CRUSH|Eddie Munson

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Ok. De acuerdo. Hoy sería el día en el que romperías con Andrew. Habías estado muy nerviosa en tu habitación todo el domingo, creando conversaciones ficticias frente al espejo. Cada conversación era peor que la anterior; habían miles de cosas que podían salir mal. Y en tu imaginación creaste cada uno de esos escenarios, torturándote a ti misma.

No habías hablado con Eddie ni con ninguno de los chicos ese domingo; muy probablemente todos estuvieron todo el día con resaca. Daniel había pasado todo el día en su antigua habitación, no había querido comer ni beber nada durante todo el día. Probablemente hayas logrado dormir un par de horas como máximo.

—Luces cansada __—Comentó Amanda; una de tus amigas más cercanas. Era la hora de almuerzo y te parecía extraño no haber visto a Andrew y sus amigos por ningún lado. —¡Oye!—Tu amiga intentó llamar tu atención al verte tan distraída mirando a todos lados.

—¿No has visto a Andrew?—Preguntaste, mirando a la chica esta vez.

—Creo que no lo he visto en toda la mañana—Comentó ella mientras te miraba con sus impactantes ojos verdes. Ella solía usar su cabello de un tono color rojo, lo que siempre hacía resaltar sus ojos; eso y su actitud la hacían ser una de las chicas más lindas y populares de toda la secundaria—¿Por qué te preocupa? ¿Discutieron?—.

—No, no—Negaste y miraste tu plato de comida aún lleno. Aún no estabas lista para volver a comer como usualmente lo hacen las personas normales; tenías la idea de que cuando por fin terminarás tu relación con Andrew te sentirías libre y dejarías de sentir culpa por ingerir alimentos. —Solo necesitaba hablar con él—.

—Oye, ya dime qué pasa—Insistió Amanda—Últimamente has estado muy distraída. No sé si debería decirte esto—El comentario de Amanda atrajo toda tu atención—Pero Layla mencionó que Andrew ha estado quejándose de su relación con ella—.

—¿Andrew qué?—Parpadeaste perpleja—Yo debería ser la que se queja de esa maldita relación—Frunciste el ceño—¿Por qué Layla no me mencionó nada?—.

—Relájate—Respondió ella—Te juro que no tengo la menor idea. Yo te lo estoy diciendo a ti—.

Luego de la hora de almuerzo, antes de entrar de nuevo a clases, le dijiste a Amanda que la verías en el salón; debías volver a tu casillero por un par de libros que necesitarías para la clase de álgebra.

—Mierda—Murmuraste al escuchar el timbre de la entrada a clases y al mismo tiempo tu casillero no quería abrir—¿Puede empeorar más este día?—Susurraste mirando brevemente hacia el techo; poco a poco los pasillos se fueron vaciando mientras tú aún seguías colocando tu combinación sin éxito.

—¿Tienes problema con eso?—Una voz te sobresaltó; te volteaste de inmediato.

—¿Luke?—Lo miraste pero te relajaste de inmediato, volviendo a poner atención a tu casillero—Esta maldita cosa no quiere abrir—Agregaste—Oye, ¿donde has estado? ¿Has visto a Andrew?—Dejaste de prestar atención a tu casillero y así voltear a ver a Luke.

—De hecho por eso estoy aquí—Mencionó él y lo miraste confundida—Andrew está en el gimnasio en una práctica, mencionó algo sobre qué quiere hablar contigo—.

—Oh—Ladeaste un poco la cabeza—Pero, debo ir a clase—.

—Tranquila, le diré a la profesora que tienes problema con el casillero y que el conserje te está ayudando—Agregó Luke con una pequeña sonrisa.

—Um, de acuerdo—Asentiste y miraste detrás de ti el largo pasillo que llevaba hasta el gimnasio—¿En el gimnasio?—Miraste brevemente a Luke y él asintió.

One Shots Joseph Quinn|Eddie Munson (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora