Déjame Amarte © [UME #2]

Capítulo 13

[Sawyer en multimedia, Alex Pettyfer]

—¿Pasa algo? —pregunta Collin con voz soñolienta.

—No —susurro—. Mmm... Ahora vuelvo, voy... voy a por un vaso de agua.

—Vale —murmura dándose la vuelta.

Salgo prácticamente corriendo de la habitación y camino a toda prisa hacia la entrada. ¿Cómo sabe dónde vivo? ¿Y por qué se presenta aquí a estas horas? Esto es de locos. Ojalá no hubiera venido de Miami. ¡Estaba mucho mejor sin él! Ahora no sé qué diablos hacer para olvidarlo y para salir tranquilamente con Collin sin sentir que lo estoy utilizando. Respiro hondo antes de abrir la puerta y doy un paso, haciéndole retroceder.

—Eh, tranquila —dice levantando una mano para impedirme acercarme más.

—¿Qué haces aquí? ¿Y cómo sabes dónde vivo? —le pregunto histérica.

—En serio, ¿de verdad pensabas que iba a dejar que te fueras sola? —se cruza de brazos enarcando una ceja.

—¿Me has seguido?

Frunce el ceño y niega con la cabeza.

—No, bueno, al menos no yo solo. He contratado a un chófer —dice y se encoje de hombros—. Ya sabes, eso de quedarse ciego y conducir no es muy inteligente.

≪No va a quedarse ciego≫, pienso con esperanza.

—Te lo repetiré una última vez. ¿Qué haces aquí, Sawyer Le... Morris?

Carraspea un poco y tira del cuello de su chaqueta. ¿Qué hace vestido de esta forma tan... inapropiada para alguien como él? Hace unos meses se ponía camisas y ahora lleva una camiseta vieja debajo de una chaqueta de cuero. Aunque lo deseo con todas mis fuerzas no soy capaz, no puedo apartar la mirada de él. Quiero gritarle y abofetearle, pero veo los moratones que le ha dejado Collin al darle el puñetazo y sólo tengo ganas de besárselos uno a uno para curarlo. Para que su tez luzca tan impoluta como siempre. Desearía poder enterrar los dedos en su cabello para ordenarlo un poco y abrazarlo con todas mis fuerzas, fingiendo que no ha pasado nada y que no hemos pasado meses sin tener contacto alguno porque me ha sido infiel. Y quisiera poder posar la mano sobre su corazón, donde lleva mi nombre, sin que me duela ni un poco, pero sí que duele y demasiado como para soportarlo.

≪En definitiva, estaba mucho mejor sin él.≫

—He venido a empezar de cero —dice.

—¿Sabes? No sé si llegas demasiado tarde o demasiado pronto —río con ironía—. ¡Sawyer, son más de las tres de la madrugada!

—He intentado apagar mi corazón, pero no he podido —dice molesto—. Me da igual la hora, Megan.

—¡¿Y ahora por qué te enfadas?! —pregunto alterada.

Tensa la mandíbula.

—¡Porque llevo horas esperando abajo a un tío que sigue en tu apartamento! —exclama señalando el interior del lugar en el que se encuentra en susodicho.

—¡¿Y tú qué sabrás?! —grito empujándole—. ¡Me engañas y abandonas y ahora apareces aquí como si fuera tuya!

—¡Yo no fui el que huyó! —aúlla señalándose a sí mismo.

—¡No! ¡Tú fuiste el que me engañó! —Vuelo a empujarle—. ¡Ése fuiste tú!

—¡¡Estaba borracho!! ¡¿Y sabes por qué?! ¡¡Porque tenía miedo de quedarme ciego y no verte más, de quedarme ciego y olvidar tu rostro!! ¡Y ahora vuelo para arrastrarme y rogarte que me perdones para encontrarte con otro!