Capitulo 13: Chico bipolar.

35 5 0
                                    

No otra vez.

No por favor.

Una gota de sudor frío cayó por mi frente. Mi cuerpo inmóvil a mitad de la calle y un nudo en mi garganta. Mi mente se debatía entre quedarme estática o correr. Estaba tan asustada que creí que mi miedo fácilmente lo podría oler la persona que se encontraba tras de mí, que aunque no volteaba para confirmarlo estaba un ochenta por ciento segura de que así era.

Giré la cabeza despacio, solamente hasta donde me permitiera ver de reojo. No pude distinguir muy bien que era, porque solo alcancé a ver una sombra negra, ya que la lámpara de la calle solo llegaba a alumbrar hasta unos cuantos pasos antes de él o ella. Pero tenía razón, alguien estaba detrás de mí.

Traté de que mis pies avanzaran, pero como siempre no me hacían caso.

Escuché unas pisadas, acercándose lentamente a mí.

¿Por qué siempre me pasaba esto a mí?

Quería gritar de desesperación al no poder hacer nada. Mis ojos se humedecieron, haciendo que una gota salada cayera de uno de ellos. Llevé mi mano helada a mi mejilla y la limpié rápidamente.

Los pasos que se habían escuchado hace unos minutos ya no estaban, ni siquiera la tonada sonaba. Quise voltear de nuevo para saber si todavía se encontraba alguien ahí, pero unas manos en mi cuello no me lo permitieron.

Mis lágrimas salieron de mis ojos. Mi respiración se volvió irregular, y esperé lo peor. Sentí una respiración en mi oído haciendo que me estremeciera por completo. Un dedo enfundado en un guante de cuero pasó acariciando desde el inicio de mi cuello hasta mi clavícula.

Cerré fuertemente los ojos, esperando que fuera un sueño, añorando despertar pronto. Pero no sucedió esta era la realidad, la cruda realidad.

A los pocos minutos, ya no sentía presencia alguna. Así que con todas mis fuerzas corrí, sin permitírmelo pensar dos veces, tenía que alejarme de aquí a como diera lugar.

Corrí y corrí, pasando calle tras calle temiendo llegar nunca a mi hogar. Volteaba varias veces hacia atrás percatándome que todavía aquella sombra negra me perseguía, demasiado cerca.

Vi un callejón cada vez más cerca de mí, corrí todavía más rápido, con la esperanza de poder esconderme ahí. Pero no contaba con que mi pie se atoraría con un hoyo en el pavimento haciendo que me tropezara y cayera al suelo, haciéndome daño en las rodillas y manos.

Jalé mi pie, para sacarlo de donde se encontraba metido, pero no cedía, dirigí mi vista hacia el agujero pero en cambio me encontré la misma mano con el guante de cuero negro firmemente sujeta de mi tobillo. Subí mi mirada y vi un pasamontañas igualmente negro cubriendo el rostro de mi rostro.

Grité tan fuerte que mi garganta dolió. Pataleé intentando zafarme de su agarre pero claramente tenía más fuerza que yo. Me traté de arrastrar hacia adelante tomando como impulso mis manos, pero mi agresor fue más rápido y colocó su otra mano en mi tobillo; ahora si no tenía escapatoria. Mi mente comenzó a maquinar miles de maneras para poder escapar, pero ninguna era coherente. Mi mano derecha tanteó el suelo, encontrando una piedra. Se la aventé en el rostro, haciendo que él soltara mis dos tobillos y gimiera de dolor. Sin pensarlo dos veces me levanté lo más rápido que pude y corrí de nuevo, dirigiéndome de nuevo al callejón.

En cuanto me adentré a la oscuridad de este choqué con un pecho duro y cálido, retrocediendo rápidamente un paso, pero no lo suficiente como para que esa persona tapara mi boca con su mano antes de que escapara un grito de mi dolorida garganta.

Sin poder evitarlo me encontraba nuevamente llorando, Creí haber salido del peligro, pero cuando salía de uno entraba en otro.

-Tranquila, solo soy yo-Esa voz, inconfundible para mis oídos.

복수 (Venganza) Chloe BourgeoisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora