Capítulo 3

23.9K 1.2K 76
                                    

Sé qué es muy pronto para esto, lo sé, lo sé. Pero... ¡soy débil! Y si encima me lo pedís... Y ahora vosotras os preguntaréis "¿De qué hablar, Alicia?" ¡Pues ahora lo veréis! aunque estoy seguro que más de una ya ha adivinado por dónde van los tiros. Paras las que no lo hayan hecho sólo haré una pregunta (no quiero hacer spoiler). ¿Qué pensáis sobre el demasiado prematuro cap.?

Besos y ciao

Alicia Lowell



—¿Foto qué? —pregunta Neel.

—Fotocoagulación retiniana —repito una vez más—. Si sigo ese tratamiento me podré olvidar de esta puta enfermedad.

Estaría contento. Joder si lo estaría... Hace un año incluso me hubiera puesto a dar saltos. Pero... ≪Joder, la echo tanto de menos.≫ No sé cómo ocurrió, cómo pude cometer ese error tan grave. Lo recuerdo todo a la perfección; desde que fui corriendo a la destilería hasta los dos días que pasé sin dormir. Y sólo pude hacerlo porque me sedaron. Estaba agobiado y asustado, ya sabía que podían pillar a tiempo la retinopatía, pero me daba miedo enfrentarme a un láser que iba a ir directo a mi retina. Por culpa de ser un puto cobarde, la perdí.

Una, dos, tres, cuatro... Y unas cuantas botellas más. Ya estaba lo suficientemente borracho como para ser incapaz de mantener una conversación coherente. Supuestamente no debía beber alcohol y mantener una dieta equilibrada. Mierdas... me cuidaba, hacia ejercicio y seguía mal. Esa puta cosa no se iba. Y cada vez veía peor, cada vez todo era más borroso y aquellas manchas negras seguían apareciendo. Mi padre estaba mucho peor que y, lo recordaba perfectamente, pero no se quedó ciego. ≪No le dio tiempo≫, pensé dando otro sorbo a la botella.

Cuando llamaron a la puerta me pregunté si iba a ser capaz de llegar hasta ella y abrir e incluso de reconocer a la persona que había llamado. En cuanto abrí sonreí, creí que era ella. Mi Megan. Pero abrió la boca y di un paso hacia atrás.

—Hola.

Me decepcionó muchísimo oír la voz de Meredith en vez de la de mi chica.

—Hola —dije desganado mientras volvía al salón con botella en mano.

—¿Borracho a estas horas? —me preguntó, y pude apreciar que esbozaba una sonrisa.

—¿Y a ti qué cojones te importa? —le espeté antes de darle otro sorbo a la botella.

—¿Sabes que los diabéticos no podéis beber alcohol? Tienes que cuidar tu salud. —Ella suspiró y posó una mano en mi hombro—. Estás exagerando respecto a la cosa esa que tienes, ¿no crees?

—¡Pues quédate ciega tú, no te jode....!

Meredith soltó una carcajada, posando su otra mano en mi pierna.

—Qué gracioso eres —dijo acercándose un poco a mí—. ¿Dónde está mi prima, que no está disfrutando de su... queridísimo novio?

Me estremecí cuando me apartó el flequillo de la frente. ¿Acaso quería hacerme vomitar? Sus sucias manos no debían tocarme, pero... se parecía tanto a Megan. Y ella iba a irse a Nueva York. Mientras mi mente se perdía en mis pensamientos, la mano de ella avanzaba hasta mie entrepierna. ¿Por qué se empeñaba tanto en aquello? ¿Por qué quería que le fuera infiel a su propia prima? ¿Y por qué no la aparté a tiempo?

—¿Qué...?

Cuando me calló con sus labios, lo primero que pensé fue que me daba asco, que no quería besarla a ella.

—Shhh... Yo seré tu Megan —me susurró mientras me besaba con deseo—. Yo no te dejaré.

Su mano se desplazó me mi entrepierna hasta mi muñeca e hizo que posara una mano en su espalda mientras se sentaba a horcajadas sobre mí. No era consciente de si le estaba siguiendo el beso o no, pero sí de que una extraña oleada de deseo me recorrió todo el cuerpo cuando miles de imágenes lujuriosas sobre Megan se me pasaron por la mente. En la lancha, en la fiesta, nuestra primera vez...

—¿No vas a subir a tu Megan a la cama?

—Megan.

A partir de ahí sí fui consciente de que respondía al beso mientras repetía reiteradas veces el nombre de Megan. Ya no veía a Meredith, la veía a ella.

Neel agita la mano frente a mi cara, y pestañeo varias veces antes de salir de mi trance.

—¿Qué? —pregunto.

—Te he dicho veinte veces que cuándo empieza el tratamiento.

—A mediados de Enero —respondo—. Querían darme la cinta antes, pero tengo cosas más importantes que hacer.

—¿Qué tienes que hacer que sea más importante que no quedarte ciego? —pregunta casi molesto.

Suspiro y me miro las manos.

—Creo que voy a ir a verla, quiero explicarle que lo que pasó...

—Que no era lo que pensaba, que no eras consciente de ello. Saw, es cierto todo eso, pero pasó y la decepcionaste. Era mi amiga y ahora tampoco me habla. Doy gracias a Dios porque siga hablando con Mary y Christina.

—¡Pero necesito verla! ¡Todos penáis que estoy bien porque no voy desaliñado a todas partes, porque duermo y como, pero estoy fatal! Sólo sigo un ritmo de vida normal porque no quiero vuestra compasión  no quiero que me vea en un estado deplorable. Quiero que vea que sigo siendo el mismo.

El tensa la mandíbula y se cruza de brazos.

—¿Y cómo crees que estará ella? —me espeta—. La cagaste, asúmelo de una vez. No es que me alegre verte así, pero no quiero que os hagáis más daño. Tal vez te siga esperando, o haya seguido con su vida, no sé. Pero ¿estás seguro de que quieres echar a perder estos meses? —Me da una palmada en la espalda—. Piénsalo bien. Conseguimos que Mary nos hablara y que Christina dejase de insultarnos. Tal vez debamos arreglar los problemas que tenemos aquí antes de tirarnos al vacío.

Asiento, aunque pienso tirarme al vacío antes de tiempo y sin paracaídas.

—Bueno, me tengo que ir —dice mirando su reloj—, he quedado con Fanny. ¡Adelanta esa cita de la foto... cosa! —exclama antes de salir por la puerta de la habitación.

Ahora podría estar aquí conmigo. Los dos juntos en la universidad sin nadie que nos controlase día y noche —aunque nunca hemos tenido a nadie que nos controle a nuestro alrededor—. Desbloqueo el móvil  me quedo mirando con atención la última foto que tengo de Megan. ≪Voy a ir allí y se lo contaré todo; lo de los ojos, lo de mis padres y cualquier cosa que desee saber sobre mí. Todo.≫

Déjame Amarte © [UME #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora