.Pide un Deseo.

Parte 14.

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Cuando Jimin llegó al arroyo por la mañana no esperaba ver a Kook sentado en la orilla, se veía pensativo y triste.

—Kook? — levantó la vista y sonrió, sonrisa que no llegó a ojos —cómo estás? —

—Hola Baby, ¿bien y tú? —

—Seguro, ¿Estás bien? — asintió lento, mordiendo su labio inferior con angustia —Kook... —

—¿Nunca has sentido ganas de desaparecer del mundo? —lo miro fijo, algo tenía al mayor, con una pena tan grande como el bosque junto a ellos.

—A veces sí — Kook sonrió — pero luego pienso en las personas que quedaran tristes si yo desaparezco, en lo que sufrirán por mi decisión...—

—Y si no hay, ¿alguien que te extrañe? —

—Siempre hay alguien... —

—Como me gustaría poder pedir un deseo — Jimin pasó saliva — un solo deseo —suspiro.

—¿Qué pedirías? —giro lento y lo miró directo a los ojos.

—Que mi padre me recordara, que su enfermedad sanará y que me llamara nuevamente por mi nombre, eso pediría — era un deseo noble, tanto que el Jimin se sintió mal por no poder ayudarlo con el deseo que le quedaba.

Porque ese era para Suga, funcionara o no, ese último deseo era para su genio.

Hablaron un poco más, hasta que Kook se fue dejando a Jimin con un mar de sentimientos, su corazón pedía ayudar a quien no estaba pasándolo bien, es que el deseo de Kook era algo que ni el dinero podía arreglar, solo la magia de Suga.

—¿Por qué estás tan pensativo? —

—¿Qué pasa si alguien más pide un deseo? — se sentó a su lado — si alguien encuentra la botella y te invoca, ¿qué pasa? —

—Se vuelve mi amo — veía sus ojos moverse de un lado a otro pensando, algo tenía la mente de su amado a mil, y dada la pregunta se hacía una idea de lo que pensaba —¿a quién quieres ayudar? —

—Ahí un chico, su— suspiro —su padre olvida un poco de su vida y familia a diario y no hay algo que el dinero pueda hacer para curarlo —

—te queda un deseo —

—¡No! -grito mirándolo serio —ese es para ti, pero pensaba que si tú pasas a ser de otra persona y cumples ese deseo, igual te irás o... —

—Si alguien más se vuelve mi amo, debo cumplir sus tres deseos... —

—Pero, si yo aún no pido el mío, tu igual te irías o... —asintió —¿de verdad? —

—Puede tener infinitos amos, pero si uno de ellos pide sus tres deseos, yo debo volver a la botella —

—¿Pero si esa persona solo pide uno y después vuelves a mí manos tú, te quedarás? —notaba el miedo a perderlo, pero también la angustia de no poder ayudar a quien necesitaba más que él, la magia en este momento, es que Yoongi sin duda jamás conocería a alguien como Jimin, se acercó lento y dejo un beso en los labios, de quien cerró los ojos para disfrutarlo —No quiero perderte, pero... —

—Lo sé, lo veo en tus ojitos— esos que brillaban con el sol reflejándose en ellos— se tienen que cumplir los tres deseos de un amo, para que yo tenga que volver —asintió— mientras eso no pase, me quedaré contigo—

Se empinó un poco y volvió a besarlo, estaba de verdad enamorado de Suga, tanto como se podía, pero su corazón era así, bueno y siempre buscaba ayudar a quienes no tenían su suerte.