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LISA

Nunca pensé encontrarme a mi hermanita aquí, ni siquiera me avisó de que vendría al reino, cuando me cogieron de la mano y me arrastraron a la pista de baile estaba encendida por la cólera quién se atrevía a tocar mi mano y más a sacarme a bailar. Pero levante la cabeza y y pude ver esos ojos  que me miraban con dulzura. -A partir de ahí toda mi ira desapareció.

-He hablado tanto con ella que he perdido la noción del tiempo, también he estado hablando un rato con con mi cuñado, nos hemos estado poniendo al día sobre unos asuntos importantes, he prometido que pronto viajaré a sus tierras y resolveremos varios de sus problemas.

-Miro hacia mi derecha no veo a Jennie, volteo mi cabeza y tampoco la logro encontrar, - ha la que si veo es a la víbora de Somi, está sonriendo y hablando con otras damas. ¿Pero dónde demonios se ha metido Jennie? - Es que no puede obedecer una orden simple. Esta mujer es ¡un verdadero dolor de cabeza!

—¿ Hermana qué pasa?- Se te ve preocupada a quién buscas con tantas ansias— dice Minnie preocupada.

— A mi esposa, hace un momento estaba a mi lado y ahora ha desaparecido, no la veo por ningún lado.—

— Hermana llevas más de tres horas conmigo y en ningún momento he visto a ninguna mujer a tu lado, igual fue mi culpa y ella se quedó sola cuando te saque a bailar...— dice Minnie un poco afligida.

- Su hubiera una coronación para la más estúpida, estoy segura que ganaría la corona,- ahora me doy cuenta yo soy la que la he dejado sola,- la  que ha roto su promesa y la que se ha olvidado completamente de ella soy yo.- No creo que está vez me perdone, no hago nada más que meter la pata una y otra vez.
- que tonta soy...

— Vamos a buscarla alguien ha debido de haberla visto, -lo siento Lisa creí que venías sóla nunca escuché cuando te anunciaron su nombre... De lo contrario no te habría robado, mi cuñada debe de sentirse fatal— dice Minnie disculpandose.

-Tiene razón cuando llegamos, a ella no la presentaron, al principio pensé en volver para que corrigieran su error pero después vino tanta gente a saludarme que simplemente lo olvide. Ella debió de sentirse inferior, ya bastante complejo tiene con la diferencia de clase social que para colmo yo ni le presto atención.

- Doy su  descripción una y otra vez nadie parece haberla visto. Un camarero dice que le sirvió a una dama que encaja con la descripción, que se ha dado me cuenta que estuvo sentada un rato y después se marchó con una dama.

— Quizás se halla ido a descansar y tú estás montando un revuelo innecesario — dice Minnie

-Seguramente tenga razón, me despido de Minnie y de su marido y me acerco hasta la mesa dónde están las llaves de las habitaciones. -Pido mi llave y subo a la habitación. Abro la puerta y la habitación está vacía.

-Esto me está empezando a preocupar bajo llena de rabia,- estoy enfadada pero más conmigo misma qué con otra persona ,esto es solo culpa mía yo soy la que la ha dejado sola y en un lugar extraño.

— ¿Lisa dónde vas tan deprisa? -Podemos hablar un momento tenemos asuntos que tratar—  dice su majestad la Reina.

— Lo siento majestad pero no encuentro ha mi esposa por ningún sitio, siento que algo malo le halla podido pasar...— le digo

— No escuché que la nombrarán cuando pasaste, eso en verdad me parece raro iremos ahora mismo hablar con el portero, además desconocía que te hubieras casado— dice su majestad.

— Quiero que me enseñes la lista de invitados— dice la Reina enfadada

-El hombre se la entrega, puedo ver cómo en la lista también sale su nombre, entonces no entiendo porque  no la ha nombrado.

— ¿Me vas a explicar ahora mismo que es lo que pasa? No dudaré en despellejarte vivo sino me cuentas la verdad— digo cogiendolo del cuello a ese hombre y levantándolo del suelo.

— Ella, ella... me pagó mucho dinero, solo me dijo que no tenía que nombrar a su esposa—

—¿ Quién te pago? Dímelo oh haré que te arrepientas.— lo amenazó

-Suelto al hombre y cae al suelo muerto, tiene un pequeño dardo clavado en el cuello.

— Amiga, vamos a buscar a tu esposa ya, siento que alguien se está tomando demasiadas molestias para que ella no aparezca— dice su majestad.

Llegamos otra vez al puesto de las llaves, está vez encontramos al sirviente degollado.

— Tus empleados son unos incompetentes—  grito muy enojada.

— Te perdono tu falta de respeto porqué entiendo por lo que estás pasando Lisa, del palacio no podrá salir nadie, me encargaré de averiguar quién está detrás de todo esto. — dice y se marcha enfadada también.

- Apenas , queda gente en la sala todos se han ido marchando poco a poco, nadie la ha vuelto a ver, siento que mi corazón va a estallar en mil pedazos, me siento morir.

Después de un rato me quedo totalmente sola y desolada, como he podido perder a lo más valioso de mi vida, como he podido ser tan estúpida y despistada.- Lo único que tenía que hacer era cuidarla y protegerla y ninguna de esas dos cosas he sido capaz de hacerlas bien.

— Duquesa ,su majestad la espera en su despacho,- por favor no la haga esperar no parecía nada contenta— dice su asistente ansioso.

- Y a mí que más me da si está contenta o enfadada ella, no ha perdido a su esposa como yo. - Acompaño al asistente hasta su despacho, entro y me siento en una de las sillas que hay frente a su mesa.

— La he encontrado...— dice tranquila

— ¿Dónde está?— digo interrumpiendola ha
La Reina y levantándome de la silla.

— Lisa, déjame hablar, eres a la  única que le permito estas cosas ya que somos amigas desde la infancia. -Ella está bien está con la marquesa de Seúl, -ella me explico que la encontró sola en el baile y le prestó su ayuda.

— Dime en qué habitación están, iré a buscarla ahora mismo. —

— No puedo permitir que vayas a su habitación a estas horas recuerda que la marquesa es viuda si alguien te viera entrar a la habitación comenzarían las habladurías...—

— No me importa lo que diga la gente Jisoo.

Estoy tan enfadada, tan ansiosa que por primera vez en muchos años la he llamado por su nombre.

— A mi si me importa, ella es una buena mujer no quiero que nadie le haga sufrir ya bastante responsable me siento por la muerte de su marido si yo no lo hubiera mandado cómo emisario el seguiría vivo. -Así que sigue mi consejo y vuelve a tu habitación, procura dormir mañana en el desayuno verás a tu esposa.—

Me marcho de la habitación enfadada con Jisoo, pero sé que no puedo hacer nada ante una orden de la Reina, tendré que esperar a que pase esta larga noche y rezar para que ella esté bien con esa mujer.

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CASADA CON LA DUQUESA (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora