One Shots Joseph Quinn|Eddie Munson (Parte 2)

CRUSH|Eddie Munson

Eddie cerró sigilosamente la puerta detrás de él; se había quedado dormido al lado tuyo pero por suerte se despertó un par de horas después. Decidió salir de tu casa antes de que Daniel se despertara y los encontrara durmiendo juntos.

—Tuviste buena noche ¿cierto?—La voz de Billy logró que Eddie se sobresaltara; este último volteó con rapidez.

—¿Acaso quieres matarme de un susto?—Frunció el ceño mientras llevaba una mano sobre su pecho, justo donde estaba su corazón latiendo con rapidez—¿Qué haces durmiendo en el sofá?—

—La verdad que no sé—Respondió Billy mientras se acomodaba—Supongo que solo caí dormido aquí—Agregó mientras se encogía de hombros.

—Como sea, iré a dormir—Mencionó Eddie mientras se alejaba hacía su habitación.

—Oye—Daniel abrió la puerta de tu habitación—¡__!—Te llamó mientras se acercaba y sacudía tu cuerpo aún dormido.

—¿Qué demonios quieres?—Alegaste entre murmullos.

—Levántate—Pidió él.

—¿Por qué?—Abriste los ojos con dificultad y miraste a tu hermano, se veía como si un camión lo hubiera atropellado unas diez veces la noche anterior—Luces horrible—Agregaste.

—Sí, ya lo sé—Respondió él mirándote mal—Mamá y papá están por aterrizar, quieren que vayamos al supermercado por algunas cosas para el almuerzo—Explicó él y una mueca de asco atravesó su cara—¿Cuánto bebí anoche?—Cuestionó.

—No lo sé, deje de contar luego de que le pediste la botella completa de vodka al chico de la barra—Mencionaste mientras te acomodabas en la cama—Cinco minutos más, ¿si?—Pediste mientras cerrabas los ojos.

—Iré a tomar una ducha, debes estar lista—Mencionó él mientras se alejaba—Primero debería vomitar—Agregó hablando consigo mismo.

—Mierda—Murmuraste malhumorada, no tenías de otra, debías levantarte para ir con tu hermano al supermercado.

—¿Alguien puede abrir la puerta?—Se quejó Billy, había dormido la mayor parte de la mañana y aún tenía en sus planes seguir durmiendo.

—Ahí va Steve—Avisó Eddie desde la sala de estar.

—Si, porque si no lo hago yo nadie más lo hará—Murmuró Steve antes de poner una mano sobre el pomo de la puerta; se sorprendió al ver quienes estaban del otro lado—Señor y señora Connor—Saludó él con una sonrisa pero notó los rostros serios de ellos—¿Sucede algo?—Cuestionó preocupado.

—Debemos hablar con ustedes, Steve—Habló la mujer, no sonaba tan amable como habitualmente lo hacía.

—Eh, si claro—Asintió Steve y se hizo a un lado—Pasen—Agregó y ambos entraron sin decir nada más.

—Hola—Saludó Eddie en tono sorprendido al verlos entrar en la sala de estar; ambos mantuvieron el silencio y Eddie miró a Steve. Algo malo estaba ocurriendo.

—¿Quieren que llame a los demás?—Preguntó Steve mientras intercambiaba una mirada con Eddie.

—No es necesario—Respondió la mujer y dio un paso hacia atrás; su esposo aclaró su garganta.

—Escuchen muchachos—Empezó a hablar el hombre—Mi esposa y yo hemos recibido una llamada alarmante de parte de los padres de Andrew—El corazón de Eddie empezó a acelerarse—Él es novio de nuestra hija __; parece que ya la conocen muy bien—Suspiró, el hombre lucía tranquilo pero luchaba por mantener la calma. Andrew había llenado de ideas las cabezas de sus padres y estos no dudaron en comunicarse con los Connor—Mencionaron algunas cosas algo alarmantes así que, mi esposa y yo lo hemos hablado y queremos que se muden—Eddie y Steve los miraron atónitos—Hoy mismo, si es posible—Agregó.