hecho.
—Mierda—Habías caído provocando un golpe seco sobre unos arbustos de tu madre. La cuerda de sábanas había caído sobre ti.
—Oye, ¿estas bien? —Escuchaste una voz arriba de ti y no pudiste evitar sobresaltarte. Dejaste escapar un ligero grito que inmediatamente callaste al colocar tu mano sobre tu boca.
—No tienes que asustarte—Continuó aquel chico. Lo reconociste como Rick, el que había dejado caer el bajo del otro chico, que recordabas que se llamaba Billy.
—¡Sssh! —Le dijiste al chico mientras intentabas levantarte del suelo. —No hagas ruido por favor—Susurraste luego de por fin haber salido de entre los arbustos. Revisaste que tu ropa aún estuviera bien, por suerte así era.
—Lo siento—Respondió Rick entre susurros también. Te miraba sorprendido—Es que te vi caer desde ahí—Rick señaló un poco hacía arriba—Y bueno, supongo que eso tuvo que doler—.
—Bueno, si—Asentiste mientras intentabas llevar una mano a tu espalda. Habías caído sobre ella y dolía—Pero creo que estoy bien—.
—¿Segura? —Cuestionó el chico.
—Si, no tienes de que preocuparte.
—Oh, por cierto, soy Rick—Se presentó él, aún mirándote atento—Somos tus nuevos vecinos—El chico sonrió a boca cerrada.
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One Shots Joseph Quinn|Eddie Munson (Parte 2)
FanfictionPorque los One Shots de Joe nunca son suficientes.