38

1.5K 194 0
                                    



A la mañana del segundo día mi padre murió rodeado de sus tres hijas y en paz. Lisa se encargó de darle un digno entierro, también se hizo cargo de todas sus deudas si es que las tenía y confirmar el estado de su dote, por suerte no había gastado mucho y mis hermanas podrían tener buenas posibilidades de casarse con un buen hombre oh mujer.

A la hora de partir les expliqué a Nayeon y a Irene que si ellas estaban de acuerdo se mudarian con nosotras, más adelante podrían vivir en la casa de que herede de la condesa o incluso en la capital y seguir con sus estudios. Irene dijo rápido que ella estaría donde yo dispusiera pero que si tenía que elegir se quedaría a mi lado.

La actitud de Nayeon no fue precisamente lo que esperaba, me pidió cambiar toda su ropa, quería vestidos finos y elegantes, también me pidió bueno más bien me exigió que la presentará en sociedad que en unos días cumplirá los diecisiete, y sería debutante. No tenía ni idea de que se podría tratar así que no me quedo otra que preguntarle a Lisa.

—¿ Lisa que es eso de ser debutante? Nayeon ha insistido, me ha dicho que aunque la temporada este empezada a los diecisiete años puede asistir—

Lisa estaba pensativa, ¿habría preguntado algo incorrecto de nuevo? Con una de sus manos me indica que me acerque lo hago y me siento sobre su regazo.

— Mis hermanas nos pueden ver— digo algo avergonzada.

— Ahora sientes verguenza, eres tan inocente y dulce que no me puedo contener. Pero voy a intentar centrarme en responder tu pregunta aunque no será fácil porque teniéndote encima no me puedo concentrar mucho la verdad—

— ¡Lisa!— digo mientras le doy un pellizco en el brazo.

— La verdad es que solo asisti a uno de esos estúpidos bailes una vez en mi vida y claro obligada por mi madre, en esos bailes las señoritas en edad de casarse son presentadas, más bien van a la caza de un buen marido oh esposa. Sus madres son como buitres buscando la mejor carroña. Mi hermana conoció allí a su esposo en su segunda temporada.—

— Entiendo, tu crees que debemos llevar a Nayeon, bueno yo tengo un título y ahora ellas son damas de sociedad pero de eso a exhibirlas como ganado...—

— Si ella lo desea, no veo ningún mal en ello, en una semana creo que la marquesa de la capital de Seúl, da uno de esos bailes, le escribiré ahora mismo además no creo que haya ninguna objeción ella es una vieja amiga de mi madre—

— Puff, no se yo... Como me quiera lo mismo que tú madre no hará la vida más difícil de lo que ya es—

— No te aflijas, ella es muy moderna para su tiempo y para nada clasista. Es más creo que te encantará conocerla.—

Bueno está bien entonces, voy a prepararlo todo en unos días salimos a la capital. De verdad que con lo poco que me gusta viajar y últimamente no paramos en casa por más de unos pocos días.

Los días han pasado más rápido de lo que esperaba, hace un día que llegamos a la capital. He ido con mis hermanas a una casa de modas, les he comprado tres vestidos a cada una, ropa interior y unos camisones.

Irene está totalmente encantada y feliz, no puedo decir lo mismo de Nayeon, no sé en que momento se volvió tan soberbia y engreída. Se ha molestado por no comprar más vestidos.

No por tener dinero voy a derrocharlo. Irene se ha parado en el escaparate de una pastelería, mira asombrada.

— ¿Quieres tomar un té y un pedazo de pastel?— digo sonriendo.

—¿ Jen de verdad que podemos? ¿No has gastado ya bastante dinero en nosotras?— dice apenada.

— ¡Para que es el dinero si no para gastarlo! — dice Nayeon soberbia.

Me abstengo de contestar, no quiero que forme un berrinche, después de merendar paseamos por un lindo parque, Lisa se acerca y me ofrece su mejor sonrisa y su brazo.

— Señoritas— dice quitando su sombrero y saludando a mis hermanas.

— Como ha ido la tarde, espero que lo hallan pasado bien, yo en cambio he estado todo este tiempo enterrada entre papeles y hombres, que mejor que un paseo con tan bellas damas—

Veo como Irene se sonroja, es tan linda me siento tan feliz de que estén aquí.

Llegamos a un estanque hay patos y unas barcas, miró a Lisa. Ella sabe lo que quiero que haga, me puede leer también.

— Señoritas serían tan amables de acompañarme a un paseo en barca—

Irene me mira pidiendo mi aprobación, claro que la tiene no podría estar más segura que con Lisa y se la ve tan ilusionada. En cambio Nayeon rechaza su propuesta. Las dos nos quedamos sentadas en un banco mientras vemos a Lisa con Irene en el lago.

— ¿Qué paso con el chico que te gustaba, ya no te interesa? — pregunto intentando acercarme más al corazón de mi hermana.

— Ese muerto de hambre, lo rechace nada más recibir la dote de tu esposa. Yo aspiro más alto, quizás no pueda tener a una Duquesa como tú  pero un marqués o un conde tampoco estarán mal—

Sus palabras me dejan asombrada, tardó unos segundos en articular palabra.

— dientes de conejo, desde cuándo eres así, tu nunca fuiste interesada...—

— No me vuelvas a llamar así, suena infantil. Y siempre he sido así no sé a qué viene tu asombro. Yo no quiero estar con un muerto de hambre ,yo quiero lujos y riquezas.—

— Y el amor...—

— Eso no me interesa, quedan dos días para conocer a mis rivales y lo mejor de todo conocer a mi futuro esposo oh esposa, jajajaja...—

Eso a sonado como la bruja del cuento, voy a responder cuando veo que Lisa y Irene regresan está última está eufórica, nunca en toda mi vida la había visto tan feliz.

— ¿Qué gustan hacer estas bellas damas?

— Lisa creo que por hoy a sido suficiente, deberíamos ir a ver a Ruby nunca he estado tantas horas lejos de ella.—

— Está bien pero mañana les tengo preparada una sorpresa—

No se si hablar con Lisa de la actitud de mi hermana, se la veía tan convencida en cada una de sus palabras. Pero tampoco quiero romper su ilusión y menos que la dañen. Quizás estoy exagerando demasiado. Igual ella encuentra el amor...

==================================================================

CASADA CON LA DUQUESA (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora