No. 86. Dragón rojo

191 26 4
                                    





Hay un sentimiento...

Un miedo persistente envenenando su corazón.

Teme que su hermano lo abandone.

Porque aún en este momento, recostado en su regazo, apaciguado por caricias suaves de esas manos cálidas, Raon aun teme que lo abandone.

Se acurrucó entre sus piernas, aferrándose al pantalón de Rok Soo, porque debe sostenerlo todo el tiempo o de otra forma, será abandonado.

Goteo.

Goteo.

Goteo.

Al sentir su pantalón humedecerse, Rok Soo bajó la cabeza para centrarse en Raon, en esas pequeñas garras que perforan su piel con zaña.

"¿Intentas encadenarte a mi carne?", preguntó el dragón rojo.

Raon se acurrucó, ocultándose con sus alas de esos ojos demasiado pesados para ser vistos.

Hyung, ¿Cuánto tiempo estarás conmigo?, Se preguntó, sintiendo sus ojos ardiendo y su garganta doler.

Raon se acurruca más cerca. "Eruhaben dice que los dragones no aman, se encaprichan", su voz es suave, lenta.

"¿Es así?", preguntó, sus párpados temblaron al sentir esas garras hundiéndose más profundamente en su carne.

Goteo.

Goteo.

El pequeño dragón se giró, apartó su ala y miró a su hermano mayor directamente a los ojos.

Rok Soo frunció el ceño al verlo llorar.

"¿Cuánto tiempo puede hyung encapricharse conmigo?", sollozó, apretando tan fuerte su agarre que desprendió una capa de carne.

Rok Soo se encorvó sobre él, limpiando con suavidad la sangre que había salpicado su carita.

"No llores", le pidió. "Me partes el corazón cuando lloras".

Sus ojos...

La calidez en sus ojos.

El amor debe verse así.

...¿Verdad?

Aún así, Raon no puede evitar tener dudas.

Rok Soo se acercó más, hasta que estuvo a meros centímetros de su cara. "Te permito lastimarme, bajo la guardia por completo ante ti, no opongo la más mínima resistencia a ti", susurra, sin perder de vista sus ojos llorosos llenos de dudas. "Qué es lo que aún no te he dado de mi, como para que tengas dudas, ¿eh?", con sus dedos, golpeó suavemente la frente de Raon.









][



"Incluso si me usas, está bien...".

"Niño".

"Solo no me dejes, ¿De acuerdo?".

"No soy bueno de ninguna forma".

"Rok Soo".

"No te enamores de mi".

"R-Rok Soo".

"No lo hagas", le dijo, acariciando su cabeza con dulzura. "Se bueno".

"P-Pero te amo", tartamudea, con los ojos muy abiertos, para que pueda verlo, para que vea su dolor.

Rok Soo observa la desesperación, el anhelo, brillando en esos bellos ojos dorados.

"Lo que buscas, no soy yo", le dijo siendo demasiado compasivo como para atarlo a su lado. "No puedo amarte, no como quieres y no como necesitas", retrocede, poniendo distancia para que el niño entienda sus palabras.

Busque tu alma en 1000 mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora