Capitulo 38: Y el asesino se enamoró de la víctima (1)

12 0 0
                                    

Mis ojos se humedecieron mientras agachaba la mirada y juro que escuché el sonido de mi corazón rompiéndose en miles de pedazos. Pedazos los cuales el pudo unirlos y que ahora él mismo era el causante que volvieran a separarse.

Quería correr, salir de aquel horrible lugar y no mirar para atrás, quería gritar tan fuerte hasta que mi garganta doliera, pero no pude hacer ninguna de esas dos cosas, no podía hacer nada. Mi garganta estaba seca y seguía amarrada a una silla. Mi mirada se centra en el causante de todo esto que siento ahora mismo, la persona que creía que era lo mejor que me había pasado en la vida y que sin darme cuenta solo había llegado a destruirme. Mis ojos estaban ardiendo en lágrimas, pequeñas gotas saladas que no quería dejar escapar; porque si lo hacia dejaría notar mi debilidad y mi sufrimiento, y eso, eso era alimento para ellos, esas tres personas que pisoteaban ahora todo lo que creía.

-Y bueno, ¿Qué esperas para hacerlo?-Mi voz sale rasposa cuando hablo, no quiero mirar su rostro, pero necesito hacerlo. Su expresión es de confusión pero él sabe perfectamente a que me refiero.

-Sinceramente eso ya no estaba en mis planes desde hace varios meses.

-¿Piensas que voy a creerte?-Una falsa sonrisa se asoma en mis labios, tengo que mostrarme lo más tranquila que pueda si quiero salir de esto...viva.

-Tengo la esperanza de que si-Camisa acercándose a mí pero mi rostro alarmado me delata por lo que él se detiene-Tienes que crearme, en verdad estoy enamorado de ti Chloe y no pienso hacerte daño. Gracias a ti he podido superar mi pasado, tú has sido mi sostén, esa luz que me ha guiado para salir de esa horrible oscuridad en la que me encontraba-Murmura con dolor, como si recordara aquellos momentos turbios que marcaron su vida. Lo dice con tanta sinceridad que en verdad mi corazón me pide a gritos que le crea, pero simplemente no siento que sea capaz de hacerlo.

Un golpe seco suena detrás de Nathaniel. Es Sergio que ha golpeado la mesa con su puño cerrado.

-Sabía que esto pasaría-Dice con voz calmada, como si tuviera una carta bajo la manga-Estaba seguro que me fallarías Nathaniel, desde un principio supe que no eras lo suficientemente valiente para un plan como este-Se acerca hasta nosotros y coloca una mano en el hombro del ojiazul-Y yo nunca me equivoco. Ponte cómoda Chloe, bueno todos tomen asiento que llego el momento de contarles una pequeña una historia-Le hace una seña a Nathaniel para que se dirija al pequeño sillón donde se encuentra Marinette.

Hace algunos años conocí a una muchacha tan bonita en todos los sentidos que quede perdidamente enamorado de ella. Fue una verdadera lástima cuando ella me dijo que no sentía lo mismo por mí y que estaba enamorada de alguien más, sus ojos arden recelosos. Al poco tiempo se casó y formó una familia, yo seguía con los mismo sentimientos hacia ella y esperaba que un día despertara y se diera cuenta que no era feliz y que del que verdaderamente estaba enamorada era de mí; pero con el paso de los años ese día nunca llegó, así que decidí darle un empujoncito. Ahí fue donde André entró, me debía un gran favor así que lo amenacé con lastimar a su familia si no me ayudaba. Ese fue el primer error que cometí-Su mandíbula se tensa-El era muy sencillo, asesinar a Jagged Kutzberg y a sus hijos para poder estar al fin con Caline, el amor de mi vida, alarga estas últimas palabras, como si estuviera saboreándolas una por una-Pero no todo sale como lo que esperamos y lo que no sabíamos era que en el coche no venía Jagged con sus hijos, sino que con ellos venía Caline en lugar de su hija. Y ahí fue el segundo error. Murieron los dos y el único sobreviviente fue su hijo pequeño Nathaniel Kutzberg. Quede destrozado cuando me enteré que Caline había fallecido.

¡André ni siquiera fue capaz de cumplir con lo que le ordene!

Pero no todo estaba perdido, necesitaba vengarme de él y cuando supe que Nathaniel estaba buscando venganza al igual que yo, intervine. Fue una gran suerte cuando los vi aquella noche en el supermercado y me di cuenta que era momento de iniciar con el plan: asesinarte. ¿Qué le puede doler más a un padre que la muerte de su hijo? Nada.

¿Cuándo nos vio en el supermercado? ¿A qué demonios se refiere? Un foquito se prende en mi cabeza y ahora si sé de que está hablando.

-¿Tú eras el que no estaba siguiendo en un auto negro?-Pregunto con todo el valor que reúno.

-Efectivamente Chloe-Responde con una enorme sonrisa-Vaya Nathaniel, tu noviecita si que salió lista-Se burla irónicamente y sigue dando vueltas a nuestro alrededor-No sé si recuerdes pero estuve presente en otros momentos de tu vida. Lamento si llegue a asustarte demasiado.

Mi respiración se corta mientras pasan por mi mente los recuerdos de las veces que alguien me seguía, cuando alguien me dejó inconsciente, todas y cada unas de las cosas que me sucedieron desde que llegue a este pueblo.

-Claro, debo admitir que Marinette fue de gran ayuda también, no me gustaría llevarme todo el crédito.

Todos estamos atentos mientras Sergio camina de un lado a otro explicando sus propósitos, habla como si en verdad deseara con todas sus fuerzas que corriera sangre. Mi mirada se dirige a Nathaniel y puedo notar como sus manos se cierran formando un puño, su expresión es casi irreconocible. Apuesto que él no tenía idea de esa parte de la historia.

-Bueno, ahora que todos están enterados de la historia completa, creo que es momento de seguir con el espectáculo-Saca un puro del bolsillo de su chaqueta y lo enciende, dándole una larga calada.

-Tú...¿Tú eras el que me seguía? ¿El de los mensajes amenazantes?-Pregunto totalmente convencida.

-¡Vaya! Nathaniel, en verdad tu novia capta rápido-Se burla mientras le da otra calada a su puro-Estás en lo correcto, querida, yo siempre estuve vigilándote.

Mientras le hago preguntas a Sergio, mis ojos no se despegan de Nathaniel, puedo notar que esta cada vez más alterado pero quiere controlarse. Es obvio por la manera en la que se agarra con fuerza del sillón.

-¿Tienes algo más que preguntar? O ¿Una últimas cosa que quieras decir?-Pregunta poniendo toda su atención en mí.

-¿Qué harán conmigo?

-Matarte, pero no te preocupes será más rápido de lo que piensas.

Mi desesperación esta creciendo ¡Tenía que salir de aquí lo más pronto posible! Tiene que haber una manera de escaparme, pero ¿Cómo? Parece ser que no hay ninguna escapatoria y mi final se acerca.

Nathaniel se levanta de su asiento y camina decididamente hacia Sergio que está de frente a mí, aún no se ha percatado que el pelirrojo esta justo detrás de él. Nathaniel se aclara la garganta y Sergio se sobresalta al escuchar aquel sonido, se voltea con una gran sonrisa malévola sin adivinar siquiera el golpe en la mandíbula que tenía pensado propinarle. Sergio cae al suelo sin poder hacer nada para evitarlo. El pelirrojo tiene demasiada fuerza bruta. Sergio se limpia sin cuidado la sangre que sale por uno de los extremos de su boca. Se levanta igual de rápido per en lugar de regresarle el golpe al ojiazul, truena los dedos y justo unos segundos después la puerta de la pequeña cabaña se abre mostrando a dos tipos grandes y mirada agresiva. Toman a Nathaniel y lo alejan hacia una esquina del lugar, mientras este lucha desesperadamente por soltarse, cosa que es imposible ya que los dos tipos se ven más fuertes y grandes.

-No me gustaría hacerte daño Nathaniel, pero si sigues dándome problemas no me quedara otra opción-Habla Sergio con un tono de preocupación totalmente falso.

-¡Suéltala!-Grita Nathaniel a cambio-¡Si no lo haces te juro que te vas a arrepentir!

Sergio suelta una carcajada como si hubiera escuchado el mejor chiste del año, sin inmutarse por la clara amenaza de Nathaniel.

-¿Por qué se empeñan en hacer esto tan difícil? Si hicieran lo que les digo no tendríamos estos problemas y ya habríamos acabado con el espectáculo.

Marinette que hasta ahora había permanecido sentada sin pronunciar palabra, se levanta con un pequeño maletín negro y se acerca a Sergio entregándoselo. Aún seguía sin comprender que diablos hacia ella aquí. El susodicho le hace un leve gesto con la cabeza y ella regresa a su lugar.

Abre aquel misterioso maletín y saca de él una pequeña pistola. Trago saliva ruidosamente y mis manos comienzan a sudar del miedo. Ahora si tengo que salir de aquí ya, no puedo esperar ni un solo minuto más. Justo cuando esto a punto de aventarme con la silla al suelo esperanzada de que se rompa por lo vieja que esta, la puerta se abre de nuevo y quien menos espero que sea, aparece entre la oscuridad de la noche.

-Vaya, vaya, vaya, miren a quien tenemos aquí-Canturrea Sergio cuando escucha el ruido de la puerta-Que gusto verte de nuevo André.

복수 (Venganza) Chloe BourgeoisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora