One Shots Joseph Quinn|Eddie Munson (Parte 2)

CRUSH|Eddie Munson

—Doctora, el paciente de la cama 15 está dando problemas de nuevo.—Un joven interno de medicina habló con voz temblorosa mientras escribías algo dentro de un expediente.

—¿Qué sucede?—Cuestionaste en tono serio sin llegar a levantar la mirada. Era uno de aquellos días agotadores. Solo deseabas que la guardia terminara lo más pronto posible para así regresar a tu lindo y acogedor departamento.

—Se niega a colocarse la insulina—Respondió el chico y por fin volteaste a verlo. Recordaste tu primer año como interna en un hospital. Era normal sentir miedo.

—De acuerdo—Hablaste en medio de un suspiro. —Vamos a ver qué sucede—Añadiste mientras dejabas el expediente de lado sobre el mostrador.

Ambos se dirigieron hacia la habitación de aquel hombre. Era un paciente que era adulto mayor, muy testarudo. Su hija y sus nietos lo visitaban todos los días.

—Buenas noches familia Jenkins—Saludaste una vez que te adentraste en la habitación. Todos voltearon a verte, parecía que padre e hija habían estado discutiendo. Lo que era normal.

—Lamento mucho la molestia doctora—Se disculpó su hija apenada. Era un problema de todos los días que su padre se opusiera a colocarse los medicamentos que necesitaba.

—No se preocupe—Respondiste—Smith, caso clínico por favor—Miraste brevemente al interno y este de inmediato se irguió y sin titubear empezó a recitar la historia clínica del paciente.

—Paciente de 67 años. Consultó en emergencias hace dos semanas por hormigueo en manos y pies. Se le hicieron exámenes de sangre y se confirmó la presencia de diabetes tipo 1—.

—¿Y la diabetes es...?—Cuestionaste.

—Enfermedad que puede provocar un exceso de glucosa en sangre—Respondió de inmediato el chico.

—Ya sabemos que tengo diabetes—Alegó el hombre—Ahora solo quiero ir a casa. Me tienen aquí en contra de mi voluntad—Se quejó de nuevo.

—Papá, por favor—Lo miró su hija apenada.

—Pero no hemos terminado señor Jenkins—Interviniste de nuevo y te miraron—Smith, ¿qué complicaciones hay si no se trata adecuadamente?—Cuestionaste de nuevo.

—Bueno, enfermedades cardiovasculares—Empezó a enumerar el joven con sus dedos—Posible neuropatía diabética, nefropatía diabética, también está la retinopatía diabética, daños en el pie, posibles afecciones de la piel y la boca. Un notable deterioro en la audición y también el Alzheimer—Terminó de hablar y notó como el hombre lo miraba horrorizado.

—Perfecto Smith—Respondiste orgullosa de todo lo que había logrado aprender el interno.

—Mira mamá—El nieto más joven acercó su tableta hacía su madre y abuelo—Es asqueroso lo que sale en internet sobre la diabetes—Comentó con una sonrisa divertida sobre su rostro. Por otro lado, el hombre mayor aún tenía una cara horrorizada.

—¿Dejará que le administremos el medicamento, señor Jenkins?—Preguntaste sabiendo ya la respuesta.

—De acuerdo—Murmuró malhumorado.

—Smith, por favor—Lo miraste de nuevo y el entendió de inmediato. Yendo hacía el paciente para así administrarle el medicamento.

—Muchas gracias doctora—Agradeció la mujer.

—Bueno, parece que Mathew ayudó bastante—Miraste brevemente al chico quien sonrió con orgullo.

—Mamá—Su otro hijo, que era mayor, intervino en la conversación. Normalmente no hablaba mucho y pasaba con su teléfono en la mano. Su madre volteó para poner su atención sobre él.