Es verdad

137 5 1
                                    

Mientras salgo del Michigan, la brisa fría de la noche me envuelve, haciendo que me estremezca ligeramente. Las luces de la ciudad destellan, creando un contraste con la oscuridad del cielo nocturno. A medida que camino por la acera, siento cómo el frío se cuela bajo mi abrigo, y tengo que detenerme un momento para adaptarme a la baja temperatura. La noche está tranquila, y puedo escuchar los sonidos distantes de la ciudad mientras continúo mi camino bajo las estrellas.

Tengo que encontrar la manera de conseguir las grabaciones de las cámaras de seguridad de casa de los Renaldi. Me dirijo hacia mi coche y antes de llegar me sorprende la figura de Jessica Hidalgo deteniéndose ante mí.

Su presencia inesperada me hace dar un respingo. La veo claramente bajo la luz de una farola cercana. Su mirada es intensa, me mira con ojos furiosos y acusadores. Su voz es un torrente de ira contenida mientras se lanza contra mí, su tono enloquecido y psicopático me asusta. No la reconozco, esta no es la Jessica que conocí el otro día.

—¡Te he visto con Marco! —grita, su rostro distorsionado por la rabia.

Trato de mantener la calma, aunque mi corazón late desbocado. Intento explicarle que solo fui a la casa de Marco para ayudar, para encontrar la verdad, pero sus palabras inyectadas de veneno me golpean como cuchillos afilados.

—¡Te vi saliendo de su maldita casa!—escupe, sus manos se cierran en puños.

Trato de retroceder, de poner distancia entre nosotros, pero ella se abalanza sobre mí con una ferocidad que me deja sin aliento.

Y entonces, en un momento de locura, me golpea con fuerza. El dolor es inmediato, una explosión de sensaciones que me hace tambalear.

—Jessica, por favor, escúchame. No estoy involucrada con Marco de esa manera. Fui a su casa para investigar, para ayudar a encontrar la verdad. No tienes que hacer esto. —Trato de hablar con calma, a pesar del miedo que siento.

Pero Jessica parece estar completamente fuera de control.

—¡No me importa lo que digas! ¡No quiero que te acerques a él! —grita, su voz llena de desesperación.

Siento que estoy atrapada en una pesadilla sin salida. Está fuera de sí, y sus amenazas me hacen temer por mi seguridad.

—Jessica, por favor, cálmate. No estoy interesada en Marco de esa manera. No quiero problemas. —Mi voz tiembla mientras trato de apaciguarla.

Pero en lugar de calmarse, Jessica da un paso hacia mí, sus ojos llenos de rabia.

—Si vuelves a acercarte a Marco, te aseguro que te arrepentirás. —Sus palabras son una amenaza clara y escalofriante.

Siento que mi corazón late con fuerza en mi pecho, y me doy cuenta de que debo encontrar una manera de salir de esta situación antes de que empeore.

La situación se vuelve aún más tensa cuando Jessica da otro paso hacia mí, sus puños todavía apretados con ira. Mi mente trabaja a toda velocidad para encontrar una salida.

—Jessica, entiendo que estés molesta, pero no quiero problemas contigo. Solo quiero saber la verdad sobre lo que le sucedió a Samantha. —Mi voz está llena de sinceridad mientras trato de apaciguarla.

Sin embargo, parece que mis palabras caen en oídos sordos. Jessica está decidida a hacerme daño.

—No te atrevas a acercarte a él de nuevo. Si lo haces, te aseguro que lamentarás haberte cruzado en mi camino. —Su tono es oscuro y peligroso.

En ese momento, me doy cuenta de que no puedo razonar con ella. Jessica está tan cegada por la ira y los celos que no escucha razones. Necesito escapar de esta situación antes de que las cosas se pongan peor.

InocenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora