Capítulo 29

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POV SAWYER

En el avión de camino a Miami...

Megan pide por sexta vez unos cacahuetes y la azafata se los trae de inmediato.

—Nena, ¿más frutos secos? —pregunto mirando con asco la bolsa.

—Sí, están muy ricos.

No lo creo...

—¿No será mejor que pidas otra cosa, hija? —dice Suzanne desde el asiento que tenemos delante.

—Que noooo. —Pone los ojos en blanco.

No hay mucha gente volando en primera clase y estamos bastante tranquilos. Echo un poco hacia atrás el asiento y cierro los ojos. Voy a aprovechar este instante de tranquilidad porque me da la sensación que no se repetirá en mucho tiempo.



Ya en Miami...

Megan entra en la casa corriendo, y me pregunto cómo coño corre tanto una persona que se acaba de quedar dormida una vez más y se ha despertado hace cinco minutos. Ayudo a Suzanne con sus maletas y entro en la casa mirando hacia los lados, buscando a Megan. Cuando la llamo esta grita diciendo que está en el salón.

Dejo las maletas junto al sofá, donde se deja caer Megan con un suspiro. Lo más probable es que vuelva a quedarse dormida. A veces parece tener energías, pero no le duran mucho.

—Sawyer, ¿eché los tampones? Creo que tengo que ponerme con la regla, no estoy muy segura.

—Sí, están en mi maleta. En la tuya no cabía.

Ella me lanza un beso, haciéndome sonreír. Joder, lo que me costó cerrar la puta maleta...

Suzanne murmura algo, que no llego a oír, mientras pasa por mi lado y hace una mueca. Desde que embarcamos está muy pálida y tiene mala cara. Las mujeres de la familia Maxwell acabarán conmigo.

—Qué cansada estoy —murmura Megan tumbándose en el sofá y cerrando los ojos.

—¿Otra vez? —pregunta su madre preocupada.

—Ajá.

Voy a acercarme a Meg cuando Suzanne me agarra del brazo y me saca rápidamente del salón, llevándome a la entradita. ¿Ahora vamos a hablar? ¿Recién llegados? Parecía tener prisa por hacerlo, pero no creía que tanta. ¿Por eso está tan preocupada? ¿Porque tenemos que hablar?

La mujer mira hacia el salón comprobando que su hija sigue grogui en el sofá y respira hondo. Bajo la mirada y veo que le tiemblan las manos.

—¿Se encuentra bien? —pregunto.

—No, Sawyer —dice tajante—. Creo que sé qué es lo que le pasa a Megan y quiero comentarlo contigo antes, porque no sé cuál será tu reacción. A Megan es a la que más le afectará cómo te tomes el tema.

—Me está asustando un poco, ¿debería?

Frunce los labios y asiente.

—¿Dónde está el papel que le dieron en el hospital?

—Creo que en su maleta.

Ella señala con la cabeza al lugar al que debo ir y camino hasta las maletas. Me restriego los ojos cuando me da un poco el sol, que ilumina el salón. Tumbo la maleta del Megan en el suelo y la abro poniéndome de rodillas sobre ella. Entre sus miles de pantalones encuentro uno bastante arrugado, que tiene un pequeño bulto en el bolsillo. Cojo el papelito que hay doblado dentro y lo abro. Intento leer lo que pone, pero la letra es demasiado pequeña.

Déjame Amarte © [UME #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora