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No. 40. Le hizo sentir amado

Lee Soo Hyuk le hizo sentir que estar roto estaba bien, hizo que creyera que no había nada malo en él.

¿Sabes lo facil que es amar a alguien así?

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Estuvo en muchas casas adoptivas, con muchos hermanos adoptivos, con demasiados padres adoptivos.

Todas esas casas.

Todas esas familias.

Le hizo sentir que había...había algo mal en él. Debe haber algo roto, algo defectuoso para que no lo quieran.

T-Tal vez hizo algo mal.

Tal vez por eso siguen devolviéndolo, como si fuese un juguete.

"¿Has pensado en el suicidio?".

La pregunta de su asistente social le tomó por sorpresa, porque no había una razón para esa abrupta pregunta, Rok Soo se había asegurado de no dar señales, ningún indicio, ninguna pista que delatara sus fallos.

¿Qué si lo ha pensado?

Si, por supuesto que lo ha hecho, desde que era niño, y aprendió de la existencia de Dios y lo que el suicidio significaba, pensó que si rogaba lo suficiente, Dios lo mataría, sin dolor, si tenia suerte, tal vez mientras dormía, aprender que esos deseos tenian nombre le dio cierta calma. Y ahora que es mayor, el pensamiento aparece solo, repentinamente, no solo en los días malos, incluso cuando está leyendo un libro, en medio de la tarde cuando los otros niños ríen y él no entiende porque son felices.

Ahora los pensamientos sobre él suicidio se han vuelto algo normal.

Solo que Rok Soo no le llama suicidio.

Kim Rok Soo lo llama salida.

Rok Soo parpadeó y sacudió la cabeza.

"No", respondió.

Y ella le dio una sonrisa, aliviada.

Entendió sus razones cuando entró al auto tras su última familia fallida, había un folleto pequeño y colorido.

《Consecuencias del abandono infantil》.

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A los 13 años, la que fue su última familia no eran...no eran perfectos.

Pero los padres eran amables y lo respetaban.

Eso era tan extraño, recibir respeto.

También, bajo su cuidado, en una nueva ciudad, en una nueva escuela, conoció a las personas que lo hicieron sentir humano, que le hicieron creer que estar roto lo hacía perfecto, lo hicieron sentir amado.

Estaba agradecido por haberlos conocido, incluso si no podía decirlo en voz alta, estaba tan tan agradecido y feliz de Lee Soo Hyuk y Choi Jung Soo.

Rok Soo creyó que esta vez estaría bien, esta vez estaría a salvo, pero...

Había un hijo, tenía 17 años, un excelente estudiante, un deportista premiado, era tan perfecto como se le había exigido a Rok Soo que fuera.

...sin embargo, disfrutaba causándole dolor, lastimandolo, insultandolo, decía que Rok Soo debía soportarlo todo, porque el techo bajo su cabeza, la comida en su estómago y la ropa en su cuerpo tenían un precio.

Y Rok Soo lo aceptó con tranquilidad.

Nunca le habían cobrado tan poco por esas cosas antes.