복수 (Venganza) Chloe Bourgeois

Capitulo 30: Una Navidad diferente.

Mi aliento sale de mi boca como humo blanco empañando el cristal de mi ventana. Coloco mi mano en esa pequeña mancha haciendo que la silueta de esta quede marcada.

Una gota tras otra resbalan por la superficie plana. El día se nota un tanto triste, apagado, hoy es Nochebuena, pero no parece serlo. Desde que desperté temprano en la mañana no ha parado de llover.

Estiro las mangas de mi suéter blanco hasta cubrir mis manos frías. Me acurruco en el pequeño sillón que coloqué frente a mi ventana y me quedo unos minutos más admirando el gris paisaje frente a mis ojos.

Definitivamente esta Navidad va a ser muy diferente a las pasadas.

Escucho un ligero golpeteo en la puerta del cuarto antes de que Audrey entre con una bandeja entre sus manos.

-Traje chocolate caliente-Anuncia mientras camina hasta donde me encuentro.

Me siento un poco mejor, agarrando la taza humeante con aquel líquido delicioso.

-Gracias-Murmuro. Se siente tan cálido el tacto de mis manos frías contra la textura caliente de la taza. Soplo un poco en el interior, dispuesta a darle un buen sorbo. Lo cual termina siendo un gran error, debido a que me quemo terriblemente la lengua.

-¡Chloe cuidado que está caliente!-Me regaña mamá. pero luego ríe al ver como hago una mueca de dolor y saco la lengua queriendo disminuir el ardor.

Le vuelvo a dar otro pequeño trago, ahora teniendo cuidado con su temperatura. Audrey se sienta en mi cama, mientras yo volteó un poco mi silla para quedar frente a ella.

-¿Quieres ayudarme a hacer la cena?-Sus ojos adoptan un brillo peculiar. Asiento, sabiendo que esa es una de las cosas que ella ama que hagamos juntas.

-Claro ¿Haremos pavo de nuevo?-Pregunto y le doy varios sorbos al chocolate.

-Sí, encontré una nueva receta para rellenarlo-Me explica emocionada-Ya verás que nos va a quedar riquísimo.

Le devuelvo la sonrisa y ambas nos quedamos unos minutos en completo silencio. Solo el sonido del viento chocando contra las ventanas es perceptible.

-Puedes invitar a Nathaniel-Dice de repente tomándome con la guardia baja.

-Gracias-Murmuro. Ya había pensado en invitarlo, pero lo más seguro es que no pudiera.

El día de mi cumpleaños me había comentado que su hermana Sheila venía de visita desde Francia y que hace mucho tiempo que no la veía. Lo más seguro es que quiera pasar estos días con ella, y no lo culpo, me imagino que la debe de extrañar mucho. Por otra parte Nathaniel también me había mencionado la posibilidad de estar yo presente con ellos, pero a decir verdad no tenía ni la menor idea si aceptar o no. Jamás había pasado alguna Navidad sin mi familia, y se me hacía difícil hacerlo. Aunque bueno ¿Cómo desperdiciar esta oportunidad de pasarla con mi novio y sobre todo conocer a su hermana?

-¡Chloe!-El grito de mamá me sobresaltó-Cuando entras en tu mundo no hay quien te saque.

-Lo siento, solo estaba pensando-Le di una sonrisa de disculpa.

Audrey se acercó solo un poco a mí, mientras me miraba con una clara expresión de ternura.

-Si quieres pasar esta fecha con Nathaniel esta bien cielo, no te culpo que quieras estar con tu novio-Si ella ya lo sabía, al igual que André, al cual digamos que no fue una de sus mejores noticias-Pero me gustaría que estuvieran un rato aquí en casa los dos y después pueden irse al lugar que quieran-Apoyo su mano en mi rodilla y le dio un leve apretón.

-Gracias mamá, así será-Afirmé. Era una buena idea. Así podía disfrutar en ambos sitios.

Audrey se levantó de donde se encontraba y camino hasta la puerta.