Capitulo 40: Él no sabía amar, yo quizás...demasiado

33 1 0
                                    

Mis ojos se abren lentamente, parpadeo varias veces hasta que mi vista logra enfocar a mi alrededor. Todo es blanco, limpio y frío, muy frío. Me encuentro en un cuarto de hospital, nunca me han gustado y no creo que me agraden jamás. Observo todo a mi alrededor, las cortinas de la ventana están abiertas y puedo ver que nubes grises cubren el cielo, parece que en cualquier momento comienza a llover. Levanto mis brazos y veo unos tubos delgados en ellos, por donde pasa un líquido transparente, quiero irme de aquí.

La puerta se abre y veo la pálida cara de Nathaniel asomarse en medio. Al ver sus ojos azules una ola de imágenes me golpea y recuerdo todo con claridad. Mi cabeza empieza a dar vueltas y siento que voy a vomitar por el dolor. Cierro los ojos con fuerza, no quiero llorar pero ya siento húmedos mis ojos; escucho los pasos de Nathaniel entrando en la habitación, murmura algo pero no logro entender el que. Recorre una silla y se sienta a mi lado, yo sigo con los ojos cerrados, no quiero verle, si lo hago estoy segura de que me derrumbaré. Siento su suave tacto por mi mejilla y mi cuerpo se estremece; de inmediato quita su mano y solo suspira cansado.

-Abre los ojos Chloe-Me dice suavemente con su voz ronca.

Pero no lo hago, no quiero hacerlo, quiero que se vaya, que me deje pensar, estoy muy confundida...aunque en el fondo sé que eso es mentira y lo único que quiero es que se quede y me abrace, así como siempre lo hace.

-Por favor...bebé-Repite de nuevo, siento su voz temblar cuando termina de hablar.

Después de unos minutos los abro indecisa. Volteo a su dirección y ambos nos vemos directo a los ojos, en completo silencio, sin saber que decir. Tengo tantas cosas en mente pero no sé como empezar. Él nota el temor en mi mirada porque hace el ademán de acercarse más a mí para calmarme pero lo alejo con un movimiento de cabeza.

-¿Cómo te sientes?-Pregunta al fin.

Lo observo atentamente, debatiendo internamente si debo mentirle o no.

-Mal-Decido ser sincera-¿Dónde está mi papá? ¿Qué pasó con él? Lo último que recuerdo es que me desmayé.

-Después de eso, llegó la policía, Marinette estaba muy asustada así que los llamó justo después de que Sergio te disparó, llegaron junto con una ambulancia. Estabas muy grave Chloe, caíste en coma durante tres días y habías perdido mucha sangre. Tuve mucho miedo...pensé que te perdería para siempre.

Observo detenidamente los cables que tengo en mis brazos; pero solo lo hago para no ver a Nathaniel a los ojos.

-Perdón...-Susurra-Perdón, perdón, perdón. Chloe, perdón.-Repite varias veces al ver que no contesto.

Mi corazón se rompe un poco más al escucharlo, si es que eso es posible.

-No comprendo como pudiste haberme hecho eso.

-Vivía engañado, Sergio se aprovechó de mi soledad y desgraciadamente me convirtió en todo lo que era antes, pero ya no lo soy Chloe, y tú lo sabes muy bien, tú me cambiaste, me hiciste ver la vida de otra manera, me hiciste amar de nuevo.

-No quiero escucharte Nathaniel, no en este momento, me siento muy mal y solo quiero descansar.

-Ya sé que no es el momento adecuado para hablar de esto, pero quiero aclarar todo; ahora ya conoces toda la historia. Yo no soy el malo aquí, solo fui engañado, fui una víctima más.

-Como yo. Yo fui tu víctima, fui la víctima de todos, la que iba a pagar los platos rotos.

-No es así, jamás podría hacerte daño-Su voz se cubre de desesperación.

-Pero ibas a hacerlo Nathaniel, y es algo que no puedo solo olvidarlo.

-Pero te conocí y me enamoré de ti. Chloe, te amo-Esas palabras me atraviesan como miles cuchillos. Mi garganta se seca, no quiero escucharlo, ya no.

-¿Y si no te hubieras enamorado de mi?-La pregunta sale apenas como un susurro-No te hubiera importado matarme.

-Pero no fue así y lo sabes Chloe...tienes que creerme-Pasa delicadamente por mi mejilla. Lo hace con cuidado y siento su mano temblar mientras lo hace.

Muevo lentamente la cabeza en negación. Me siento demasiado débil y mareada como para seguir con esta conversación que no sirve de nada. Ya tomé una decisión y no pienso cambiar de opinión.

Nathaniel solo me observa atento. Sé lo que piensa, lo sé perfectamente y es que aunque no quiera admitirlo en todo este tiempo que estuvimos juntos llegue a conocerlo tan bien, creo que incluso mejor que a mi misma. Sé que piensa que voy a ceder, que le creeré; siempre ha sido tan confiado, tan seguro de si mismo, siempre obteniendo lo que desea. Pero esta vez será diferente.

Y yo lo que necesito es pensar acerca de lo que haré y estar completamente segura y para ello debo estar alejada de él.

-¿Y mi papá? Aún no me has respondido ¿Dónde está? ¿Está bien?

Se pasa la mano por el cabello, despeinándolo un poco y me temo lo peor. No dice nada durante varios largos segundo que se vuelven una eternidad para mí.

-No lo sé-Responde al fin-He estado contigo todo este tiempo, nadie me ha informado de nada.

Ambos volteamos hacia la puerta después de escuchar unos suaves golpes del otro lado. Esta se abre y entra mi madre, lo primero que veo en cuanto pasa al pequeño cuarto son unas enormes ojeras bajo sus cansados, y me siento mal por estar haciendo que pase por esto.

Camina rápidamente hasta la cama donde me encuentro y me abrazó con ternura. Empieza a temblar un poco durante el abrazo y puedo escuchar que esta sollozando. Se separa de mi y se limpia las lágrimas apenada, lo sé porque baja la mirada mientras sonríe fingidamente a Nathaniel.

-Lo siento-Suelta una risilla-Me alegra tanto que estés bien hija-Me ve con sus ojos llenos de amor-No sé que hubiera hecho si...si-Su voz se corta con otro sollozo.

Siento de nuevo el tacto de Nathaniel en mi mejilla. Y es cuando apenas me percato de que también yo estaba llorando.

-Nathaniel, cariño ¿Podrías dejarme a solas con Chloe, por favor?

Él voltea a verme y por su expresión sé que no quiere irse, pero lo mejor es que lo haga. Le hago una seña con la cabeza para que salga y él acepta.

-Hablamos después-Me dice con su semblante serio, sé que no deja de darle vueltas a lo que le dije hace rato. Me da un beso en la frente y sale de la habitación.

Y justo en ese momento sé que nada volverá a ser lo mismo entre nosotros...

Mis ojos se llenan de lágrimas y dejo que mi madre me abrace mientras las dos lloramos en aquella blanca habitación del frío hospital.


복수 (Venganza) Chloe BourgeoisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora