No. 76. Susurros

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Un trío de nobles bebiendo en un bar.

El chiste de cuenta solo.







Observó el vibrante palacio Real desde el balcón de la posada, acompañado por íntimos amigos a los que no le confiaría ni el gato de su cochero.

Pero en este momento, no eran nobles, solo tres hombres bebiendo ron a la luz de las velas y el cuidado de la luna.

"¿Alguno ha pensado alguna vez en iniciar un levantamiento?", preguntó, sin apartar la mirada del palacio.

Risas, fuertes carcajadas resonaron en la mesa, haciéndolo sonreír y apartar la mirada del balcón.

"No, no, soy demasiado realista para pensar que su majestad, el nuevo rey, no devoraría mi condado y escupiría los huesos", las palabras torpes del conde estaban llenas de la sinceridad acumulada de toda su vida. "Es un niño vicioso, tal vez ni siquiera deje los huesos", había aprobación en su mirada, mientras agitaba su cora y miraba de reojo el palacio a lo lejos. "Esta es una buena vista".

"Creo que el verdadero problema, es el que cuida sus espaldas desde las sombras".

El conde y Vizconde observaron al Baron, repentinamente sobrios, con ojos fríos y calculadores, pensando. Entonces sonrieron, con la guardia baja y los hombros suavizados.

"¿Su ejército de animales oscuros?", Pregunta el Vizconde, sin realmente malicia en su tono. "Tiene mérito que se desligara de la Iglesia con tal de obtener el apoyo de los parias del mundo sobrenatural, ¿no? Chico listo".

El Conde tomó lo último de su copa y volvió a llenarla por sí mismo, rellenando también la copa del Vizconde que inclinó la cabeza en gratitud. "¿Es la bendición del Sol? Nadie la ha visto, tal vez no es más que una leyenda para dormir por las noches, un acto bastante brillante, exaltando el poder Real en las masas", zumba, aprobatorio. "Poniéndolos un escalón por encima de todos nosotros, como si no fueran hombres, como si no hubiesen nacido de hombres tambien", sonrió.

El Barón fijo con su mirada. "Crees en la bendición de los dioses que nos abandonaron", una afirmación, nada más que una afirmación audaz para tales palabras que si fuesen escuchadas, podrían llevarlos al asesinato de toda su línea por blasfemos.

El Conde golpeó suavemente la mesa con su dedo, ladeando la cabeza y manteniendo su mirada. "Creo que después de la ilegalización del incesto, la sangre real ha sido demasiado diluida para que la bendición perdure", admitió, mirando al palacio por primera vez. "Y no creo que eso sea malo", se encogió de hombros, como un vulgar campesino en su aire descuidado y ebrio. "Sin cambio, no hay avance, pero...", su sonrisa cambio, por algo más frío. "El niño no debería olvidar cuál es su casa".

El Vizconde asíntió, el Barón también estuvo de acuerdo y juntos brindaron. "Barón, ¿De que guardián hablabas?", cuestionó, una sonrisa divertida en su boca, pero sus ojos llenos de intrigas. "¿Sabes algo que nosotros no?".

"Es su ejecutor".

Silencio, absoluto pero momentáneo.

"¿El maestro de la espada?".

"No", respondió, sonriente. "Su pequeño hermano, esa cosa bonita que parece inifensiva".

Y se rieron de él, como si hubiese contado una broma muy divertida, la sonrisa del hombre fue aún más amplia.

Estuvieron en silencio por un corto tiempo, vaciando y rellenando copas, mirando el palacio de vez en cuando.

"Tiene los ojos de una bestia", mencionó el Vizconde, atrayendo la atención pero sin fijar la mirada de nadie. "Nadie podría reunir tanto poder y mantenerlo, sino fuese premeditado".

El Conde suspiró. "Esto terminará tan mal para nosotros, los pequeños".

El Vizconde y el Barón alzaron una ceja, mirándolo con escepticismo.

El hombre se rió, tomando de su copa. "Todo por debajo de un Márquez es pequeño".

"Entonces...", Dijo el Vizconde, mirándolos de reojo tras su copa. "¿Ese levantamiento...?".

"Olvídalo, mi hija tuvo a mi primer nieto hace un mes", cortó el Baron. "No le haría eso a mí familia".

Ah.

Cierto.

El devoto amor familiar era lo único que habían compartido con la suficiente convicción y fiereza, para mantener en pie su amistad.

"El lado bueno del niño Henituse es el mejor".

"Acuerdo".

"Acuerdo".

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