12 .Segundo Deseo.

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Se metió en el agua como cada mañana, buscando refrescar y de paso limpiar su cuerpo, ese que había soportado los embates de su genio parte de la noche, es que tener intimidad se había vuelto algo casi que sagrado para ellos, disfrutándolo, sintiendo esa pertenencia al contrario el saber que alguien más, amaba tenerlo así.

Nado tranquilo, disfrutando el momento, despejando su mente, poniendo en orden sus ideas, los pasos que debía seguir, lo que quería vivir junto a Suga.

—¡Pero mira nada más que trajo la corriente! —Paz, que murió al oír aquella voz, abrió sus ojos notando el cielo, y suspiró.

—Genial — rodó los ojos.

—Tiempo sin verte Baby —

—No lo suficiente, Soobin — se acomodó en el agua quedando con los pies cerca del fondo, bien sabía Jimin que aquel hombre era sinónimo de problemas.

—¿Oh, vamos, acaso no me extrañaste? — De reojo noto como más hombres aparecían, a su alrededor fuera del agua, si eran problemas.

—Que te digo, no eres alguien que cause ese nivel de dependencia — coqueto, sabía que eso no terminaría bien, pero tampoco les mostraría que tenía miedo.

—No rompas así mi corazón Baby, yo si te extrañe — puchereando - por cierto necesito tu ayuda —

—¿Mi ayuda?- asintió — ¿se puede saber con qué?—el hombre sonrió.

—Necesito llegar a alguien que al parecer tú conoces muy bien — y si a la mente de jimin llegó la imagen de Suga— verás yo quiero hablar con tu amiguito que reparte oro, a los idiotas del pueblo —

—¿Con Yoongi y de que si se puede saber? —

—Negocios — no tenía que ser muy listo para adivinar lo que pasaba por la mente de aquel sujeto, Jimin entendió que el oro al fin había llamado la atención de la gente incorrecta— así que, como te habrás dado cuenta, necesito encontrarlo de forma urgente y me dijeron que tú me podías ayudar —

—No me digas — dio un paso para que sus pies tocaran el fondo, buscando de paso la manera de salir de esa situación sin pedirle ayuda a quien dormía plácido en su nido de amor— pues qué pena, pero te informaron mal —

—No — con tono alegre — yo sé que si me puedes ayudar — miraba entre los tipos, alguna manera de salir ileso, pero no había, tenían todos los puntos estaban cubiertos, bien conocía Soobin lo rápido que Jimin podía ser en especial para huir, no podía dejar nada al azar—Qué me dices Baby, me ayudas por las buenas o te obligo — poner resistencia, no era opción, eran demasiados y él estaba en desventaja empezando por su falta de ropa—¿Cómo contacto al idiota? —

Cuando Suga apareció, no espero ver a su amo, desnudo, con golpes, y con tres sujetos, afirmando su cuerpo, para que otro hiciera con él lo que quisiera, apretó los puños.

—Yoongi — susurro.

—Así que tú eres el famoso Yoongi, el del toque de oro, como dicen en el pueblo —

—¿Qué quieres? — directo al grano, sin perder de vista a Jimin, que solo bajó la mirada, era la segunda vez que Suga lo veía así, desnudo y rodeado de idiotas.

—Hablar, verás, me da curiosidad saber de donde sacas tanto oro — dinero, claro que todo eso era por dinero.

—Eso es asunto mío... —

—No creo, verás, a algunas personas les molesta que solo uno tenga tanto y los demás devan mendigar... —

—Pues el problema es de ellos, no mío — serio — suéltalo — Soobin miro al menor.

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