13 - Mensajes simultáneos e invisibles.

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'Hola, maldito infiel. Si estás viendo esto es porque ha pasado una semana desde que me fui, o más si eres despistado (lo que sí creo posible, porque estás bien estupido). Daré una explicación rápida, no quiero ser reina, ni quiero ser tu familia. Quítame de eso, quitame la herencia, no la quiero, no te quiero (especialmente no te quiero a ti). Hace unos años conocí a una buena persona, y de tanto que me enamoré he decidido empezar una vida con ella, así que olvida que yo alguna vez fui tu hija o que interactúe contigo. He decidido borrar todo rastro de ti en mi vida, y aunque el pasado es imborrable, el futuro lo hago yo.

Espero que los que lean esto comprendan. Amo a mi pareja con locura y lo que más anhelo es hacer una vida con esa linda persona. Renuncio al puesto de princesa, y al futuro de reina.

Atte. Mina, una persona más.'

Cuando Akira leyó la carta, miró hacia Son con unos ojos dilatados de furia, pero ella no se inmutó aún si el rey fue hacia ella y su puño se estampó contra su rostro haciéndola caer al suelo, mareada.

Hace quince días Mina se había despedido de ella, explicándole que haría una nueva vida, y le pidió como favor que estuviera siempre en su puerta y dijera las simples palabras de que la princesa estaba enferma y descansará hasta que se sienta mejor.

Ahora esa excusa no sirvió, pero Son sabía que le dió el tiempo suficiente a Mina para que en otro lugar del mundo se casara para tomar el apellido Hirai, también para que tapara todas sus huellas y así conseguir hacer su vida sin interrupciones.

Son no cambió su expresión aún si el dolor se propagaba por su rostro, solo se levantó y puso recta a como le enseñaron desde que era una niña.

Por más que el rey exigió que le dijera el paradero de su hija, Son nunca abrió la boca para decirlo, tanto porque no sabía a qué país Mina huyó, como porque le tenía una fidelidad completa a esa chiquilla desde que la vió con cinco años dando volteretas (Mina se cayó de boca, pero es una buena anécdota).

Chaeyoung conoce a Mina desde sus dieciséis años, cuando le presentaron a una Mina de cinco años para que la cuidara. Y aunque el sentido de su vida era protegerla, también era obedecerle, así que se limitó a aceptar que ahora el sentido de su vida se fue a ser feliz por sí misma.

Mientras tanto Mina, estaba pataleando en su cama, haciendo un berrinche porque Momo le había dicho que le tocaba cocinar (es que su habilidad para cocinar y lavar ropa era el mismo. Nulo)

— Esto de la vida de casada ya no me esta gustando — le dijo a su ahora esposa, y ésta solo carcajeó divertida (Mina ahora la escuchaba como una risa diabólica).

— He cocinado todos los días. Te toca a ti — Momo también estaba acostada, pero empujando a Mina fuera de la cama.

— Es que no sé cocinar — Mina temía incendiar la cocina, y esa era su casa definitiva, así que quería cuidarla de la mejor manera (ponerla a cocinar no era cuidar, en definitiva no).

— Vamos. Te ayudo — con eso Mina se animó a salir de la cama, con Momo detrás para por fin hacer el desayuno del día.

Boo y Dooby las siguieron con emoción, sabiendo que significaba que podrían obtener un poco de la comida que comían sus dueñas (a Mina siempre le daba penita sus caras).

Momo había llevado a ambos de sus hijos perrunos, no teniendo corazón para dejarlos en Japón con sus dos amigas. De Jeongyeon y Yeji se despidió, y aunque ellas se ofrecieron a mostrarle Corea, Momo negó. No quería que más personas supieran sobre su relación, no quería poner así en riesgo lo que amaba.

— Mina, ya publicaron tu renuncia — Momo estaba viendo su celular mientras Mina sacaba de la alacena lo que pensaba que ocupaba.

— Por fin, ya era hora. ¿Pusieron toda la carta completa? — Mina había esperado toda la semana por el anuncio, hasta le había preocupado que no llegara.

— Resumida — Momo bufó divertida — Quitaron los insultos, pero no la parte de tu pareja, así que es bueno — asintió feliz, todo iba bien.

— Quitaron una de las mejores partes — Mina se había esforzado por escribir una carta que la caracterice. Al parecer, no funcionó.

— Están reaccionando bien — Momo estaba leyendo los comentarios de el anuncio.

— ¿Qué dicen?

— Que ya era hora, que en cualquier momento pasaría, que nada inesperado. Son de manera positiva, así que está bien. No te buscarán — aseguró haciendo a Mina sonreír para luego acercarse y darle un beso en la mejilla, ocasionando una sonrisa en Momo.

— Mejor.

— A cocinar — Momo se levantó, después de acariciar ese cabello recién rubio de su esposa.

Mina se había cambiado el color de cabello, un rubio hermoso, para hacer difícil ser reconocida, y en los primeros días saldría tapada para estar precavida en los momentos que la gente está alerta y con la noticia en mente.

— ¿Qué te cocino? Tú pide, yo lo hago — Mina le sonrió de lado.

— No sabes hacer nada, Mina. Haremos solo huevos revueltos, tal vez con queso para más bueno — Momo sacó los alimentos del refrigerador, al igual que ese jugo de frutas que a Mina tanto le seguía gustando.

— Haz un omelette. Ñam ñam — Mina seguía con su costumbre heredada, mientras veía cada movimiento de Momo (tanto porque se veía hermosa haciéndose una coleta un poco desordenada, como para aprender a cocinar).

— Te enseñaré a hacerlo. Vamos, Mary Jane.

— Maldita Baby Shark.

En cuanto a la carrera de Momo.

Hace ya dos semanas que anunció desde su cuenta de Instagram que se retiraría definitivamente del público, para centrarse en su vida privada, y no pensaba volver más a la actuación.

Hubo muchos comentarios, incluso algunos diciendo que estaba en el punto estrella de su carrera y podría explotar bien sus habilidades si seguía actuando, pero Momo dejó en claro que era lo que deseaba y sabía lo que hacía.

Momo tenía otra meta en la vida, y era formar una familia con la berrinchida y hermosa mujer que hacía un intento de huevo en la sartén (ni el intento parecía).

Ambas cosas pasaron de manera simultánea; Mina renunció a su puesto y Momo a su carrera, pero al hacer el anuncio con dos semanas de diferencia del otro, pasó invisible para todos la pista (afortunadamente).



. . . . .

Ya terminé de escribir la historia jiji, solo falta publicar los faltantes.

Aunque haré extras, pero felices (o depende si los lees con nostalgia o felicidad), son en total 29 partes, y ya vere cuántos extras haré.

GAJOG MUNJE ▪︎ MIMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora