Capitulo 12: Otra vez no.

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-¿Estás segura de que te encuentras bien? Te puedo llevar al hospital si quieres-Dijo André una vez que entré a la casa, cuando Nathaniel se había marchado tan repentinamente.

-Ya papá estoy bien, te lo prometo. Sabes que no me gusta ir a los hospitales.

-Lo sé, es por tu bien-Corrí como niña pequeña hasta el sillón donde se encontraba él sentado viendo su programa favorito en la televisión y le di un abrazo, de esos que hace tiempo no le daba. Me dio un beso en la frente mientras seguía aprisionada entre sus brazos.-¿Quién era ese chico?-Me separé un poco para mirarlo bien a los ojos, se me formó una sonrisa divertida.

-Ya te lo presenté hace rato ¿Tan rápido se te olvidó su nombre? Creo que tú eres el que deberías ir con el doctor-Me miró tratando de ponerse serio, pero conmigo simplemente no le salía. Solté una risita y a él se le formo una sonrisa.

-¿Va en tu escuela?-Asentí. Sabía que me esperaban unas preguntas-¿Está en tu curso?

-Solo en unas cuantas clases.

-¿Cuáles?-Enarqué una ceja.

-Ya papá, en dos o tres no recuerdo ¿Puedo subir ya a mi cuarto o vas a seguir con tu interrogatorio?-Bromeé un poco, pero al parecer a él no le hizo tanta gracia.

-Solo no quiero que te pase nada, tengo que cerciorarme que las personas con las que salgas-Le di un beso en la mejilla y subí a mi habitación.

-Me avisas cuando llegue mamá-Grité a medio camino por las escaleras. Escuché su afirmación y entré a mi cuarto tirándome como una bolsa de papas a mi amada cama. Me sentía tan cansada que quería dormir y no despertar si no hasta una semana después.

Algo caliente y húmedo se paseaba por mi mejilla derecha, haciéndome cosquillas. Abrí los ojos topándome nuevamente con un techo, pero ahora no era completamente blanco, y supe que era el mío porque tenía un cuadrado formado por varias postales de todos los lugares en los que había vivido junto a mis papás. Habían sido muchos en realidad.

Bajé mi vista encontrándome ahora la mirada azulada de Zuki frente a mi, el cual no se cansaba de dejar lametazos en mi rostro. Lo tomé entre mis manos y lo alcé en el aire. Sus ojitos me miraban fijamente. Era tan tierno, que hasta me daban ganas de echarme a llorar. Nunca pensé que llegaría a tener una mascota y menos un hermoso gatito blanco.

-¿Vas a seguir con la manía de despertarme siempre así?-Dije esperando una respuesta de él que claramente nunca llegaría. No sé que hacía hablando con mi gato. Pero al contrario de todo, este término lanzando un pequeño maullido. Le di un beso en su cabecita y lo dejé en mi cama. En cuanto tocó la colcha rosa pálido se puso a arañarla sin compasión. Aunque era imposible que la estropeara, ya que sus uñas eran algo pequeñas; lo dejé que se entretuviera en algo y no estuviera todo el día dormido.

Mi estómago rugió y recordé que todavía no había comido. Si seguía así pronto tendría que internarme de nuevo. Mi cuerpo comenzó a temblar y borré inmediatamente los recuerdos de mi pasado que lograban atormentarme. No me pasaría de nuevo. De eso me encargaría yo.

Salí de mi cuarto dirigiéndome a las escaleras y me apresuré a bajar. Lo más seguro es que fuera mamá llegando del trabajo. Estaba a punto de pisar el último escalón, cuando escuché las voces de mis papás desde la sala. No estaban simplemente conversando, sus palabras eran murmullos muy bajos, como si quisieran que nadie escuchara, que yo no escuchara.

-¿Dónde está Chloe?-Preguntó mamá. Los dos estaban sentados en las sillas del comedor.

-En su cuarto, pero no te preocupes ya esta bien.

-Pues eso espero, no quiero verla sufrir de nuevo.

-¿Y crees que yo sí?-Mamá negó con la cabeza y colocó su mano encima de la de André. Alcancé a ver como papá cerraba los ojos y daba un suspiro hondo-Un chico la trajo a casa-Dijo con pesadez.

복수 (Venganza) Chloe BourgeoisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora