GAJOG MUNJE ▪︎ MIMO

12 - '¡Sorpresa, mi amor!'

— ¡Ya, Momo! ¿Cuál es la sorpresa? — Mina casi pisoteaba el suelo como una niña exigiendo su juguete, pero es que ya había pasado un mes completo de que Momo le informó sobre su sorpresa.

— Deja de ser impaciente y te lo digo — Momo se burló, sabiendo que a Mina no le gustaban las sorpresas.

— ¿Crees que me guste?

— Estoy segura que te gustará, bonita — Momo se acerco, dándole un duradero beso en la mejilla para luego uno en los labios.

Y cómo no le gustaría, si Momo le enseñó unos boletos que hicieron a Mina congelarse y luego de segundos saltar emocionada, mirando a Momo para ver si era de verdad.

— ¿Recuerdas cuando pasamos por el complicado proceso de visa residencial para Corea? — claro que Mina lo recuerda, casi se sacaba los pelos del estrés por la complicación, y que lo tenían que ocultar muy bien de su padre.

— ¿Es de verdad? — preguntó, y Momo asintió.

— Es una vuelo para en una semana, y Dahyun me vendió una bonita casa en un pueblo rural de Corea, donde estaríamos bien — eso hizo a Mina sonreír enormemente.

(Un dato extra, es que Dahyun y Momo ya se conocían, ya que Momo frecuentaba el lugar donde Dahyun es dueña para pasarla con sus amigas o beber un rato. Por esto mismo, Momo fue su dama de honor)

— ¿No estás bromeando? Es en serio, ¿verdad? — Mina avanzó hacia ella, tomando los boletos para verlos de cerca, como si fueran algo muy ajeno.

— Muy en serio, mi amor. Escaparnos a Corea será solo el inicio — Momo rodeó sus hombros, viendo su expresión de felicidad y todavía sorpresa — Ya terminé mis proyectos, me retiraré del público para enfocarme en lo que será mi familia. ¡Sorpresa, mi amor!

De eso también habían hablado, de el futuro y lo que querían lograr. Ambas coincidieron en formar una familia, una vez que escapen de el puesto en realeza de Mina y de las cámaras que perseguían a Momo.

— Dime de nuevo 'Mi amor' y me la pienso — aún así Mina siempre se tenía que hacer de rogar.

— Vamos a ver si vas a tener que pensarla — Momo la abrazó para hacerlas caer a la cama, donde sus manos fueron al abdomen de su novia para hacerle cosquillas.

— ¡Momo! — Mina empezó a soltar esas carcajadas que a Momo tanto le encantaba escuchar. Momo después de unos segundos se detuvo, viendo esa sonrisa alegre, fascinandose con ese gesto del cual estaba tremendamente enamorada — Nada me haría más feliz que irme contigo — Mina confesó, atrayendo su rostro por las mejillas para besarla.

— Todo lo tengo planeado — Momo susurró contra sus labios — Solo Sana y Dahyun sabrán dónde estamos, pero harán como si no. Solo debes dejar una carta explicándolo un poco, y por fin tomamos el vuelo — a Mina le brillaron los ojos (tanto metafórica como literalmente).

— Te amo, ¿lo sabes? — eran pocas las veces que Mina se ponía sentimental. Mayormente buscaba hacer una broma para aligerar todo, pero esta vez Momo pudo observar una lágrima bajando por su mejilla hasta su mandíbula.

Claro. Era algo grande escapar de la realeza japonesa, pero si lo hacían público, los reyes no podrían hacer nada contra ellas si no querían quedar mal al destruir un amor. Eso es lo que más sucedería, o la gente vería muy mal a Mina por rechazar el gran puesto de reina que se le dió.

Qué más da (tienen mucho miedo).

— Lo sé. Te amo, mi amor.