Rhaenyra Targaryen

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Shot: Rhaenyra Targaryen x maleoc

Total de palabras: 4766 palabras.

Advertencias: machismo, misoginia, contenido explícito, lenguaje soez.

Resumen: Rhaegar es decepcionado por su propio padre y futura esposa, aún por sus propios principios ¿Qué bando debería elegir?

OMNISCIENTE POV

Daemon Targaryen estuvo casado con lady Rhea Royce, en su misma boda bebió tanto que no recuerda siquiera haber dicho bien sus votos matrimoniales, con eso también no recuerda haber tomado la pureza de lady Rhea. Pero en resumidas palabras si lo hizo, aunque él, en su mente no acepta a ese hijo suyo en el vientre de una mujer a la cuál no ama ni desea.

No fue hasta el día del parto donde se dio a conocer el género del bebé y que en asertivas palabras, el niño nacido era suyo, totalmente. Daemon para poder adaptarse en el valle con esta mujer, le llamaba él, decidió tomar a su hijo y darle una crianza a su gusto. Lady Rhea casi muere el día del nacimiento del nuevo príncipe, Rhaegar Targaryen.

Durante el tiempo que ambos permanecieron en el valle, Daemon se encargó de que su hijo se hiciera un excelente espadachín, enseñándole de sus habilidades, haciéndolo una parte grande de su vida. Haciéndolo el mejor en todo, el mejor de todos los torneos. Lady Rhea murió en un accidente y entonces, Daemon y Rhaegar fueron a King’s Landing, donde Viserys les dio una calurosa bienvenida a ambos.

Este era el nuevo hogar de Rhaegar, muy diferente al valle pero bastante refinado, lo que un príncipe debía de tener, en donde un príncipe debía vivir. Daemon le había enseñado que era un príncipe, no se esperaba menos de él. Rhaegar era tan osado, digno de llevar una espada, un yelmo y una armadura Targaryen, digno de tener su dragón, el cuál eclosionó en momento perfecto a su nacimiento, el dragón llamado Dexus, con quién tenía la conexión perfecta.

Las alas del dragón negriazul estaban extendidas en el aire, volando tan ligero como algún pequeño pichón. Las nubes húmedas rosaban el rostro del pálido príncipe y de su dragón con escamas azulejas, desde allí arriba podía sentir la grandeza de su nombre, apellido y posición. Rhaegar se preguntaba si estaría en la línea de sucesión ¿Lo consideraría su tío? Después de todo él era un hombre, todos en el reino buscaban un heredero varón y su padre había hecho que la incógnita de la que muchos hablaban, casi, fuera resuelta.

Ambos dragones descendieron hasta Dragonpit, donde bajaron de sus sillas y fueron recibidos por la guardia real. Rhaegar quita uno de sus guantes y pasa su mano por las grande escamas de la bestia, el recorrido de su mano llega hasta un filo de la cabeza del dragón. El príncipe deja la frente contra este y puede sentir dragón removerse por el acto. —Eres todo un dragón, Dexus te ama — Daemon le dice a su hijo —Fuí criado por un verdadero dragón, no podías esperar menos padre — Rhaegar le responde y el mayor despeina ligeramente la cabellera larga del platinado. —Hice un excelente trabajo con mi cachorro, ahora los obesos de la corte no tendrán nada de qué viborear — habló de forma gélida y con un ligero odio mientras caminaba al lado de su hijo. —Descuida padre, de todas formas, no buscaría decepcionarte de ninguna forma, les demostraré a la corte lo buen padre que eres y así tendrán el hocico cerrado —miró por el rabillo del ojo a su padre y este tenía su sonrisa característica, estando orgulloso de su hijo. —A esos patanes no debes de demostrarles nada, pero solo muéstrales una pequeña parte de lo grandioso que puedes llegar a ser. — Rhaegar asintió a lo que su padre dijo y ambos subieron al carruaje.
En el camino de mantuvieron en silencio, Rhaegar miraba entre las verjas hechas de madera y perfectamente barnizadas, miraba algunos campos verduzcos hasta que en el panorama aparecían los edificios de mármol color crema que adornaban y pintaban el característico reino sureño. Daemon parecía estar acostumbrado a esto, pero le conmovía ligeramente el ver como su hijo parecía extrañado del nuevo entorno.

HOUSE OF THE DRAGON ONE SHOTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora