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Lisa

Salimos hace unos quince minutos estamos parados en la vereda del río, no hemos hecho nada más que salir y ya nos encontramos con la primera piedra del camino.

He mandado a uno de mis hombres para encontrar un paso seguro, no debe de tardar en regresar. Escucho un caballo acercarse de golpe, cómo suponía se trata de uno de mis hombres.

— Señora, acabo de ver pasar el carruaje de la marquesa Hyuna, usted dijo que se dirigía al palacio pero esa no era la dirección que tomo su cochero, igual ella ha caído en una trampa.

No sé pero no estoy tan seguro de ello y si ella no es lo que dice ser, y si todo a sido una farsa por su parte... No dispongo de tiempo para averiguar más sobre la marquesa Hyuna pero tengo una corazonada. doy el aviso y avanzamos tras los pasos de la marquesa Hyuna.

Estamos lo bastante lejos para no ser descubiertos pero lo bastante cerca para saber a dónde se dirige, llevamos varias horas de camino, como suponía no va al palacio para hablar con la reina, tampoco ha tomado la dirección de su casa. La  marquesa Hyuna se dirige ha otro lado.

Después de otras horas de viaje, observamos en la lejanía que el carruaje se detiene, para ,en una antigua fortaleza abandonada, le sale al paso una mujer y lo que parece ser una sirviente. Miro atentamente a esa mujer,no puedo creer lo que veo la marquesa  abraza a Somi y las dos entran en la fortaleza.

La rabia me invade, apretó mis puños con rabia, necesito calmarme al menos por el momento, mando a uno de mis hombres a observar más de cerca . La fortaleza no tiene más que el nombre está abandonada y medio derruida, el paso del tiempo ha causado estragos en ella.

Apenas si hay unos tres hombres guardando las entradas, no puede ser que lo pongan tan fácil. Oh son muy listas y creen que nunca las descubriría oh por el contrario son demasiado tontas y no han contado con que las encontraría.

Nos resulta muy fácil deshacernos de los guardias, tenemos la fortaleza rodeada, estas dos ratas no podrán escapar y menos pedir ayuda, ellas solas han marcado su destino.

Nos introducimos en la fortaleza me acompañan cinco de mis mejores hombres, los mejores cada uno en su disciplina, esto no es tan fácil como creí en un principio hay una red de túneles que se conectan entre si formando un laberinto.

No puede ser que estemos dando vueltas al mismo sitio, paramos y nos quedamos totalmente en silencio, después de un rato las escucho hablar, se dirigen a la celda donde tienen encerrada a Jennie, las interceptó en la puerta. Somi está aterrada, en cambio Hyuna sonríe feliz y triunfante.

— No te creía tan lista, veo que tú reputación no es infundada, a mí me da igual morir, es más espero mi muerte desde el día que mataste a mi marido, desde ese día juré que acabaría contigo. Solo he tenido que ser paciente...

— Usted está loca marquesa Hyuna, tiene delirios yo nunca mate a su marido ni siquiera lo conocí.- Le digo confundida

— Ya se que tu no lo mataste pero si fuiste la culpable, tu con tus estúpidas batallas conseguiste que lo matarán esos desgraciados. -grita

— Creo que no está al tanto señora de que yo obedezco órdenes, estoy al servicio de la reina...

— Lo se de sobra, no creas que no me he encargado de ella, también. Pronto todas las piezas estarán en su lugar. Jajajaja...— Seríe Hyuna .

— Nos has engañado a todos, sabes que no saldrás viva de aquí! - verdad.

— Si eso lo sé, lo tenía previsto. Pero tú tampoco saldrás feliz y victoriosa de aquí. Ella ya estará muerta para cuando la encuentres.— dice con alegría.

Sus palabras me enfurecen, abro la puerta de la celda y no está, la celda está vacía. Me desespero.

— Mi plan no era este, nunca lo fue, ella es realmente dulce pero el odio que siento hacia ti, me ha resultado más fácil, para llevar mi venganza a cabo, el día del baile me la pusiste en bandeja de plata Lisa. Las cosas salían mejor de lo que esperaba.— dice Hyuna.

— Tía, que estás diciendo esto lo hacíamos para que Lisa viniera a mis brazos.— dice Somi sorprendida.

— Estúpida niña, nunca quise que fueras feliz con ella. Lo único que he querido siempre es destruirla y ponerla a mis pies, tú pequeña solo eres un peón prescindible.— le dice mirándola con burla.

Somi está alterada se abalanza sobre su tía, ni en un millón de años podría haber imaginado que estas dos eran familia. De la nada Hyuna saca una pequeña daga de su vestido y rebana el cuello de Somi. Está cae al suelo agarrándose el cuello, la sangre brota como un manantial, se está ahogando entre sus propios fluidos. Cae al suelo agonizante.

— Señora la hemos encontrado— dice uno de mis hombres.

Encierro a la marquesa Hyuna en una de las celdas, más tarde volveré a por ella ahora mi prioridad es otra.

Abro la puerta, ella está tendida en un camastro, la suciedad y la podredumbre se hacen presentes en cada uno de los rincones de la estancia, me abalanzó sobre ella y quito los grilletes, la cojo en brazos y la saco del habitáculo.

Tomo su pulso y miro si respira, su pulso es débil y respira con dificultad pero aún así ella está viva, está ardiendo por la fiebre, tiene los ojos cerrados, ella está sumida en un sueño. Espero no haber llegado tarde y poder despertarla.

—¡ Nos vamos ya!—  digo gritándoles a mis hombres.

—¿ Y la señora? Hyuna - me pregunta unos de mis hombres.

— Déjenla ahí, más tarde volveré pero si una última cosa quiero que pasen el cadáver de su queridísima sobrina a su estancia, quiero ver como las ratas les hacen compañía —  es lo último que les ordenó.

En el fondo siento lo de Somi, ella también ha sido engañada en su obstinación conmigo no ha visto que solo la utilizaban, ni siquiera cabe en mi cabeza que ella pudiera pensar en que yo la amaría después de matar a Jennie.

El doctor ya está en casa dejo a mi esposa en la cama y el doctor me echa fuera de la habitación, el tiempo corre lentamente, solo puedo escuchar el trasiego de los pasos en la habitación. No aguanto más tengo que pasar y saber lo que le ocurre a Jennie. En ese justo instante la puerta se abre.

— Lo siento Duquesa Manobal hemos echo todo lo que hemos podido... Ahora todo está en manos de Dios, ella venía muy mal— es lo que me dice .

Paso y me siento junto a Jennie se ve tan frágil, tan delicada... Por primera vez en toda mi vida las lágrimas brotan de mis ojos.

— No me dejes Jennie, no te rindas mi amor...— le susurró.

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CASADA CON LA DUQUESA (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora