Déjame Amarte © [UME #2]

Capítulo 20

[Cap. dedicado a @everhappy.El 21 estará dedicado a @patriciapintosaldias y el 22 a @tuasmitapresumida. Si queréis algún cap. dedicado pedidlo ;)]

Llamo a la puerta y respiro hondo, al igual que Sawyer. Tras un par de días, en los que hemos estado aclarando cómo será lo nuestro a partir de ahora, he decidido que es hora de que mi madre sepa del retorno de nuestra relación. Él está algo nervioso, pues no sabe cómo reaccionará su suegra. Obviamente a mi madre no le hizo gracia ninguna que Sawyer me engañara y que por esa razón adelantara mi vuelo a Nueva York.

—Sigo sin estar seguro de esto —comenta.

—Sawyer, mi madre no va a estar más enfadada contigo de lo que estuve yo —le aseguro—. Me engañaste a mí, no a ella.

—Preferiría que no sacásemos ese tema —dice mirándome preocupado.

Entrelazo nuestros dedos y asiento.

La puerta se abre y la sonrisa de mi madre desaparece demasiado pronto al ver a Sawyer.

—Hola, mamá —digo con un sonrisa forzada.

—Señora Maxwell. —Le tiene la mano, tenso.

Tras unos segundos de puro shock, mi madre se aparta de la entrada y nos deja paso. En el pequeño comedor está el delicioso almuerzo que nos ha preparado. Nos sentamos en la mesa sin decir nada, pero ninguno empieza a comer. Mi madre mira fijamente a Sawyer, que a su vez me mira a mí mientras yo miro a la mujer que está atravesando con la mirada al que se supone que vuelve a ser mi novio, pero que me cuesta volver a llamar novio. Parece una palabra demasiado formal para dos personas que han estado meses sin verse.

El rubio desliza una mano por el mantel de la mesa hasta cubrir la mío. Entonces, mi madre habla, haciéndole dar un brinco en la silla.

—No entiendo nada —dice mirándonos a ambos y negando con la cabeza—. ¿Desde cuándo estás aquí, Sawyer?

—Eh... Llegué el día 31 —responde Sawyer, atreviéndose a mirar a mi ya menos enfurecida madre.

—Y... y volvéis a estar juntos por lo que veo, ¿no? —dice señalando nuestros dedos entrelazados.

Asentimos.

—¿Y el otro chico?

Comienzo a boquear como un pez antes de que mis pensamientos se organicen de la forma correcta.

—No le quería —consigo decir—. Mamá, sé que crees que esto es un error, pero...

Ella arquea las cejas y me interrumpe.

—Yo no he dicho eso —dice y sonríe levemente—. Sé lo mucho que os queréis, cariño. Me alegra ver que os habéis dado una segunda oportunidad, porque sé que, a pesar de lo que hizo, Sawyer te quiere.

—Entonces, ¿usted no me odia? —pregunta Sawyer con el ceño fruncido.

—No, y no me hables de usted, dime Suzanne.

≫Sólo espero que no haya secretos entre vosotros, no sé si me entendéis.

Entre Sawyer y yo conseguimos explicarle que ya me ha contado aquello que me ocultaba. Para mi sorpresa mi madre también sabía todo aquello, pero debí haberlo predicho. Ella había tenido un corto noviazgo, pero intenso, con Aaron Morris. Me carcome la curiosidad por saber más sobre aquel hombre. ¿Se parecería Sawyer a su padre? Cuando mi madre describe a Aaron como una persona maravillosamente bella, Sawyer y yo nos tensamos. Él por el hecho de que estemos hablando de su difunto padre, yo por el temor de que ese hombre siga teniendo un lugar especial en el corazón de mi madre.