Siguieron besándose hasta que unos golpes les hicieron separarse de golpe. Tom soltó a Bill como si de repente quemara y le vio volverse dando la espalda a la puerta, pasándose las manos por el pelo comprobando que nada delataba que segundos antes le habían besado.
Tom carraspeó y colocándose delante de él dio permiso a la persona que llamaba, respirando profundamente para acallar su corazón, que sentía querer salirse de su pecho.
—Tom perdona, pero Gustav me envía para avisaros que os espera un coche abajo—explicó Andreas con timidez.
—Gracias...ahora bajamos—dijo Tom sonriendo.
Andreas asintió y cerrando de nuevo la puerta les dejó a solas. Tom suspiró y se volvió para mirar a Bill, quien continuaba de espaldas.
—Era Andreas—explicó en voz baja—Un coche nos espera y aún no hemos decidido donde hacer las fotos.
—¿Cómo vamos a trabajar tras lo ocurrido?—preguntó Bill volviéndose—Mi cuerpo aún tiembla, y una voz en mi cabeza me suplica que no siga con lo que hemos empezado.
—¿Y qué te dice tu corazón?—preguntó Tom, poniendo una mano en su pecho.
Bill cerró los ojos como respuesta, su corazón nunca antes había latido tan lleno de amor. Y Tom lo sentía, contra su palma.
—Vayamos poco a poco—dijo Tom llevando la mano hasta su barbilla y acariciándosela—No quiero obligarte a hacer nada que no quieras.
Bill sonrió y asintió con la cabeza.
—Tómate el café con calma y mientras pensamos donde hacer esas fotos—dijo Tom suspirando—Exactamente no sé qué es lo quiere ese cliente.
—Es un poco raro—comentó Bill—Es la primera vez que dejan en manos del fotógrafo escoger los escenarios. No nos vamos a pasar todo el día recorriendo la ciudad y que luego no le guste tu trabajo.
—Pues hagamos novillos—susurró Tom sonriendo con picardía—Estemos un par de horas trabajando y luego nos vamos a comer, o al cine.
—¡Al cine!—exclamó Bill sonriendo—Hace años que no voy.
—Compramos palomitas y nos metemos a ver una película—dijo Tom asintiendo—¿Cuál te gustaría ver?
—No sé yo si mis gustos y los tuyos serán parecidos—comentó Bill—A mí me gustan las románticas, pero diría que a ti te va más una de acción.
—Pues buscaremos alguna que haya de todo—dijo Tom guiñándole un ojo.
Le gustaba mucho ver sonreír a Bill, sobre todo cuando le mencionó ir al cine. ¿Él y Robert nunca habían ido? Le daba miedo preguntárselo, nombrar a Robert ahora que entre ellos empezaba a haber algo. No quería romper ese mágico momento y que Bill pensara que estaba haciendo algo mal.
No, a esas alturas, ya no había marcha atrás...
Tal y como lo habían hablado, estuvieron trabajando hasta la hora de comer, luego decidieron que ya habían hecho bastante y buscaron un cine cercano al que entraron. Escogieron una película al gusto de los dos y Tom compró un cartón grande de palomitas para los dos a la vez que un refresco grande también con dos pajitas. Lo compartirían todo.
A esas horas el cine estaba medio vacío y aparte de ellos dos habían algunas parejas más dispersadas y algún que otro grupo de amigos. Escogieron dos asientos en una de las últimas filas y mientras esperaban que apagasen las luces comieron palomitas.
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Un amor verdadero
FanfictionBill: 25 años, lleva desde los 19 con un prestigioso diseñador mucho mayor que él pero al que ama con todo su corazón, más en esos momentos en que está gravemente enfermo. Tom: 25 años también, no sabía en el lío en que se metía cuando vio pasar a B...