One Shots Joseph Quinn|Eddie Munson (Parte 2)

CRUSH|Eddie Munson

Por fin las clases habían terminado el lunes; te habías desvelado de más hablando y riendo con aquellos chicos el domingo también. Después de todo no resultaron ser tan malos; el único inconveniente que tenías eran sus ensayos. Porque sí, obviamente seguirían ensayando algunos fines de semana.

Bostezaste ligeramente mientras cerrabas el casillero, luego de tomar unos libros que necesitarías esa semana. Aunque estabas 100% segura que hoy no abrirías ni un solo libro; solo querías dormir para recuperar tus horas de sueño y así volver a tu rutina normal.

—Hola cariño—Andrew apareció a tu lado. Lo habías estado evitando con éxito durante todo el día y creíste que lo habías logrado.

—Hola—Lo saludaste con una sonrisa a boca cerrada. No tenías la energía ahora para enfrentar a Andrew y hablar sobre la fiesta del sábado; desde luego que habían estado corriendo los rumores sobre lo que sucedió ese día.

—¿Me estás evitando?—Preguntó él—No te he visto en todo el día—.

—No, claro que no—Negaste y sonreíste en un intento de relajar las cosas—Todo está bien, solo no dormí bien anoche y estoy algo cansada—Explicaste brevemente.

—Vamos, te llevo a casa—Andrew se acercó y colocó un brazo alrededor de tus hombros atrayéndote a su cuerpo. Era difícil para ti entender como días antes te sentías segura con él en aquella posición; hoy solo sentías náuseas y deseabas salir corriendo—Tal vez y así podamos hablar sobre lo qué pasó, no me gusta que estes molesta conmigo—Mencionó poco después mientras ambos caminaban por los largos pasillos de la secundaria.

—No tenemos que hablar sobre eso—Interviniste—Solo dejémoslo en el olvido—Definitivamente no tenias ánimos para discutir como tú novio había estado coqueteando con una chica frente a todos en una fiesta.

—¿Estás segura?—Cuestionó él y la sonrisa que tenía en su rostro casi te hizo vomitar. Era más que obvio que estaba feliz de no tener que referirse más a aquel tema; saliéndose con la suya.

Por suerte el camino hasta tu casa había sido normal, Andrew no había vuelto a mencionar nada sobre la discusión en la fiesta ni se estaba comportando de forma extraña; como lo había hecho el sábado. Llegaste a pensar qué tal vez había bebido de más o algún problema familiar en casa le estaba afectando.

No tenias la más mínima idea de por qué estabas buscando excusas sobre el mal comportamiento de tu novio, pero tampoco sabías cómo es que él se las había arreglado para que tú madre lo invitara a cenar esa tarde.

—¿Y como va el equipo de baloncesto, Andrew?—Cuestionó tu padre con entusiasmo; tu novio se había sabido ganar a tu padre—¿Crees que ganen el campeonato?—.

—Eso espero, señor—Asintió Andrew sonriente—Es muy importante para mí que me den la beca en Yale—.

—Eres un buen deportista Andrew, verás que te darán la beca—Se unió tu madre a la conversación y te miró brevemente; mirabas la comida con desgano mientras arrastrabas el tenedor sobre el plato—Nosotros también esperamos que __ entre a Columbia—.

—Cierto—Asintió tu padre—Es nuestra pequeña amargada pero sé que nos hará sentir orgullosos.
—Tu padre te miró brevemente y te sonrió, decidiste ignorarlo.

—Estoy totalmente seguro de que así será—Asintió Andrew y se logró escuchar un sonido apenas audible a lo lejos—__ mencionó algo sobre que rentaron la casa del jardín—Comentó y tu mirada se posicionó sobre él.

—Oh, sí—Asintió tu padre—Miriam mencionó algo sobre que son unos universitarios—.

—Son buenos chicos—Asintió tú madre—Y me agrada la idea de que __ no esté todo el tiempo aquí sola—.